Capítulo 33

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CHARLIE

Chris se sentó en el suelo junto a la cama y yo a su lado, teníamos un tazón de frituras y refresco entre las piernas. Mis razones para estar con el esta noche, era porque queria conocerlo un poco mas, dejando al lado todo nuestro drama del secuestro. No quería pensar en que seria nuestra última noche, pero ese miedo existía. Chris besaba mi mejilla cada que tenía oportunidad, pero yo deseaba sus labios sobre los míos, pero sabia perfectamente que el no queria presionar las cosas.

–Entonces ¿Pizza o tacos?– dijo Chris mientras tomaba otra papa.

–facil, tacos– sonreí –hay mas variedad y puedes ponerles salsa.

–a la pizza también– volteo a verme –pero si, los tacos son mejor.

–sabes...– Quite las cosas que teníamos entre las piernas y me acomode sobre su regaso, abrazándolo por el cuello y acariciando y cabello –esto que te voy a decir te va a parecer... raro o inoportuno no lo se.

—¿Que pasa?

—se que no íbamos a hablar del tema del secuestro pero, antes de que pasara yo... Te vigilé un tiempo y me gustaba mirarte, ibas mucho a la tienda de golosinas.

—si, me encantan las gomitas y las tiras de tamarindo.

—a mi también, mi madre antes de morir me llevaba a esa tienda, siempre que tenia un mal dia o ella...— baje la cabeza avergonzada.

—esta bien, no es necesario que me lo digas.

—pero quiero hacerlo, ella se embriagaba y se olvidaba de mi, cuando estaba sobria me llevaba ahi en modo de disculpa.

—lo siento...

—era buena madre, cuando no estaba ebria.

—entonces ¿Cuánto tiempo me seguiste?— Chris beso mi cuello.

—dos semanas– dude –no, creo que tres.

—sabes, las cosas hubieran sido diferentes si te hubiera acercado a mi y no se... hablarme.

—¿Podemos cambiar de tema?

—tu lo sacaste, habiamos prometido no hablar del tema.

Oculte mi rostro en el cuello de Chris y aspire su aroma, el acariciaba mi espalda mientras yo me queria guardar su aroma. Era como un sueño, dónde podíamos ser felices y donde nada ni nadie se interpondría entre nosotros.

—vamos a la cama— dijo Chris –estoy un poco cansado.

—claro– me puse de pie –voy a traerte una almohada.

Camine hacia el clóset y saque una almohada, cuando lo hice un retrato que tenia guardado cayo al suelo, Chris se acerco y lo tomo, era una foto de mi madre y yo cuando tenia 15 años, estábamos en una pequeña reunión de unos amigos de mi mamá, era navidad y nos tomaron esa foto. Eran de las pocas cosas que habia podido rescatar de mi antigua casa.

—¿Es tu madre?– dijo Chris.

—si, ahí aun no caía en el alcohol.

—era muy hermosa, igual que tu.

—gracias— le quite la foto de sus manos –vamos a dormir.

—¿Y quién dijo que quería dormir?– beso mi frente.

Sonreír ante sus palabras, se que Chris sabe perfectamente mis miedos y sabia que estaba jugando, pero algo dentro de mi deseaba que fuera real, deseaba poder entregarme a él y demostrarle cuando me gusta y cuanto lo deseo. Suspire muy bajo y me acerque a el, tome sus manos y lo hice que me abrazara, el sonrió, me abrazo y pego su frente con la mía.

—tampoco quiero dormir, quisiera poder...

—lo se nena, no te estreses, se que algún dia podremos estar juntos, hacer el amor y demostrarnos lo que sentimos.

—tu eres lo único que tengo Chris, eres mi sueño, mi fuerza y mi alegría, me encantaría ser lo que necesitas y mereces.

—lo eres– se alejo de mi un poco para verme a los ojos –quiero estar contigo, solo contigo, es por eso que te pedí que nos fueramos, podemos iniciar una nueva vida juntos.

—tengo miedo, de no ser lo que esperas.

—eres lo que espero y mas— se alejo de mi y me tomo del brazo –vamos a la cama.

Camine con él hacía la cama, coloque la almohada y empecé a quitarme los zapatos, ya me habia puesto ropa para dormir, solo una blusa de tirantes y shorts cortos. Chris se dormiría solo en boxer, así que empezo a quitarse la ropa, ya listos nos metimos a la cama, Chris hizo que lo abrazara, él se quedo boca arriba y yo me puse de lado abrazando su cintura y recargando mi cabeza sobre su pecho.

—esto es agradable– dije en voz baja.

—Charlie ¿Por que me secuestraste?– dijo de pronto –¿Fue por el dinero?

—no Chris, te juro que nunca fue por dinero.

—¿Algún días vas a decírmelo?

—ya te prometí que mañana, asi que si, te diré toda la verdad.

Chris suspiró y me pego mas a mi cuerpo, cerré los ojos y poco a poco me quede dormida con su respiración como arrullo. Estaba viviendo una hermosa fantasía que esperaba que se hicieron realidad, pero sabia que era importante cuando Chris supiera toda la verdad, es obvio que el iba a creerle a su padre y no a mi, asi que estaba segura de que lo perdería, pero queria prolongar ese día.

En medio de la noche otra pesadilla llego, pero esta vez revivía el suicidio de mi madre. La miraba desde la puerta, mientas ella colocaba la pistola en su cabeza, me miraba a los ojos y me pedía perdón. No pude evitar ponerme a llorar, era tan doloroso que mi llanto salio del sueño y se volvio real, escuchaba la voz de Chris a lo lejos, abrí los ojos y lo vi frente a mi. Mis ojos estaban cubiertos de lágrimas y mi respiración era agitada.

—¿Estas bien?– dijo suavemente.

—no...

—tranquila— me subió a su regazo y me arrullo como una niña pequeña —solo fue un mal sueño, todo estará bien.

—no me dejes Chris...

—no lo haré, lo prometo.

El besaba mi cabeza, pequeños besos suaves y dulces, mientras me seguia arrullando, jamás me habia sentido tan segura, pero esta noche llegué a creer que nada malo iba a pasar, que le mal sueño terminaría y que él podría protegerme de todo, hasta de mis pesadillas.

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora