Capitulo 16

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CHARLIE

Elena había llegado de sorpresa a la oficina, le comencé a platicar lo de mudarme a mi apartamento y ella estuvo de acuerdo, es una buena amiga y me apoya en todo. A la hora de la comida decidimos comer algo fuera de la oficina, Elena me llevó a una cafetería en el centro de la cuidad, me dijo que ahí preparaban el mejor café que jamás había probado. Subimos a mi auto y llegamos rápidamente, entramos al lugar y encontramos una mesa, pedimos algo ligero de comer y los famosos cafés que ahí servian. Mientras esperábamos nuestra comida seguimos platicando de mi apartamento y otras cosas, después llego la comida y mi amiga y yo nos pusimos a comer hasta que Scott me mandó un mensaje donde me decía que los padres de Elena y los nuestros había decidido comer juntos y querían que estuviéramos presentes. Suspiré frustrado y mire a mi amiga.

—hay que irnos Elena– le dije intentando levantarme de la mesa pero ella me lo impidió.

—lo sé, que fastidio, acabo de ver el mensaje– dijo poniendo los ojos en blanco –de perdido deberíamos terminar nuestra comida.

–yo ya casi acabo– la mire sonriendo –tu eres muy lenta para comer.

—¡Oye imbécil! Yo saboreo mi comida, no como tu.

Empece a reírme de mi amiga mientras ella me miraba entre molesta y divertida, siguió comiendo, ahora un poco mas rapido, pedí la cuenta y pague, Elena y yo nos levantamos de la mesa, empece a caminar cuando mi amiga me hablo.

—necesito ir al baño, tu adelantate, no tardo.

Avance hacia afuera y al salir de la cafetería choque con alguien, quede muy sorprendido al ver a Charlie frente a mi, no esperaba verla hasta mañana, ya que había planeado ir a buscarla a la tienda. La salude y ella solo sonrió, nos quedamos observandonos unos momentos y después ella comenzó a caminar hacia mi muy despacio, yo hice lo mismo, tenía tantas ganas de sentirla junto a mi, nos quedamos viendo frente a frente, algo en ella me decia que quería que la besara y justo cuando iba a hacerlo Elena nos interrumpió.

—Chris, nos están esperando, Scott volvió a llamarme.

Voltee a ver a Elena quien iba saliendo de la cafetería con su mirada en su teléfono, después regrese mi mirada a Charlie y esta empezó a caminar despacio alejándose de mí, comencé a seguirla y la tome del brazo.

—oye ¿quieres que te lleve algún lugar?– no quería que se alejara de mi.

—no… hee… no quiero molestar– miro a Elena –ella te espera.

—no es lo que crees, ella no es mi novia, es una amiga Charlie– la acerque a mi –no te alejes de mi, no huyas por favor.

—Chris yo te secuestre, además tu padre… él…– se veía nerviosa, sentía que quería decirme algo pero no se animaba –él jamás permitirá que tengas ningún tipo de relación contigo.

—¿y crees que yo soy de los que necesita el consentimiento de sus padres para hacer algo?

—Chris ¿Quieres que te espere en el auto?– Elena parecía querer darme privacidad, pero yo necesitaba a mi amiga para aclarar algunas cosas.

—dame un momento Elena— voltee a verla, le sonreí y después regrese mi mirada hacia Charlie.

—mírame Chris, ella... -miró a Elena, quien aún me esperaba afuera de la cafetería –ella es el tipo de mujer para ti, yo no.

—ella es mi amiga, nada mas, Elena ha estado conmigo y me apoya, es la única que entiende todo esto y me escucha cuando necesito hablar con alguien.

—yo también puedo escucharte, aunque no lo creas, también quisiera estar contigo y apoyarte en todo, pero sabes perfectamente que no puedo. Chris, yo cualquier dia puedo pisar la carcel, por eso es mejor mantenernos alejados aunque yo no lo quiera.

—odio todo esto– se paso las manos por la cara, estaba frustrada –¿Por que es tan difícil para ti entender que podemos ser amigos? O lo que sea que querramos ser.

—tengo que irme– sonrió triste –ella te esta esperando.

—¡No Charlie! no dejaré que te vayas otras vez, debes escucharme por favor.

Tome a Charlie del brazo con delirio y camine hacia Elena, esta me miraba sorprendida y no sabia que decir, cuando llegue a su lado nos miró con los ojos muy abiertos.

—Elena, me puedes hacer el favor de decirle a mis padres que no podre ir a comer con ellos, tengo que llevar a Charlie a su casa –yo le habia contado todo a Elena, ella sabia perfectamente quien era Charlie y lo que habia hecho, mi amiga me entendía y como le dije a Charlie, ella era de las pocas personas que me entendía –¿me haces ese favor? pero omitiendo el nombre de Charlie.

—Chris…– se veía un poco indecisa –¿estas seguro de esto? sabes como se ponen nuestros padres cuando los plantamos.

—no te preocupes, yo me encargare después– le sonreí cariñosamente –¿me haces ese favor “amiga”?– recalque la palabra amiga para que Charlie supiera que lo que le habia dicho sobre Elena era verdad, necesitaba hacerle entender que entre Elena y yo no había nada.

Elena sonrió ante la palabra, había captado inmediatamente mi intención, movió la cabeza en forma afirmativa, se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla –cuídate– me dijo al oído para que solo yo escuchara y después se acercó a Charlie y beso su mejilla también –es un gran chico, tratalo bien– y con esas palabras se fue. Miré a Charlie y la guíe hasta mi auto, yo había notado que siempre que subíamos en el, ella se ponía muy nerviosa, asi que decidí que fuéramos a mi apartamento, estaba cerca de donde estábamos y ademas nadie nos molestaría y podíamos hablar más tranquilos.

Varios minutos después llevamos a mi domicilio, entre al estacionamiento del edificio y bajamos del auto, caminamos hacia el elevador y entramos en el, marque el 5to piso, ella iba muy callada, se veía asustada y nerviosa, mas que otras veces, era  como si tuviera miedo de mi y eso no me gustaba porque yo jamas haria algo para lastimarla. Por fin llegamos a mi piso y saque las llaves de la bolsa de mi pantalón, abrí la puerta y la invite a pasar, ella se quedo congelada sin moverse.

—entra– le dije con voz dulce –tranquila Charlie yo jamas te lastimaría, lo sabes ¿Verdad?

—yo…– tomé su mano y estaba fría-

—tranquila…

Poco a poco empezó a caminar hacía el apartamento, cuando ya estaba adentro cerré la puerta muy despacio, ella se quedo viendo todo lo que estaba a su alrededor, los muebles tenían sábanas que los cubrían y en la cocina había varias cajas, aún no tenía todo acomodado.

—¿quieres beber algo?– le dije mientras caminaba a la cocina.

—si… por favor.

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora