STRAY KIDS REACTIONS

You are a bet²

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Género: Angust
Etiqueta: Pink
Tipo: Reaction
Protagonista: Leeknow
Advertencias: Algunos serán perdonados y otros no, será uno si, uno no.
Aclaraciones: Jugar con las personas de está manera no está bien. Por lo que no estoy incitando o diciendo que lo escrito aquí es correcto, es solo contenido destinado a entretener

Pedido: AnnetteL33

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Minho y tú se odian a muerte. Por eso cuándo le propusieron una apuesta, siendo tú el blanco, no se negó. Se odiaban tanto que siempre buscaban lastimarse, y Lee sabía que usándote te destruiría. Así que aceptó.

En su mente todo iba perfecto, sólo eras tú la que se enamoró y no se dió cuenta de que sus te amo iban tomando cada vez más significado. Y cuándo se dió cuenta de eso, empezó a estar demasiado ocupado enamorándose aún más de ti, que no se dió cuenta de que a alguien no le agradó que no cumpliera bien la apuesta.

Y esa misteriosa persona, aprovechó una racha baja en su relación para empeorarlo todo. Llegaron a tu celular videos de él hablando sobre que no aguantaba más y que si no fuera por los cincuenta dólares, realmente no llegaría a los cinco meses, deciendo que te odiaba tanto.

Le gradeciste al número desconocido por quitarte la venda de los ojos y saber que tú novio no era lo que creías.

Tienes un carácter muy fuerte y poderoso, era una de las razones por las que Minho llegó a odiarte mucho, jamás te quedabas callada, siempre tenías algo que decir y eso lo exasperaba, así que siendo como eres cuándo te enteraste fuiste inmediatamente a casa de tu ex.

Tocaste furiosamente la puerta y cuándo Minho te vió detrás de ella el enojo de que alguien lo despertara fue sustituido por alegría y la felicidad destelló en sus ojos.

-¡Amor!, ¿Qué haces aquí tan tarde?, Pasa- te dió una de las sonrisas que tanto amabas.

Entraste en silencio, preparándote para el siguiente paso.

-¿Porque estás conmigo Minho?- sutilmente lanzaste la primera pregunta, notando la extrañeza en la cara de tú, todavía novio.

-Porque te amo- contestó simple.

-¿Pero no me odiabas tanto como yo lo hago?- que no hablaras en pasado lo comenzó a poner nervioso.

-¿Qué pasa, mi amor?- decidió preguntar. Con la furia y el odio pintado en todo tú rostro le enseñaste los videos.

Pánico y miedo era lo que podías ver en sus ojos, sabías que él sabía que la había cagado en grande.

-Fue hace mucho. Cielo, esto es de cuando apenas nos hicimos novios- intentó explicar, pero no querías escucharlo.

-¿Porqué?, Minho, ¿Porqué?- tú voz rompiéndose y tus ojos aguadandose fueron su límite.

-Perdón, perdóname, por favor, te amo, mi amor te amo... perdóname, por favor- suplico tomando tus manos, pero las quitaste bruscamente.

-¿Porque debería?- comenzaste a llorar -Tu no te paraste a pensar que me lastimarías, ¿Porque debería tener consideración?- el enojo en tus ojos.

Pero una cosa que no sabías, es que Minho si había pensado en cuánto te afectaría, y esa era su intención.

No se atrevió a decir nada más, solo estaba llorando tanto como tú y aferrándose a tus manos aunque ya las hubieras quitado dos veces.

-Sólo vine a decirte que te quiero fuera de mi vida. No quiero verte nunca más- solataste por última vez sus manos y te dirigiste a la puerta.

Pero antes de llegar, sus brazos te apresaron en un abrazo por la espalda, si te iba a perder, quería sentir tu calor por última vez.

-Antes de que te vayas para siempre- su voz rota en tu oído te erizó la piel y él sonrió por saber el efecto que tenía en ti -¿Me darías un abrazo?, Quiero sentir tu calor. Sé muy bien que será la última vez y aunque intente luchar por ti, sé que no me perdonarás, ¿Me darías un último abrazo?- lloró más.

No dijiste nada, pero tampoco te negaste, lo que tomó como una luz verde para rodearte con sus brazos. En su pecho, lloraste a mares, no querías, porque sabías que le harías saber cuánto te lastimó, pero no pudiste parar tú llanto y tus manos aferradas a su camisa. No querías perdonarlo, no podrías.

Te conocías bien como para saber que con solo verlo recordarás lo que hizo. Y él también lo sabía, tenía siempre presente que nunca olvidas. Por eso, cómo todo un cobarde, no pensó en decirlo, sabía que en cuanto confesara, te perdería, justo como estaba pasando en ese momento.

-Te voy a extrañar mucho princesa. Te amo- se despidió y lloraste más.

Los meses pasaron lentos y solitarios para ti, lo extrañabas, pero no podías olvidar, y sentirte usada fue lo peor.

Con Minho te veía en todos lados. Veía una heladería y recordaba, pasaban en la televisión tu película favorita y te recordaba entre sus brazos. Te perdió y sabía que luchar por ti sería en vano.

Ambos sabían que con el tiempo lo superarían y quizá, si se volvían a encontrar, si todavía se amaban, harían las cosas bien. Después de todo, esa fue su promesa.

Hasta que el perdón llegue, estarían separados, fueran, días, semanas, meses, años o toda una vida.

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