Capítulo 30

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CHRIS

Elena tenía más de media hora que había entrado a hablar con el detective, cuando llegó a la estación y nos vio lo primero que hizo fue meter a Elena a una sala de interrogatorios para preguntarle por la llamada. Mis nervios estaban destrozados y la angustia ya me estaba matando, ya quería que todo esto se acabara, me puse a caminar de un lado a otro en la recepción de la estación hasta que 10 minutos después vi a Elena acercarse a mi.

–¡Dios!– suspire al verla –estaba tan nervioso, ¿como te fue?– me senté en una de las sillas y la hice que se acomodara a mi lado.

—estoy pensando muy seriamente en ser actriz, sabes– colocó su labios cerca de mi oído  y hablo en un susurro –me creyó todo, tuve que soltar algunas lágrimas para hacerlo más real.

—¡por dios Elena! ¿estás segura?

—si tonto– se acomodo a mi lado y golpeó mi hombro con su puño –me pidió que te dije que iba a retirar la demanda y que esto parecía más un pleito familiar que otra cosa.

–gracias, mil gracias, no se como podré pagarte– la felicidad que estaba sintiendo en ese momento era indescriptible.

—no te preocupes, se me ocurrirá algo– sonrió.

—eres la mejor ¿sabias?– le di un beso en la mejilla.

—por supuesto, es obvio– me guiño un ojo –solo hay un pequeño problema, al parecer le comunicara todo a tu padre.

—eso no importa, lo único que cuenta es que Charlie saldrá libre, mi padre no tiene evidencias contra ella, ademas de que yo nunca cambiare mi versión.

—asi se habla, yo tampoco lo haré,  no importa que le detective me haya regañado por mentir según él.

—otra vez gracias Elena y lo que me pidas a cambio de esto, dalo por echo.

Empezaba a relajarme un poco, cuando Charlie ya estuviera libre, planeaba decirle todo a mi padre. No me importaba nada, si él quería quitarme todo lo que tenía pues que lo hiciera, estaba decidido a salir adelante con ella a mi lado. Mi vida siempre fue tranquila, obedeciendo las reglas de mi padre y dandole gusto en lo que él quería, pero ahora seria diferente, queria a Charlie conmigo y nadie me lo iba a impedir, ni siquiera mi propia familia, el antiguo Chris que les daba gusto a todos habia muerto y ahora había nacido el Chris que peleará por ser feliz con la mujer que amaba, porque habia descubierto que estaba enamorado de Charlie.

El detective pasaba de un lado a otro, nos hizo firmar varios papeles, creo que era nuestra declaración. Después se volvió a retirar sin saber a donde, los minutos se me hacían eternos. Elena se quedó a mi lado en todo momento, no sabia que hacer así que tomé mi celular y me puse a ver mensajes viejos, de pronto Elena me dio un pequeño golpe con su brazo y yo levanté la cabeza y la vi a unos pasos de mi, se veía muy pálida y tenía unas ojeras muy marcadas.  Iba acompañaba de un policía, este le sonreía y le decía algo que no alcanzaba a escuchar, me levanté de la silla y camine hacia ella.

—hola– sonreí al verla –¿Como estas?

—hola, bien gracias– miro a Elena y su rostro se torno triste.

—ella es mi amiga Elena ¿La recuerdas? Te la presente en la cafetería donde nos topamos aquella vez– Charlie movió la cabeza en forma afirmativa, creo que ya la habia recordado –ella me ayudo para que salieras de aquí.

—muchas gracias– le tendió su mano a Elena y ella la acepto –no tenías que hacer esto, pero en realidad te lo agradezco mucho, no se como pagarte lo que hiciste por mi.

—por eso ni te preocupes, prácticamente tengo el trasero de Chris en mis manos– los tres reímos ante el comentario de mi amiga.

—¿Estas lista?– me dirigí a Charlie, ella me dijo que le diera un minuto, se acercó al policía que la acompañaba y se volvió a acercar a nosotros.

—quiero presentarles a alguien, él es mi amigo Brian– volteo a ver al policía —Brian, ellos son Chris y Elena.

El chico nos sonrió ampliamente con un extraño brillo en sus ojos, estrecho mi mano y después tomó la mano de mi amiga y le di un beso corto en ella, Elena sonrió coquetamente.

—un placer señorita Elena.

—el gusto es mío– su rostro se torno colorado.

El policía demasiado "amistoso" dirigió su mirada a Charlie.

—anota mi numero Charlie para cualquier cosa que necesites– le dijo de pronto a mi chica.

—lo siento, no tengo donde escribir– Charlie se veía muy apenada –buscare algún papel.

—no es necesario– dijo Elena rápidamente –damelo a mi, lo anoto en mi celular y después se lo pasó a Charlie, si no te importa.

—claro que no hermosa señorita.

Sin darme cuenta había quedado fuera de la conversación, solo eran Charlie, Elena y el policía. El tipo era demasiado confiado, varias veces tocó a Charlie sin motivo alguno y ella le sonreía amablemente. El sujeto acapara la atención y las miradas de Elena y Charlie, por un momento me sentí fuera de lugar y me decidí a interrumpir la conversación.

—¿nos vamos?– dije algo frustrado por la actitud de aquel policía.

Elena y Charlie me vieron al mismo tiempo, la primera puso los ojos en blanco y la segunda solo rió tímidamente, tome a Charlie de la mano, se despidió de su amigo con un beso en la mejilla y después salimos de la estación de policía.

—¿tienen hambre?– voltee a ver a Charlie esperando su respuesta. Ya estábamos en el estacionamiento de la estación.

—si – dijo Elena de pronto –me has tenido aquí toda la mañana sin probar bocado– sus palabras sonaron a reproche pero su rostro sonreía.

—yo solo quiero ducharme.

Bese la cabeza de Charlie y asistí, decidimos comprar algo y comerlo en el apartamento para que Charlie pudiera darse un baño y ponerse ropa limpia. No me importaba nada mas, solo queria ver esa sonrisa en el rostro de la chica que amaba, Charlie era feliz y me sentía genial porqué yo tuve que ver con esa felicidad. No dejaría que nada borrara esa sonrisa, hoy mas que nunca me sentía valiente y capaz de enfrentar cualquier cosa por esa sonrisa.

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora