Capitulo 18

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CHRIS

Nos pasamos toda la tarde platicando hasta que nos sorprendió la noche, Charlie se veía un poco más relajada de cuando llegamos a mi apartamento y me gustaba verla asi, sin preocupaciones, sin tristezas y sin lágrimas en sus ojos. Charlie se levantó del sillón y tomo sus cosas.

—tengo que irme, Betty debe estar preocupada.

—deberías tener un teléfono, asi podrías comunicarte con ella y viceversa.

—si lo se– sonrió –pero por ahora no puedo comprarlo ¿Me llevas a casa por favor?

—si, claro que si.

Me levanté del sillón y tomé mis llaves y mi celular. Charlie y yo salimos del apartamento y nos subimos a mi coche, en el camino le platicaba a Charlie sobre la nueva marca de vinos y las etiquetas, ella me escuchaba atentamente. Varios minutos después llegamos a la casa donde ella estaba viviendo, bajamos del auto y la acompañe hasta la puerta.

—¿Entonces nos vemos mañana?– le dije tomando su mano.

—si, voy a ir temprano a limpiar, después regresare al trabajo y en la tarde nos vamos de compras ¿Estas de acuerdo?

—la verdad no– dije serio –pero no tengo otra opción ¿O si?

—no, creo que no...

Su sonrisa me encendía el corazón, quería abrazarla y nunca soltarla, me acerque a ella para besarla, pero antes de hacelo, una mujer un poco mayor abrió la puerta y nos tomo por sorprendida a Charlie y a mi.

—¡Dios santo niña! ¿Donde te habias metido?– la mujer parecía preocupada –demoraste demaciado, dios no sabia donde buscarte.

—perdoname Betty– Charlie sonrió arrepentida –Chris me invitó a tomar algo y se me fue el tiempo.

—¿Eres el famoso Chris?– volteo a verme –¿Que le haces a esta niña? Se la pasa todo el día hablando de ti.

—¡Betty!– Charlie se tapo la cara apenada.

—ella me dijo que eras guapo, pero se quedó corta.

—¡Por dios, basta!

No pude evitar reírme, Betty se estaba divirtiendo a costa de Charlie y ella se moria de la vergüenza. Creó que era un castigo por haberla asustado y llegar tarde a casa. La mujer seguía hablando, mientras mi hermosa chica no sabia donde ocultarse.

—y dime galan ¿Ya le pediste que fuera tu novia?

—¡Betty!– Charlie tomo a su amiga del brazo y la trato de empujar hacia adentro de la casa –por favor Chris, disculpa a esta terrible mujer, no ha tomado su pastilla de la menopausia.

—y tu no has tomado tus pastillas para las hormonas, porque se ve que las traes alborotadas.

Solté una carcajada con las palabras de aquella dulce señora, Charlie dejo de pelear y suspiro, Betty parecía satisfecha con su trabajo, me guiño un ojo y entro a la casa. Charlie me miro apenada y se encogió de hombros.

—lo siento...

—esta bien, me divertí mucho y creo que ella se desquitó por tu llegada tarde.

—si lo se, pero mañana me las pagara– sonrió –bueno, tengo que entrar a matar a alguien ¿Nos vemos mañana?

—claro– me acerque a ella –¿Me permites besarte?

—por favor.

La tomé de la cintura y la pegue a mi cuerpo, comencé a besarla, aunque un poco mas intenso, queria que poco a poco ella dejara de temer, asi que había pensado en que cada beso subiría la intensidad poco a poco. Me separe de ella y pegue su frente con la mía.

—crees que algún día se haga realidad lo que Betty dijo– mi voz era muy suave.

—¿Que cosa?– pregunto confundida.

—que seas mi novia...

—Chris... no sabes lo que dices.

—claro que si, pero ya te lo dije en mi apartamento, no te voy a obligar a nada, cuando este lista, quiero que me lo digas ¿Esta bien?

—si... esta bien.

Le di otro beso corto y la vi entrar a la casa, me gustaba pensar que todo iba a estar bien y que Charlie iba a superar sus miedos. Me subí a mi auto y me fui a mi apartamento, ya era tarde, asi que llegue, me quite la ropa, me puse una pijama y me metí a la cama, el recuerdo del beso con Charlie invadió mi mente, cerré los ojos y me puse a imaginar como seria hacer el amor con ella, tocar su piel, besar sus pezones. Mi pene empezó a cobrar vida, solo la imagen de Charlie podía provocar una enorme erección en mi, suspire escandalosamente y baje mi mano a mi miembro, empecé a masajearlo mientras recordaba los labios de Charlie sobre los míos. Mi respiración se acelero y empece a mover mi mano mas rápido, desearía que fuera su boca, pero por le momento tenia que conformarme con esto. Después de algunas sacudidas mas, me corrí en mi mano, solté un gran gemido mientras me vaciaba por completo.

Ahora mas que nunca estaba seguro de que tenia que cuidar a Charlie y evitar a toda costa que mi padre la encuentre o la policía, no iba a permitir que nadie la lastimara porque me habia dado cuenta de que me estaba enamorado de ella y ya no tenia dudas. 

Cerré los ojos y poco a poco me quede dormido, me deje llevar por un sueño hermoso, uno donde Charlie y yo podemos estar juntos, sin miedos, sin acusaciones, sin presiones, ni preocupaciones. Un sueño donde podía hacerle el amor y demostrarle lo que siento por ella de una manera física, donde podía hacerle sentir lo que significaba para mi poder tocar su piel y que ella me tocara con sus dulces manos. Un sueño donde nadie se interpondrá entre nosotros, donde nadie nos diga que estar juntos esta mal o que los sentimientos no son reales, un sueño donde nos podíamos amar libremente, porque si lo podía soñar, se podía hacer realidad ¿O no? Iba aferrarme a ese sueño mas que nada en el mundo, lo iba a hacer realidad, haría todo lo posible porque mi sueño con Charlie se cumpliera y pudiera amarla y darle una vida digna, protegerla de todos y de todo, me iba a aferrar con mi alma y mi cuerpo a ese sueño, porque era lo único que me quedaba.


 

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