No debería amarte

Capítulo 40

ELENA

Me sentía tan culpable de que Charlie estuviera en ese estado, Brian y Chris me repetían mil veces que no era mi culpa, pero no era fácil pensarlo de ese modo. Ya había pasado 15 días desde que se incendió el bar donde mi amiga salió lastimada. Aún está en cuidados intensivos, aspiro mucho humo, su pierna no estaba tan grave como parecía, pero su brazo si, tuvieron que operar varias veces. Por otra parte tuve que ir a la casa de la señora Betty para avisarle lo que habia pasado, la señora se puso muy mal y tuve que llamar a un medico ese dia para que la checara, solo se le habia subió la presión por la noticia, pero fue algo que también me hizo sentir mal. Chris ha estado al pendiendiente de todo, no se ha separado de ella ni un momento, un día tuve que obligarlo a que se fuera a casa a bañar y a comer algo. Brian también viene cuando no está trabajando, su compañía me hace mucho bien.

—¿has comido algo?– dijo Brian sentándose al lado mio en la sala de espera.

—aún no, Chris tuvo que salir y no me moveré hasta que regrese– Brian pasó su brazo izquierdo por mis hombros y me atrajo a él.

—cuando llegue te llevare a comer algo– me beso la cabeza.

Estos 15 días he estado muy unida a Brian y no puedo negar que me gusta, mas de lo que yo pensé, es un gran hombre y un gran amigo. Muero de ganas por besarlo pero creo que este no es el momento indicado, pero cada que tiene oportunidad me besa la mejilla o acaricia mi rostro, espero que cuando pase todo esto lleguemos a ser más que amigos.

—gracias– voltee para verlo a los ojos, el me miro también –Brian yo…

No me dejo terminar de hablar, levanto mi rostro con sus dedos pulgar e índice, se acercó más a mi y me beso, había deseado esto tanto tiempo que me perdí en el beso. Cuando nos separamos me regaló una gran sonrisa.

—me gustas Elena, se que no es el mejor momento pero, si sientes lo mismo por mi, me gustaría que aceptaras salir conmigo– su mano aún seguía en mi rostro.

—¿solo salir?– dije fingiendo molestia –esperaba algo más…

—¡Oye! No soy chico facil, primero invitame a salir y después veremos si te doy el si.

—eres un…

Volvió a besarme antes de que terminara la frase, ¡dios! Este hombre me volvía loca con sus besos, un tos fingida nos interrumpió, nos separamos y vimos a Chris delante de nosotros. No pude evitar sentirme apenada con el.

—¿interrumpo algo?– dijo sin poder ocupar una sonrisa.

—no… yo…– no se porque estaba tan nerviosa.

—tranquila, no hacían nada malo, solo casi tenían sexo en la sala de espera de un hospital– comenzó a burlarse.

—eres un idiota– no pude evitar reirme con él.

—ya, hablando en serio, me alegro mucho por ustedes– bajo la mirada triste –iré a checar si me permiten ver a Charlie.

Desde que ella está en el hospital, Chris solo la ha visto dos veces al igual que yo, los doctores han sido muy meticulosos. Mi amigo cada día se ve más triste, no me lo quiere decir pero se que esta perdiendo las esperanzas y no quiero dejar que eso pase, yo se que Charlie saldra bien de todo esto, tengo fé.

—todo estará bien– me separe de Brian y me levanté de la silla para abrazar a Chris– nosotros iremos por algo de  comida ¿quieres algo?

—no gracias, estoy bien, ustedes vaya a comer no se preocupen por mi

Bese la mejilla de Chris y Brian le dio un apretón de manos, caminamos a la salida del hospital. Brian me abrió la puerta de su coche y entré en el, después el rodeo su auto e hizo lo mismo. 15 minutos más tarde estábamos en un pequeño local de comidas caseras, jamas habia pisado un lugar así, yo soy mas de restaurantes y esas cosas, pero el lugar se veía interesante.

—aquí se come delicioso– dijo cuando me abrió la puerta para que entrara –se que no es como los lugares que frecuentas pero te juro que te encantará, la comida es muy buena.

—¿vienes seguido aquí?– dije mirando alrededor del lugar, se veía muy cálido y hogareño.

—la verdad si, me encanta la comida casera y queda cerca de la estación, ya soy cliente frecuente– dijo con una sonrisa.

Brian me guió hasta una mesa, una linda chica morena con un cuerpazo envidiable se acercó a nosotros para tomar nuestras órdenes.

—hola oficial, que placer tenerlo aqui nuevamente ¿Les puedo tomar su orden?

—hola Lesly– saludo a la chica, después volteo hacia mi –¿te molesto si ordeno?– dijo sonriendo, moví la cabeza en forma  negativa –por favor nos puedes traer sopa de zanahoria, papa y apio, después chuletas ahumadas con calabacitas salteadas.

—por supuesto– la chica nos regaló una amistosa sonrisa.

—te encantará la comida– tomó mis manos con las suyas por encima de la mesa –eres muy hermosa, tenía tanto miedo de que me rechazaras cuando te dijera lo que sentía por ti.

—tambien tenia miedo– le sonreí.

—¿En serio? Pero tu eres muy hermosa, puedes tener al hombre que quieras.

—solo quiero a uno– lo mire a los ojos.

Brian se levantó un poco y se acercó a mí sobre la mesa y me beso nuevamente, sus labios tenían un sabor exquisito y su lengua invadía mi boca, cuando termino de besarme me dio un beso pequeño en la nariz y volvió a sentarse.

—lo tienes a tus pies Elena, desde hoy en adelante seré todo lo que quieras, tu amigo, tu compañero, amante, tu novio...