CAPÍTULO 12

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Siendo ya casi las 10 de la noche, Jungkook finalmente decidió ir a casa pero era obvio que a esa hora era un poco peligroso además de que los buses tardaban en pasar. Fue ahí cuando Kim se apuntó para ir a dejarlo en su auto, el señor Choi dudó pues el Rey no debía salir sin protección pero al ver los ruegos del chico aceptó.

Ambos fueron hasta el garaje dónde se subieron al auto para así comenzar a manejar hacia el departamento del menor. Aún en el auto ambos reían pues de alguna manera... podían comunicarse más allá de sólo señas, la risa era contagiosa y más si se trataba de Taehyung.

Luego de unos minutos ambos se tranquilizaron y así fue cómo Taehyung seguía las órdenes del GPS para llegar a su destino. No obstante, a tan sólo 10 minutos de llegar; el menor tuvo una llamada.

— ¿Hyung? Qu-

Jimin no está, no sé qué... n-no sé a dónde se pudo haber ido pero.

— ¿Qué? ¿Cómo que no sabes?

Sí, él estaba con nosotros en el bar pero dijo que iría al baño y ya no regresó. Fui a buscarlo a su departamento pero todo está destrozado y... Jungkook, por favor, ayúdame.

¿Estás aún en el departamento?

Sí, ¿dónde estás ?

Espérame ahí, llegaré pronto.

La llamada finalizó y las risas cesaron. Comenzó a sentir la preocupación invadirlo, Jimin siempre hacía ese tipo de cosas cuando estaba triste o molesto. Se iba muy lejos y no volvía hasta que lo hacía por su propia cuenta o la policía lo encontraba.

Sus ojos comenzaron a cristalizarse y sus manos comenzaron a temblar un poco. Era por lo que había escuchado, estaba seguro, ¿pero por qué?, no dijo nada malo, ¿o si?, aunque él era muy celoso y llevaba días imaginando cosas que no eran.

Luego de unos minutos finalmente llegaron al departamento. De forma rápida le explicó al mayor qué era lo que estaba pasando y le pedía que regresara a su hogar pero no quería dejar sólo a Jungkook, se veía muy inquieto y preocupado, además tenía el auto y si lo necesitaban también podía ayudar.

— ¡Jungkook!

— Hyung... ¿Qué sucedió? ¿Dónde estaban? —preguntó preocupado.

Mientras Hoseok explicaba iba caminando hacia el departamento por lo que Jungkook tomó la mano del castaño, no lo iba a dejar sólo afuera, era peligroso si alguien lo reconocía, también quería mantenerlo a salvo.

Al llegar a la habitación se asombró, era cómo si un oso hubiese entrado y... tirara todo. Habían incluso más botellas de Soju tiradas, todo estaba hecho un desastre. Las rabietas de Jimin, aunque lo preocupaba, también lo enojaba. Ya no era un niño, era un adulto y aún así se comportaba cómo adolescente.

Hoseok desvió la mirada hasta el castaño quien observaba todo también muy asombrado. Su mirada fue bajando hasta que notó cómo Jungkook lo tenía tomado por lo que se sintió algo extraño. Ahora lo que Jimin había dicho, tiene sentido.

Él jamás se había dejado tomar de las manos pero con Kim... ¿Por qué con él si?

En cuanto tuvo la mirada de aquel chico rápidamente hizo una reverencia, después de todo, era el Rey. Se sentía muy extraño, demasiado, no sabía qué hacer, qué pensar, qué decir, nada; sólo quería que Jimin se encontrara bien.

— Debemos buscarlo, ¿hace cuanto se fue?

— Yo... —tragó saliva— Supongo que hace cómo... 3 horas...

— ¿¡3 horas!? ¿¡Es que acaso no se dieron cuenta de su ausencia!? —preguntó exaltado.

Soltó la mano del mayor y ahí se puso de cuclillas tapando su rostro tratando de no llorar por impotencia. Se sentía culpable de no estar con él, se sentía culpable de todo. Quería llorar y gritar.

En ese momento pudo sentir cómo Taehyung quitaba las manos de su rostro luego de ponerse a la misma altura. Con una sonrisa le explicó con señas que podían ir a buscarlo por la ciudad, además tenía el auto y eso lo haría mucho más rápido.

— ¿Y si no está...? —preguntó sintiéndo las primeras lágrimas salir.

No nos detendremos hasta encontrarlo —señaló para luego llevar su mano hasta la mejilla adversa para así limpiar sus lágrimas.

— Bien... —suspiró volviendo a ponerse de pie— Hyung, ven, vamos a buscarlo. Sólo debemos... pensar a dónde pudo ir.

Hoseok asintió en silencio para luego observar a ambos salir de aquel departamento. Podía presentir que entre el "principito" y Jungkook, había algo más allá que amistad. Conocía desde hace tiempo al susodicho y nunca se comportaba así, ni siquiera le gustaba que su propia novia lo tomara de la mano porque "sudaban mucho".

Luego de unos minutos los tres ya estaban en aquel auto por lo que Taehyung comenzó a manejar por las calles mientras notaba que los otros dos llamaban a gritos de su amigo, se llevaban la atención de algunos transeúnte pero no les importaba, sólo querían encontrar a Jimin y por lo que habían visto, ya estaba muy ebrio de nuevo.

Los tres estaban preocupados, incluso Taehyung pues podía presentir la desesperación en el peliazul y el pelirrojo. No entendía del todo qué sucedía pero sólo quería ayudar para poder sentirse tranquilo de que Jungkook estaba bien.

Al cabo de unos 30 minutos recorriendo toda la ciudad, finalmente dieron con el puente. Fue Hoseok quien pudo divisarlo en el barandal por lo que rápidamente se detuvieron para así salir e ir hasta él. Jungkook de nuevo, ya por inercia, tomó la mano de Kim y así fue hasta dónde ya estaba Hoseok alejando a Jimin de la orilla.

Este estaba renegando, quería saltar, quería que todo el mundo desapareciera pero ¿por qué siempre intervenían?

En cuanto su mirada se dirigió hasta Jungkook y luego a la persona a su lado, sintió sus ojos llenarse de lágrimas de nuevo, su mirada bajó y al ver sus manos... sintió tanto enojo. ¿Siempre le había mentido? ¿En realidad sí le gustaban los chicos? ¿Lo rechazó sólo por ser él? ¿Por ser pobre? ¿Por no ser de la realeza? ¿Por no ser Taehyung?

— Hyung... ¿Qué haces aquí? ¿Por qué no contestabas el teléfono? ¿Qué--

Se quedó en silencio al sentir aquel golpe en su hombro. Jimin había pasado directamente de él para así caminar hasta Taehyung que algo incómodo observaba la escena sin saber qué estaba pasando, pero en ese momento... sólo pudo sentir aquel golpe en su rostro.

Jimin lo había golpeado.

SEÑALES | TAEKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora