DARRELL © [D #1]

Capítulo 55

Cassie

-Qué pena que la cafetería estuviera cerrada -suspira Theresa cuando entramos en su casa.

Mientras ella habla yo miro todo lo hay a mi paso. Es una casa bastante grande, mucho más que la de mi madre, y está decorada como la típica casa del siglo pasado. A pesar de su tamaño parece muy acogedora. ¿Por qué Darrell iba a huir de un hogar así? Tengo tantas preguntas que hacerle a Theresa que no sé ni por dónde empezar. Una de ellas sería si ella tuvo que ver en su huida. Nadie huye de una madre dulce y un hogar acogedor. Darrell puede tener cualquier trastorno psicológico, pero, desde luego, no está tan loco como para huir de las cosas buenas.

-Puedes esperarme aquí mientras preparo el café -dice cuando pasamos por el salón.

-Preferiría ayudarla -comento haciendo que se gire hacia mí-. Mmmm... Tengo un par de preguntas sobre Darrell que me gustaría que me respondiera.

Desde aquí noto cómo se tensa su cuerpo. Ella fuerza una sonrisa y asiente. Entramos en la cocina y me quedo mirándola mientras ella saca la cafetera de un estante que está bastante alto. Theresa no debe ser mucho más baja que Darrell, lo cual significa que me saca unos cuantos centímetros. Ella pone el agua a calentar en la vitrocerámica.

-¿Qué te gustaría preguntarme sobre mi pequeño? -pregunta.

Trago saliva. Cuando ha pronunciado esas dos últimas palabras ha tensado la mandíbula.

-Pues... No sé por dónde empezar -digo soltando una risilla nerviosa-. ¿Por qué acabó Darrell en un orfanato?

El azucarero se le cae de las manos cuando esas palabras salen de mi boca.

-Lo siento -susurro.

Me agacho para recoger el azucarero y agradezco que no lo haya abierto.

-No pasa nada -dice en tono suave, quitándome el azucarero de las manos y dejándolo sobre la encimera-. Jack, el padre de Darrell, era alcohólico y... nos quitaron la custodia de nuestros hijos. Supongo que conocerás a Nikky. -Sonríe tiernamente-. Era una niña muy dulce.

Bajo la mirada.

-Sí..., la conozco -digo. Nos quedamos en silencio durante unos segundos hasta que decido volver a hablar-. ¿Darrell tenía algún... problema cuando era pequeño?

-¿Qué clase de problema? -pregunta sin mirarme mientras mide la temperatura del agua.

-Mental.

Me mira durante unos segundos y frunce los labios.

-Hace unos años, un tiempo antes de que se fuera, tenía... problemas de agresividad -dice y coge aire-. Le influyó mucho el comportamiento de su padre y un día... me pegó. Lo hacía continuamente. Yo no quería que ame lo quitaran, era mi nuño y confiaba en que cambiase.

Frunzo el ceño mientras cojo unas tazas y lo primero que pienso es que esta mujer es una mentirosa. Darrell no pudo ser agresivo con ella porque de ser así él no se comportaría de la manera que lo ha estado haciendo últimamente. Me tenía miedo cuando estaba debajo de la cama. Yo le recordaba a alguien. Cuando le dije que su madre había llamado, salió corriendo y volvió borracho.

-Se autolesiona -comento intentando no sonar muy agresiva-. El otro día lo encontré debajo de la cama gritando.

Ella se queda quieta durante unos segundos.

-También tiene pesadillas -digo cuando coge la cafetera con cuidado para no quemarse-. En esas pesadillas le ocurrían cosas... y creo que tienen que ver con usted.