Capitulo 13

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CHARLIE

Antes de irme a la cafetería me puse a limpiar mi casa, habitación  o lo que sea, el lugar era pequeño, pero muy lindo y agradable. La verdad es que no me importaba el tamaño, sino que ya no pasaba frio y también que los malos olores se habían ido. Ahora era más limpia, ordenada y responsable, estaba muy agradecida con Betty y no queria defraudarla, ademas de que no queria que Chris me volviera a ver como antes, habia nacido una nueva Charlie, una que se alejaría de los problema y trataría de salir adelante poco a poco.

Cuando termine mis quehaceres, ayude al señor Benjamín a prepararse el desayuno y lo deje comieron, después me fuí a la cafetería, Betty ya estaba ahí porque tenia que recibir algunas mercancías, entre al local y saludé de beso a mi amiga.

—te vi antes de salir se casa– me sonrió –andabas muy activa.

—si, necesitaba limpiar un poco, tanto física como mentalmente, tu sabes.

—me alegro mucho, estoy muy orgullosa de ti, en estos pocos dias me has demostrado que tienes ganas de salir adelante.

—todo te lo debo a ti, jamás tendré como pagarte lo que haces por mi.

—no tienes que agradecer, ademas me ayudas mucho con mi esposo, con eso me dos mas que pagada.

—es lo menos que puedo hacer, ustedes se han portado de maravilla conmigo.

Comencé a trabajar como todos los días, pero hoy mas animada que otras veces, podía ver a lo lejos un rayo de esperanza en mi vida y empezaba a soñar que tal vez algún dia tendría una vida normal y sin tener que esconderme. Betty y yo acomodabamos panecillos y donas en la vitrina. Yo le había dado la idea a Betty de meter mas productos, galletas, mas pan y hasta algunos sandwiches y gracias a dios todo estaba funcionando muy bien.

—creo que voy a contratar a alguien mas– me dijo Betty de pronto –¿Estas de acuerdo?

—es tu negocio Betty, no tienes que pedir mi opinión– de pronto me asuste –¿O vas a despedirme? ¿Hice algo mal? Por qué yo...

—no nena, tranquila– me sonrió –estos últimos dias hay mas trabajo y pensé que nos caería bien mas ayuda.

—¡Oh dios! Por un momento pensé...

—no te preocupes, jamás te despediría, te he tomado mucho cariño hermosa.

—yo también a ti Betty, eres casi como... mi madre.

Baje la cabeza para que no viera mis ojos llenos de lágrimas, lo que le habia dicho a Betty era cierto, ella era como una madre para mi, había hecho mas cosas por mi que mi propia madre, la persona que debería amarme prefirió quitarse la vida frente a mi y dejarme con esa imagen de por vida.

A las 7 en punto Chris estaba afuera de la cafetería, me despedí de Betty y salí con una sonrisa. Cuando Chris escucho la puerta abrirse volteo a verme, su sonrisa iluminaba todo mi día, solo al verlo creia que todo iba a estar bien.

—Hola– su voz gruesa, pero sexy, erizo mi piel.

—Hola.

—¿Como estas?– me miro a los ojos –te vez diferente, tus ojos tienen un hermoso brillo.

—estoy bien, es solo que se podría decir que soy un poco feliz– baje la cabeza apenada –si no fuera buscada por la policía, seria totalmente feliz.

—tranquila, yo me encargaré de eso.

Chris y yo comenzamos a  caminar , pensé que tomaríamos el autobús pero no fue así, se acercó a un auto y abrió la puerta del copiloto.

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora