FINAL

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CHRIS

2 MESES DESPUÉS

Alba ya estaba en casa con nosotros, al mes que nació la dieron de alta, vendimos mi apartamento y la casa de Charlie y compramos otra casa lejos de la ciudad donde sabíamos que íbamos a vivir mas tranquilos. Mi padre está en prisión por fraude y plagio de mis diseños y de algunos empleados mas, le dieron cadena perpetua así que nunca saldrá de prisión, además de que perdió todo su fortuna; que en realidad no era su dinero, mi padre se hizo rico a base de engaños y mentiras. Tuvo que devolverme todo lo que me pertenecia y mas, y ahora con ese dinero cree mi propia empresa de vinos llamada "Alba" Scott y yo declaramos en contra de él, yo lo hice por mi familia, tenía que asegurarme que no él no le hiciera daño a mi princesa ni que volviera a lastimar a Charlie.

–no puedo creer que Robert  nos dé la espalda– dijo Scott molesto cuando salíamos del juzgado.

—tampoco lo entiendo hermano, pero hay que respetarlo, el tendría sus razones.

—¿vendrás a visitarlo?– pregunto mi hermano curioso, se que a pesar de todo, Scott seguirá frecuentando a nuestro padre.

—no hermano, jamás, por su culpa casi perdido a la mujer que amaba– dije molesto –si él nunca hubiera ido a ver a Charlie… ella hubiera tenido un parto normar y no hubiera estado en riesgo de morir. Pero si tu quieres verlo, por mi no te detengas, a pesar de todo es nuestro padre.

—me da lastima hermano, mamá dice que está muy mal, y yo...

—esta bien Scott, por mi no hay problema si vas a visitarlo.

—gracias hermano, se que muy dentro de ti aún te preocupa, pero te entiendo perfectamente. Yo me ocupare de el y sus necesidades.

—si necesitas dinero para él, dimelo, te dare lo que ocupes, pero no se lo menciones por favor,  lo prefiero así.

—como tu digas hermano.

Dos días después...

La casa se veia mas hermosa que otros dias, Charlie la decoró con mucho amor y paciencia, era el dia que íbamos a bautizar a nuestra pequeña Alba. Elena, Brian, la señora Betty, mi madre y Scott nos acompañaban en este dia tan especial para nosotros. Solo faltaba mi hermano mayor, pero Robert no nos dirigía la palabra desde que papá termino en prision y no entendiamos porque seguía molesto, al final de cuentas tratamos de no perjudicarlo pero a él no le importo. Elena y Charlie cambiaba de ropa a Alba mientras yo me ponía un traje.

—¿se puede?– dijo Brian tocando a mi puerta.

—si pasa…

—las chicas están desesperadas, Charlie casi se vuelve loca cuando no encontraba un zapatito de Alba, por eso hui de ellas.

—que mujeres tan impacientes… ¿como soportamos todo esto?– dije juguetón.

—porque las amamos– sonrió –tanto, que ayer le pedí a Elena que se casara conmigo.

—¿en serio?– dije sorprendido.

—si… 

Me acerque a él y lo abrace, estaba muy feliz por ellos. Charlie y yo habiamos decido esperar un poco para casarnos, pero la verdad yo moria de ganas por convertirla en mi esposa.

—les deseo lo mejor– lo solté y vio mi cara de tristeza.

—hey, ánimo, algún día ella aceptará casarse conmigo.

—si lo se, creo que ella aun tiene algo de miedo, a veces por las noches la escucho llorar y solo la abrazo para consolarla. Charlie paso por muchas cosas y ahora que podemos ser felices su miedo no la deja sentir esa felicidad al 100% y eso me pone mal amigo.

—lo se Chris…

—¿porque tardan tanto?– Charlie entro a la habitación sin tocar con mi nena en brazo —esta jovencita ya esta lista y ustedes demoran mucho.

—nos estamos dando amor cariño– Brian me abrazo y beso mi mejilla.

—¡Oye! Deja a mi hombre– grito Charlie juguetona.

Me solte del agarre de Brian y camine hacia Charlie y le di un beso en los labios —dame a mi princesa– cargue a mi bebé y la acerque a mi pecho.

—vamonos se nos hará tarde.

Salimos de la casa y nos dirigimos a la iglesia donde seria el bautizo de mi princesa, la iglesia estaba adornada con hermosas flores blanca. Elena le había comprado un hermoso ropón blanco y le puso en la cabeza una linda diadema de flores. Mi nena se veía hermosa. Charlie se veia nerviosa pero feliz.

Entramos a la iglesia y empezó la ceremonia, una hora más tarde nos fuimos a un restaurante a comer, no quisimos hacer fiesta aún estaba reciente lo de mi padre y Charlie seguia recuperándose, no nos sentíamos de ánimos para estar enfrente de gente que no le importa lo que estuvimos sintiendo.

—quiero brindar por este hermoso angelito que llegó a nuestra vida, espero que este sea el inicio de una nueva etapa para ella y sus padres, sin tristezas y lleno de mucho amor– dijo mi amiga levantando su copa.

—gracias Elena -yo tenía en brazos a Alba –de ahora en adelante todo saldra bien, porque estamos juntos– mire a Charlie –gracias nena, por darme este hermoso regalo y por llegar a mi vida, gracias por secuestrarme aquel día.

—te amo– dijo Charlie con los ojos húmedos.

Cuando terminamos de comer todos se despidieron, quería estar un momentos a solas con mi familia, así que las llevaría a un lugar que se había convertido en un lugar especial para mi. Antes de irme con mi familia fuimos a casa y los tres nos pusimos ropa comoda. Salimos de la casa nuevamente y nos subimos al auto, después de algunos minutos llegamos al lago donde traje a Charlie antes de internarla en la clínica. Bajamos del auto y tome a Alba entre mis brazos Charlie se quedo viendo el lago, sabia que este lugar también era importante para ella, se bajo del auto sin decir nada y yo camine con ella hacía la orilla del lago.

—mira nena, aquí vine con tu madre ante de que nacieras– me senté en el tronco caído de un árbol y Charlie se quedo de pie a mi lado –vendremos aquí seguido– mire a Charlie –este lugar es magico y se que nos traerá muchas alegrías.

—gracias Chris, se que hemos cruzado un camino difícil, pero ella ha valido la pena– acaricio la mejilla de Alba –aqui en este lugar especial quiero decirte que, si tu aun no cambias de opinión, quiero casarme contigo Chris...

—¿En serio?

—si amor, perdoname por sentirme indecisa, pero era por mi, no por ti, te amo y quiero pasar el resto de mi vida contigo.

—tambien te amo y obvio muero por casarme contigo.

Alba dio un gran bostezo y levantó su mano para tocar mi mejilla, acerque mi rostro y ella comenzó a mover su mano de arriba a abajo como si me acariciara. Una lagrima rodo por mi mejilla era el hombre más feliz del mundo al lado de esta hermosa criatura y mi mujer.

—gracias Charlie, por darme esta hermosa nena…

—gracias a ti por amarme...

FIN

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora