CHRIS
Llegue a la empresa y fuí directo a mi oficina por las imágenes, después me fui a la oficina de Robert, quería verme para que le entregara lo que llevaba avanzado de las etiquetas. Toque la puerta y me dijo que pasara, entre y me senté en unos de los sillones, él estaba en su escritorio con su laptop abierta.
–¿trajiste lo que te pedí?– dijo sin mirarme.
—si, aquí están– coloque las hojas frente a él y volví a sentarme.
—¿Qué pasa? Has estado muy distraído. ¿Quieres ver a un psicólogo?
—¿Un psicólogo?– lo mire confundido –¿Cómo para qué?
—papá dice que tienes estrés postraumático, que por eso estas así– mi hermano por fin volteó a verme.
—¿Que? No, para nada, es solo...– suspiré, no sabía si podía confiar en mi hermano, era muy apegado a mi padre y no quería que hablara con él de mi.
—vamos hermano, dime lo que te pasa, si necesitas ayuda aquí estoy– mi hermano mayor parecía sincero.
—estoy muy confundido ¿Puedo decirte algo? Pero que quede entre nosotros nada más, por favor– necesitaba saber que podía confíar en mi hermano.
—por supuesto, dime.
—no puedo dejar de pensar en la chica que me secuestro, ella es muy frágil y sensible, además nadie me quita de la cabeza que ella tiene una triste historia y una causa de fuerza mayor que la obligó a secuestrarme.
—hermano, eso se llama, Síndrome de Estocolmo
—¿Qué?– no pude evitar reírme antes las palabras de Robert.
—es cuando la víctima desarrolla una relación con su secuestrador…
—se lo que significa– lo interrumpí –pero no es eso…– dude un poco en mis palabras ya que no estaba 100% seguro –ella necesita ayuda, si vieras el lugar donde vive ¡Dios! Era prácticamente un basurero.
—no lo se Chris, creo que te dejaste engañar por esa chica– se paso las manos por su pelo –quien sabe que hubiera hecho si la policía no te encuentra.
—no hermano, yo se que ella no me hubiera lastimado
—por favor, ve con un psicólogo hermano y que él te diga si tienes el síndrome o no.
—no se– coloqué mis manos en mi cabeza en signo de frustración –no le digas a papá por favor, tengo que convencerlo de que retire la denuncia.
—no te preocupes, no lo haré.
—gracias hermano y te prometo que pensaré lo de ir al psicólogo.
—si, por favor.
Me levanté del sillón y camine hacia mi oficina, antes de llegar me tope con Elena, se acercó a mí para saludarme con un beso en la mejilla.
—¿Qué haces aquí?– dije de mala gana, no tenia ganas de hablar con nadie.
—vengo a invitarte a salir– dijo con una gran sonrisa en su rostro.
—Elena– suspiré –habíamos acordado ya no salir.
—si, como pareja, no como amigos– se acerco más y me tomo del brazo para guiarme a mi oficina —vamos, Chris somos amigos y se que has pasado por muchas cosas, dejame apoyarte y ser la amiga que necesitas.
—¿Quieres ser mi paño de lágrimas?– dije juguetón –porque últimamente me hace falta uno a diario.
—si– puso los ojos en blanco –sabes que me agradas mucho y eres una linda persona.
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No debería amarte
RomanceCharlie es una chica con muchos problemas y conflictos, los cuáles la lleva a cometer muchas locuras, pero esas locuras también le trairan buenos amigos y una persona muy especial. 4/Julio/2022 © Queda expresamente prohibida, sin la autorización esc...