Capítulo 42

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CHRIS

Por fin Charlie había despertado, el médico dijo que eso era una buena señal, ya todo dependía de ella y sus ganas de mejorar. Betty me pido verla, estaba demasiado asustada por lo que le había pasado. Elena también se muere de ganas por verla y dejaré que lo haga, el doctor me dijo que podía quedarme con ella toda la noche así que es lo que planeaba hacer. De ahora en adelante no cometeré el mismo error de dejarla sola, no importa lo que diga mi padre o medio mundo, yo estaré con Charlie.

—te dije que despertaría–dijo mi amiga quien estaba sentada a mi lado.

—lo se y soy el mas feliz por eso– le sonreí –pero ¿que tal tu y brian? 

—¡Dios Chris! El me gusta mucho, ya somos novios, estoy muy feliz Chris– de pronto recordó algo y su cara cambió, se puso triste.

—oye ¿que pasa?– le di un cálido abrazo –¿Esta todo bien?

—no, tengo miedo– suspiro –no quiero pensar cómo reaccionaran mis padres cuando se enteren, se muy bien que ellos no verán con buenos ojos mi relación.

—Elena, no dejes que eso te ponga triste, si lo quieres lucha por el.

–mira quien habla– alzo una ceja –el chico que dejo ir a la mujer que quiere sólo por las palabras de su padre, ni siquiera sabes si todo lo que te dijo era cierto y aun así la dejaste ir– cada que tenía oportunidad, Elena me reclamaba por lo que había pasado aquella vez en mi apartamento cuando Charlie se fue y yo no la seguí.

—ya te dije mil veces que cometí un error, un estúpido error, pero eso jamás volverá a pasar, ahora que estuve a punto de perderla me di cuenta que la amo y jamas la dejare ir.

—eso espero, porque ella se merece lo mejor y si la vuelves a lastimar, yo misma te haré pagar su sufrimiento ¿Te quedo claro imbécil?

—si Elena– reí –muy claro.

Betty salió de la habitación e inmediatamente Elena entró en ella, la señora se acercó a mi. Habia tenido muy poco trato con ella, pero lo poco que la conocía sabia que queria mucho a Charlie y se preocupaba tanto por ella como yo, era una mujer dulce pero cuando era necesario sacaba su carácter fuerte. Como el día que le avise del accidente, ella pensó que Charlie estaba conmigo ese día y casi me mataba por permitir que le pasara ésto, ya después le aclare todo y se disculpo conmigo.

—Chris, otra vez discúlpame por agredirte ese día, me asuste tanto que me altere.

—no te preocupes, eso ya quedo olvidado, entiendo perfectamente ti reacción– le sonreí –se que te preocupas por ella y creeme si yo hubiera estado en tu lugar creo que hubiera hecho lo mismo, eres como una madre para ella.

—Charlie no tiene a nadie y desde que la conocí me inspiro mucha ternura– su mirada se volvio triste –jamas pude tener hijos, creo que enfoque todo mi amor de madre en ella, ambas nos necesitábamos, ella me necesita como una madre y yo la necesito como una hija.

—lo se, me alegra que se tenga la una a la otra y le prometo que doy en adelante no la dejare sola, la cuidare y la ayudaré en todo lo que ella me permita.

—por favor, no la vuelvas a lastimar, ella es una chica muy sensible y merece ser feliz, al igual que tu.

Asentí con la cabeza, la mujer me dio su mano y yo la estreche, después ella se retiro con la promesa de que volvería mañana y todos los días. Elena salió de la habitación minutos después, ya era tarde así que me dijo que se iba a casa a descansar. Entre a la habitación de Charlie y cerré la puerta ya nadie nos interrumpiría. 

—¿cómo te sientes?– camine hacia ella y me senté a su lado –¿Necesitas algo?

—no gracias, solo me duele el brazo, el doctor dijo que no podré moverlo en un tiempo– su rostro se veía cansado pero no dejaba de lucir hermosa –pero no tienes que quedarte, ve a descansar y mañana nos vemos.

—no, yo... no quiero dejarte sola –baje la mirada triste y rasque mi nuca nervioso –perdoname Charlie… nunca debí… soy un estúpido.

—no te preocupes– levante mi rostro cuando escuche esas palabras y vi una hermosa sonrisa que se dibujaba en el cara de Charlie –quiero dejar el pasado atrás y empezar de nuevo ¿te parece? Quiero olvidarme de todo, quiero ser feliz.

—si, por su puesto, cuando te den de alta te llevaré a mi apartamento.

—No Chris– levantó su mano sana y acaricio mi mejilla –voy a volver a la que era mi casa, Elena me ayudara a conseguir algunas cosas y también se ofreció a ayudarme a limpiarla, quiero reconstruir mi casa y mi vida– su mirada estaba llena de esperanza, era como si otra Charlie hubiera despertado.

—y… ¿puedo ayudarte?– dije nervioso, aún faltaba por saber qué pensaba de nosotros –¿Me dejarías visitarte?

—por supuesto, eres bien venido siempre. 

—perfecto– me quedé en silencio un momento, no sabía cómo preguntarle qué pasaría con nosotros, tenia miedo de que ella me odiara por lo que paso –Charlie… yo…pensé que te perdería, cuando te vi tirada yo... eso me ayudo a descubrir que te amo Charlie, mas de lo que yo llegue a imaginar– tome su mano y acaricie su pulgar –¿estás dispuesta a darme una oportunidad después de lo que paso con mi padre?

Ella no respondió, el miedo a perderla se hacía cada vez más grande, quería que me perdonara por no creer en ella, pero nunca había pensado que pasaría si ella no lograse perdonarme. Nuestras miradas estaban fundidas, mi pulso se aceleró y mis manos comenzaban a sudar. 

—si Chris, porque yo también te amo y quiero estar contigo.

—¿de verdad?– Charlie movió la cabeza para decir que si, me acerque a ella y tome su rostro para besarla muy despacio –el miedo a perderte me hizo entender lo que siento por ti– le dije cuando me separe un poco de ella.

—dejemos todo atras, por favor, empecemos de nuevo, también cometí errores. De ahora en adelante hay que dedicarnos a ser felices.

—me parece una excelente idea.

—te amo Chris.

—tambien te amo Charlie.

No debería amarte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora