DARRELL © [D #1]

Capítulo 6

Cassie

Me aferro con fuerza a mi ropa mientras ignoro a Darrell, que me sigue a paso rápido. Estoy enfadada, muy enfadada. No, estoy harta. Dos años. Dos largos años llevo así. Con sus bajadas y subidas, subida en esa constante montaña rusa. Él también está enfadado, siempre que me cabreo él también lo hace y cuando no, también. Si en estos momentos me pusiera a hacer mis listas de pros y contras, creo que lo nuestro se acabaría. Desgraciadamente, eso es lo que dice mi cabeza, porque mi corazón late por él. Ese es el problema. Le quiero y no puedo separarme de él por muy tóxica que sea nuestra relación.

Reconozco a varias chicas, que hablan en el pasillo, de haber estado con ellas en el instituto. En el Westwood Hall hay un montón personas y aún no conozco la mayoría de las instalaciones. Sólo he dado una vuelta por el campus y ya está. No sé dónde está la lavandería ni el comedor y mucho menos las duchas. Ese tema me tiene especialmente preocupada. ¿Cómo voy a ducharme en baños compartidos sin que Darrell le saque los ojos a nadie?

-Para ahora mismo, Cassie -me ordena.

Tenso la mandíbula e ignoro sus palabras. No, no voy a obedecerle. Ahora no.

-Cassandra Lee Johnson, para ahora mismo -dice lentamente, marcando cada una de las palabras.

-¡Déjame en paz! -exclamo dándome la vuelta para empujarlo.

Ni se inmuta ante mi lamentable golpe y mantiene la mirada fija en mí.

-No me empujes -murmura.

-¡Te empujo si quiero! -Repito la acción.

Darrell tensa la mandíbula y cierra las manos en puños.

-Cass, te la estás jugando.

-Ah, ¿sí? -Pregunto con ironía-. ¡Pues me da igual!

Está vez le empujo con más fuerza y casi se me cae la ropa, que agarro con una mano. Me agarra del brazo y me pega a la pared. Acerca su cuerpo al mío y agacha la cabeza para mirarme a los ojos mientras yo me aferro a mi ropa con fuerza. Su mirada oscura y turbia está fija en la mía, atravesándome. Apoya una mano en la pared, junto a mi cara, y flexiona el brazo para acercarse aún más a mí.

-¿Que te da qué? -pregunta.

Aparto la mirada, sintiéndome diminuta.

-¿No vas a hablarme?

Ignoro sus palabras, sin mirarle siquiera.

-¡Mírame y no me ignores! -grita atrapando mi mentón, obligándome a mirarle.

-¡Suéltame! -exclamo dándole manotazos en las manos para que me suelte la cara.

-No me golpees -murmura.

Me revuelvo para zafarme de él, pero me agarra de la cintura. Algunas chicas que pasan junto a nosotros se quedan mirándonos con los ojos muy abiertos mientras les ruego con la mirada que me ayuden. Gracias a Dios, un chico de pelo castaño aparece de la nada y se para junto a nosotros con el cejo fruncido.

-¿Te está molestando? -pregunta al verme encogida entre Darrell y la pared.

-¡Aquí el único que molesta eres tú! -exclama Darrell empujándole por el hombro.