Capitulo 19

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CHARLIE

—sabes que siempre me has gustado Charlie, ahora que tengo la oportunidad voy a hacerme mía.

—por favor, no lo haga, se lo ruego– mi llanto era suave pero lleno de dolor.

—eso es, súplica, me gusta que supliques.

Mi jefe me empujo a una área donde nadie pasaba y tampoco habia camaras, me pegó contra la pared y empezo a besarme a la fuerza. Yo forcejeaba, pero él era más fuerte y era imposible quitarmelo de encima. Dentro de mi rogaba para que alguien llegara o se arrepintiera de lo que iba a hacer, pero nada de eso pasaba.

—¡Dios Charlie! Eres tan dulce.

—por favor– susurré sin fuerzas.

Aquel hombre rompió mi blusa y me quito el sostén, empece a manotearlo pero el me dio un puñetazo en la cara que perdí el equilibrio y cai de rodillas. Todo estaba perdido, esto iba a pasar y nadie lo podía impedir, de pronto una voz conocida llamo mi atención.

–esto no fue tu culpa– la voz se iba acercando despacio.

—¿Que?– susurre, de pronto ya no estaba en el piso.

—eres una mujer muy valiente y no debes dejar que esto te quiebre, podemos ser felices Charlie.

El rostro de Chris apareció de entre la oscuridad, sus hermosos ojos azules brillaban como dos joyas preciosas y su sonrisa aliviaba mi corazón. Se acerco a mi muy despacio y me abrazó.

—todo estará bien Charlie, te lo prometo.

—no me dejes sola Chris.

—nunca nena.

Abrí los ojos y sentí lágrimas en mis mejillas, acaba de tener una pesadilla que se transformó en un sueño hermoso. Hace mucho tiempo no había soñado algo lindo, pero eso ya cambio, ese sueño me daba esperanza de que algún dia olvidaria mi pasado y aprendería a ser feliz.

Me levanté de la cama con una sonrisa, me duche y me puse ropa limpia. Salí de mi habitación y camine hacía la cocina, quería preparar algo para desayunar. Mire el reloj y vi que eran las 6 de la mañana, tenía el tiempo justo para desayunar he ir al apartamento de Chris para limpiarlo, decidí comer un cereal para no perder mucho tiempo.

Antes de salir le deje una nota a Betty para que no se preocupara por mi. Tome un autobús y me fui directo a la casa de Chris. Minutos después ya estaba en la zona recidencial, llegue primero a una tienda de autoservicio y compre cafe y donas, después me dirigí al edificio de apartamento y subí hasta el 5to piso. Aun era muy temprano, pero tenía que irme a trabajar, así que debía darme prisa. Toque la puerta despacio, pero no obtuve respuesta, volví a tocar pero esta vez un poco mas fuerte y por fin escuché movimiento en el apartamento, minutos después la puerta se abrí, Chris estaba despeinado y vestía solo pantalón de pijama, su torso definido estaba desnudo y no pude evitar mirarlo, era perfecto.

—¿Puedo ayudarte en algo?– Chris tenia una sonrisa de oreja a oreja.

—hee... yo...– estaba nerviosa por tenerlos frente a mi semidesnudo.

—mis ojos estan aca arriba, en mi rostro.

—si, perdon... yo no– voltee a ver a todos lados menos a Chris.

—ven aca– se acercó a mi y me abrazo –no estes nerviosa, solo es un cuerpo.

—no Chris, es el cuerpo mas hermoso que jamás he visto.

Chris beso mi cabeza y entramos al apartamento, deje las cosas en la barra mientras él se ponía una playera, cuando regreso se sentó en uno de los banquillos y le di uno de los vasos de café.

—no pensé que fueras a venir.

—lo siento, es que no quiero faltar al trabajo, Betty se quedaría sola y estos días hay mucho trabajo.

—eso habla muy bien de ti— se puso de pie, se acercó a mi y beso mi mejilla.

—sabes, anoche soñe contigo.

—¿En serio?– dijo sorprendido –¿Que soñaste?

—tu me salvaste.

—ojala no fuera un sueño, quisiera salvarte de tus miedos.

—lo estas haciendo, ese sueño comenzó como una pesadilla y después se transformó en algo hermoso.

—me alegra poder ayudarte aunque sea en sueños.

Chris terminó de desayunar y fue a ducharse, cuando estubo listo, salio de nuevo a la cocina, lucia un traje negro a la medida y se veía espléndidamente guapo.

—no quiero ir a trabajar, quiero quedarme aqui contigo– dijo fingiendo una cara triste.

—habíamos hecho un trato– sonreí –si no te vas a trabajar yo no podré acomodar y limpiar tu casa y no iremos de compras.

—quisiera estar contigo todo el dia.

—te prometo que un día entero lo pasaremos juntos y solos– me acerque y lo abrace –tu me haces sentir a segura y…– agache la mirada –quisiera poder hacer algo por ti, ya que tu haces demasiado por mi.

—oye, tu sola presencia me hace muy feliz, no necesitas darme nada ni hacer nada, lo unico que quiero es poder cuidarte.

—gracias Chris, por todo.

Chris me beso y después se despidió de mi, salió del apartamento y yo me quede sola para poder limpiar antes de irme a la cafetería.

Me recogí el cabello y empece moviendo las sábanas de los muebles, no estaba tan sucio, era mas lo que habia desordenado. Chris tenia una hermosa lavandería, muy completa y muy fácil de usar. Metí todas las sábanas que le quité a los muebles y después las metí a la lavadora. Tome la aspiradora y me su a limpiar las alfombras.

No se porque limpiar me daba tranquilidad, además de un poco de felicidad, no se si era porque todo esto era para Chris o porque estaba realmente sintiendo que era útil para él. La verdad no importaba las razones, me gustaba ayudarlo aunque fuera en algo significante.

Toda la mañana me la pasé limpiando, ya casi se aproximaba la hora para irme a la cafetería y rogaba porque Betty hubiera visto mi recado, no quería preocuparla otra vez y habia olvidado anotar el número de la casa para poder llamarla. Suspire despacio y me fui a la cocina para limpiar rápidamente todo lo que estaba ahí.

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora