No debería amarte

Capitulo 11

CHARLIE

Betty se estaba portando muy bien conmigo, después de que le platique toda mi vida, aun así decidió ayudarme, ella y su esposo están dejando que me quede en su propiedad, tienen una habitación externa a un lado de su casa, antes la rentaban para sacar dinero extra pero dejaron de hacerlo porque el último inquilino les robo.

Me gustaba mucho mi trabajo, los clientes me daban buenas propinas y ya estaba ahorrando para comprarme mas ropa y pagarle al señor que le había robado, aun seguía con el miedo de que la policía algún dia me encontrara, pero trataba de no pensar en eso. Las campanitas que cuelgan de la puerta sonaron avisando que un nuevo cliente entraba, dirigí mi mirada hacia la puerta y vi a Chris, llevaba un traje azul marino y se habia dejado la barba, se veía hermoso, limpio y fresco, me sonrió y yo le regrese la sonrisa, muy despacio me acerque a él.

—hola– me dijo con voz dulce cuando llegue a su lado.

—¿Qué haces aquí?– dije nerviosa –¿me entregarás a la policía?– le susurre mientras miraba por el ventanal buscando alguna patrulla.

—no tranquila, jamás haría– me tomo del brazo y me guío al rincón de la cafetería –se que no has ido a tu casa, fui a buscarte, ¿Dónde te estás quedando?

—no me lo tomes a mal pero, prefiero no decírtelo.

—esta bien, te entiendo pero ¿podemos platicar en algún lugar?

—casi es mi hora de comida, aquí cerca venden unos deliciosos sándwich ¿me esperas unos minutos?

—si esta bien– miró una de las mesas solas –¿Puedo sentarme?

—claro, te traeré un café.

—si, gracias.

Media hora mas tarde, le dije a Betty que me iría a comer con un amigo, ella me sonrió y cuando vio a Chris me hizo una seña de aprobación, Betty era muy linda y simpática y a le gustaba bromear conmigo. Chris y yo salimos de la cafetería y comenzamos a caminar, estaba muy sorprendida de verlo, pensé que jamás me volvería a topar con el.

–¿Cómo has estado?– dijo mientras caminábamos.

—¿acaso eso te importa? ¿Qué haces aquí?– no se porque le había contestado así, creo que no quería que resaltaran mis verdaderos sentimientos.

—la verdad, ni yo lo sé, creo que quería asegurarme de que estabas bien, el último día que te vi fue cuando…– se quedó callado.

Sabía perfectamente que se refería al día del beso, ¿acaso tampoco a dejado de pensar en eso? Bajo la mirada apenado, siguió caminando hasta que llegamos al pequeño local, pedí dos sándwich y Chris sacó un billete de su cartera, pagó la comida y nos acomodamos en una  de las mesas que estaban afuera del local.

—lo siento– dije de pronto, tenía la necesidad de que el supiera que estaba arrepentida –nunca debí...

—se que tenias una razón, solo quisiera que me dijeras cual era.

—eso ya no importa, perdóname si te hice daño por favor.

—no me hiciste daño– al contrario. –empezo a comer su sándwich– te ves con mejor semblante ¿estas comiendo bien?

—desde que tengo trabajo si.

—me alegra mucho.

—Betty es una buena amiga y me a ayudado mucho.

—tambien quiero ayudarte, déjame ser tu amigo.

—¿mi amigo?– lo mire confundida –No creo que a tu familia le haga mucha gracias que seas amigo de la persona que te secuestro.

—eso no importa– me tomo de la mano –me preocupas y quiero que estés bien.

—gracias Chris, después de todo lo que te hice...

—¿Me vas a decir tu nombre real? Me dijiste que Charlie era un sobrenombre.

—ya lo hice, es Charlotte Price mi madre me decía Charlie ¿Pensabas que te había mentido?

—algo así, pensé que me habias dado un nombre falso– me soltó la mano para seguir comiendo y me miro —¿tu madre te decia Charlie? ¿Que le paso? ¿Ella falleció?

—si, ella se quito la vida.

—lo siento mucho.

—desde que ella murió estoy sola, mi casa era lo último que me quedaba de mi madre y por la estupidez que hice ahora ya no puedo regresar a ella– termine mi sándwich.

—Charlie… yo… en serio me gustaría saber que te impulsó a todo esto ¿Cual era el plan? ¿Querias dinero?

—por favor, no tiene caso hablar del tema, era una estupidez que habia planeado, Betty me abrió los ojos y me enseñó que no debemos hacer el mal, aunque la gente parezca merecerlo, no debemos guardar odio en nuestro corazón, porque si no eso nos va a consumir y el odio fue lo que me orillo a comerte la estupidez de secuestrarte.

Chris levantó una de sus manos y acaricio mi mejilla, su tacto era dulce y suaves, no queria que dejara de tocarme, cerré un momento los ojos y disfrute de su tacto, cuando los abrí lo mire observarme detalladamente.

—por favor Chris, perdoname, ojala algún día puedas perdonar lo que hice.

—tranquila, todo está bien, ademas no me hiciste daño, yo estoy bien y quiero que tu también lo estes. Por favor, dejame ayudarte.

—antes de que digas algo de lo que te arrepientas, tengo que decirte algo importante– si Chris queria ayudarme y ser mi amigo, tenia que saber la verdad, lo que había pasado entre su padre y mi madre.

—dime…

Suspire y trate de agarrar todo el valor posible para contarle la verdad, estaba a punto de hacerlo cuando sonó su teléfono, se disculpo conmigo y contesto la llamada, después de discutir con alguien colgó.

—los siento, tengo que irme– se levantó se la silla y me dio la mano para que hiciera lo mismo –¿te puedo buscar mañana en la cafetería?

—si por favor Chris, tenemos que hablar, yo salgo a las 7.

—perfecto, paso por ti a esa hora y te llevare a comer algo ¿Esta bien?

—si claro.

Me tomo de la mejilla y me dio un pequeño beso que movió todo en mi interior, su tacto fue breve, pero el calor y la sensación de ese beso dudaría todo el dia, baje la cabeza apenada, pero el me la levanto con sus dedos índice y pulgar, cuando me vio a los ojos me sonrió.

—nunca bajes la cabeza Charlie, eres una mujer dulce y noble, y si cometiste un error, solo has lo posible por enmendarlo y no repetir tus errores. Eres una mujer muy fuerte.

Me dio otro beso en la otra mejilla y me soltó para irse, lo vi alejarse rápidamente de mí, con el corazón muy acelerado lo vi marcharse, este hombre movía todas mis emociones al extremo. Quiero tenerlo muy cerca y al mismo tiempo no, yo sabia que Chris no era hombre para mi, pe¿Algún día lograré superar todos mis miedos? ¿O la felicidad no está hecha para mi?