Capitulo 51

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CHARLIE

–¿estás embarazada?– se llevó las manos a la boca por la sorpresa.

Cuando vi que Chris se había ido llame a Elena, quería platicarle todo lo que estaba pasando, ella es mi única amiga, me sentia tan mal por todo y me hacia falta desahogarme.

—si…– dije con muy poca alegria, y no porque no estuviera feliz, sino porque no era el momento adecuado para un bebe, Chris y yo aún teníamos muchos problemas que resolver en nuestras vidas.

—¿y que van a hacer? digo después de todo lo que me platicaste…

—Chris quiere internarme, voy a luchar para que mi bebé nazca bien y despues yo…

Había tomado la decisión de dejar a Chris y nada me iba a hacer cambiar de parecer, por lo mismo no se lo diría a nadie, no quería que me agobien con preguntas y mucho menos que intentaran persuadirme de mis planes, no soy buena para su vida y no quiero destruir su vida ni la de mi bebe.

—¿despues tu que?

—tratar de llevar una vida normal y criar bien a mi bebe.

—te voy a ayudar en todo lo que pueda pero con una condición, tengo que ser la madrina de ese bebé ¿entendiste?– dijo sonriendo

—no habría pensado en otra persona para madrina de mi bebé– se acercó a mí y me abrazo. –eres mi mejor amiga y solo en tus manos dejaría a mi bebe.

Elena se quedó un rato conmigo y seguimos platicando, al parecer tiene problemas con sus padres por la relación que tiene con Brian, pero ella no piensa dejarlo por nada del mundo, está totalmente enamorada y no se dejará intimidar por sus padres. Más tarde Elena se fue y me quede sola en casa, me puse a limpiar un poco y a preparar la comida, no sabía a qué hora volvería Chris.

CHRIS

El rostro de mi padre era de cinismo, mis palabras no lo había intimidado nada, se levantó de su escritorio y se dirigió a la puerta, la cerró y después volvió a sentarse en su lugar.

—la honestidad no te lleva a ningún lado hijo, siempre debes estar preparado para cosas de este tipo, ¿sabes cuantos años tengo en el mundo de los negocios? más que tu… muchos más.

—no quiero hablar de eso ahorita padre…

—yo si… crees que soy un tonto ¿verdad? todos tus diseños están registrados como mías ¿nunca te diste cuenta? después de tantos años, soy el dueño de todo aqui en vinos Edd, la marca, el vino... Todo, todo aqui me pertenece.

—¿que estas diciendo?– no entendía las palabras de mi padre, pero algo dentro de mi me decía que no era algo bueno.

—todo lo que diseñaste tu y los logros de tus hermanos, están registrados bajo mi nombre, en los anuncios obvio ponía los suyos pero antes la ley la marca registrada de vinos Edd, está todo a mi nombre. Yo no nací ayer Chris, tenía que protegerlos de mujeres como Charlie que solo los buscan por su dinero. Tus y tus hermanos estan bien económicamente gracias a mi.

—¿que estas diciendo? ¿mis hermanos saben esto?

—solo Robert  cuando se casó se lo dije, no sin antes aprobar a la que ahora es su esposa y que firmara un acuerdo prenupcial.

—no lo puedo creer padre… tú...– entonces de pronto entendí todo –entonces todo lo de la madre de Charlie es cierto, ya no tengo duda, era capaz de cualquier cosa.

—si, es cierto, esa zorra era mi amantes y la muy estúpida se embarazó, le dije que se deshiciera del bebe pero la muy imbécil se mato y eso fue excelente para mí, me deshice de dos problemas.

—no lo puedo creer…– me sentí tan mal por haber dudado de Charlie, pero me sentía más mal por todo lo que ella carece por culpa de mi padre y por la maldad que mi padre dejo caer sobre aquella indefensa mujer y su pequeño bebe.

—¿dices que necesitas dinero verdad? me imagino que es para la tipa con la que estas– se levantó de la silla y caminó hacía la caja fuerte –te daré todo tu dinero, reactivare tus cuentas y te devolveré tu coche… con una condición– volteo a verme.

—¿cual?– lo que fuera con tal de tener el dinero para internar a Charlie.

—tienes que dejarla, dale el dinero que quieras para que viva bien… pero alejate de ella.

Sabía que mi padre haría cualquier cosa con tal de alejarme de Charlie, pero no podia dejarla, ella estaba embarazada y yo necesitaba estar a su lado para cuidarla a ella y a mi bebe.

—está bien, ella está enferma y necesito internarla, así que aceptó, jamás la volveré a ver, ahora dame mis cosas.

Era obvio que no dejaría a Charlie, pero necesitaba tiempo para planear algo para estar con ella sin que mi padre se diera cuenta, ahora que estaba embarazada no podía dejarla ni un minuto sola.

—como no confío en tu palabra te iras unos meses a Londres, hay un nuevo proveedor que quiere asociarse con nosotros, tu haras las negociaciones y así te mantendré alejado de ella.

—no por favor, no es necesario te juro que no la vere.

—esa es la condición, la aceptas o no hay dinero para que internes a tu amiguita.

Tenia que seguirle el juego a mi padre, no importaba que me alejara de ella mientras Charlie estuviera bien, asi yo este al otro lado del mundo no iba a dejarla y cuando regresara iba a casarme con ella y quedarme a su lado por siempre.

—esta bien, pero vendré cada mes, solo a preguntar como esta y si esta funcionando el tratamiento, tampoco confio en ti, eres capaz de sacarla de ahí en cuando me vaya.

—ya aprendiste, nunca hay que confiar en nadie– sonrió cínicamente.

Moria de ganas de golpear a mi padre, no podía creer que me dejara manipular por él pero ahora no importaba nada de eso, tenía que pensar en Charlie y en mi bebé. Mi progenitor tomó las cosas de la caja fuerte y me las dio, eran las llaves de mi carro, chequera, tarjetas, la llave de mi apartamento etc.

Salí de la oficina de mi padre y fui directamente con Charlie, le dije a mi papá que me quedaría hoy con ella y que mañana la internaria y después me iría a Londres. Cuando llegue ella está en la cocina preparando algo de comer, me acerqué a ella y la abrace por la cintura y le di un beso en la mejilla, ella me regaló una gran sonrisa.

—¿dónde estabas?– volteo a verme y me abrazó por el cuello.

—fui a hablar con mi padre– suspire –fui a exigirle que me regresara mis cosas, necesitamos dinero para la clínica.

–debio ser dificil– bajo la mirada triste.

—no te preocupes todo estará bien, le dije que lo iba a demandar y me devolvió todo… así que ya no tenemos de qué preocuparnos.

—¿en serio?– vi una pequeña sonrisa en su labios –eso es una buena noticia, te juro que seguiré las instrucciones del doctor al pie de la letra, quiero que nuestro bebé nazca bien.

—lo se, se que lo harás, me debes eso por mentirme– sus ojos se llenaron de lágrimas –no te estoy reprochando nada nena, solo quiero que tu prioridad sea el bebé aunque yo no esté a tu lado, prometemelo.

—¿por que no estarias a mi lado?– parecia asustada.

—no lo se– trate de tranquilizarla –es un decir, solo promételo por favor.

—te lo prometo.

Abrace muy fuerte a Charlie y después la levanté en brazos, la lleve hasta la habitación y comencé a besarla, tiernamente, muy despacio, quería guardar ese momento para siempre y llevarlo conmigo a Londres.

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora