Capítulo 29

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CHARLIE

La noche se fue rápido, Nora y yo platicamos sin parar, Brian se había despedido cuando se terminó su turno, pero esta mañana se acercó a saludarnos muy temprano. Empezaba a dolerme un poco la cabeza, la falta de sueño y mi mente llena de ideas locas no me favorecen en nada. Desde ayer no había visto al detective Rodríguez y no sabía nada de lo que pasaría conmigo.

Betty vino a visitarme muy temprano, me trajo comida y un suéter para abrigarme, la note muy preocupada, pero trate de darle aliento y sonreír para que ella se sintiera mejor. Me dolió ver sus preocupación, ella es una buena mujer y no tiene porqué andar pasando por esto y mucho menos visitarme aqui en la cárcel. Jamás podría pagarle todo lo que ha hecho por mi, sin yo merecerlo. Cuando se fue le dije que no era necesario venir a verme todos los dias, no queria que descuidara su negocio y mucho menos a su esposo, pero Betty se nego rotundamente a mi petición.

–¿en que piensas?– dijo nora de pronto.

—nada, solo desearía salir de aquí.

—yo también, pero no creo que mis papas paguen la fianza, desde que estoy con Max no me hablan, nunca les agradó.

—Nora, acércate a ellos otra vez, alejate de ese hombre, puede hacerte mucho daño.

—la mujer que vino a visitarte ¿Es tu madre?

—no, pero es casi como una, ella me ha ayudado mucho.

—se nota que te quiere mucho y se preocupa por ti.

—asi es, por eso te digo que busques a tus papás, yo se lo que es crecer sin dos padres ¿No los extrañas?

Nora apenas iba a contestar mi pregunta, cuando un policía abrió la celda y le dijo a mi acompañante que lo siguiera, ella me vio un poco asustada y yo le hice un gesto tranquilizador, se quitó la manta que la cubría y salió de la celda. El policía cerró la puerta y tomó del brazo a Nora, ambos caminaron y se perdieron de mi vista, estaba un poco preocupada por lo que pasaría con ella.

—sus padres están aquí, al parecer se la llevara a su casa– dijo Brian al momento que se acercaba a la celda.

—me alegro mucho, justo hablabamos de ellos, que bueno que vinieron por ella y ojala no cometa el mismo error de volver con ese hombre.

—hablando de hombres, abajo esta el chico que te vino a ver ayer, esta con otra chica que por cierto esta hermosa– suspiró –¿ellos son novios? ¿ella es tu amiga?– su voz estaba cargada de emoción, creo que la chica que acompañaba a Chris lo había deslumbrado.

—¿que? no se a que chica te refieres– me puse nerviosa ante las palabras de Brian, ¿quien era la chica que iba con Chris? ¿y para qué demonios la había traído?

—¡ay vamos! ¿no sabes quien es? o no me la quieres presentar– dijo sonriendo.

—te juro que no se quien es.

—¿pero ellos no son novios o si– dijo mortificado.

—no lo se– mi mirada era triste –yo espero que no.

Brian entendió mis palabras y se quedó callado, no era mal chico, solo era demasiado entusiasta, me miro y pronto vi que estaba apenado.

—lo siento Charlie, ¿soy un idiota verdad? Ese chico te gusta ¿No es así?

—si Brian, me gusta mucho, pero no te preocupes, tu solo querias saber si conocía a la chica– trate de tranquilizarlo.

—soy un idiota, dilo– sonrió.

—ok, eres un idiota.

—¿sabes que te puedo mantener aquí mucho tiempo?– señaló la celda –le estas faltando respeto a la ley– dijo fingiendo estar ofendido.

—lo siento señor policía, pero solo digo la verdad– dije burlona.

Brian comenzó a reír y yo hice lo mismo, su presencia me hacía mucho bien, por momentos hasta olvidaba donde estaba. De pronto me paralice al ver al detective acercarse a mí, sus facciones no me decían nada pero su sola presencia me ponía las piernas a temblar. Esperaba que trajera buenas noticias, pero otra parte de mi tenía miedo de que viniera a decirme que ya no saldría de aquí jamás. Se acerco a nosotros y miro a Brian quien aun seguia junto a mi celda.

—Brian ¿puedes abrir la puerta? necesito hablar con Charlie– Brian lo miró serio y movió la cabeza en forma afirmativa, se veía que le tenía mucho respeto.

Brian abrió la celda y el detective entró, me tomó del brazo y me guió fuera de ella, comenzamos a caminar por unos de los pasillos hasta que llegamos a una puerta, el detective la abrió y me hizo pasar primero, era una sala de interrogatorio. Me senté en una silla que estaba frente a una mesa y él se sentó en la otra quedando frente a mi.

–ok señorita, necesito que me diga la verdad de lo que paso con Chris Edwards.

—es que yo…– baje la mirada –cometí un error… una chica como yo no debió...

—enamorarse de un chico como Chris ¿verdad?– dijo de pronto.

—yo– estaba confundida con las palabras del detective –lo siento…– no sabia que decir, asi que solo me disculpé.

—el joven me dijo toda la verdad, que pensaban fugarse y que él estaba molesto con su padre por no dejarlo tener una relación con usted, también sé que usted no hizo la llamada al papá de Chris.

—estoy muy avergonzada– no sabia de que habla el detective, pero era obvio que Chris había mentido para protegerme y si yo lo delataba el terminaria en la cárcel también.

—no sienta vergüenza, el amor nos hace cometer tonterías– suspiro cansado –tengo que arreglar unos papeles, esto es solo un problema familiar y usted no tiene porque estar aquí encerrada, tardaré unos minutos y después usted será libre.

Mi corazón se acelero cuando escucho las palabras del detective, iba a recuperar mi libertad y todo gracias a Chris, él lo había prometido y lo cumplió. Toda la pesadilla del secuestro por fin habia acabado, levante la cabeza hacia el aire y en silencio le di las gracias a dios. No pude evitar que mis lágrimas brotaran, pero esta vez eran de felicidad, Chris me habia sacado de la cárcel y yo le iba a vivir eternamente agradecida.

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora