Capítulo 42

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Cassie

-Me dijiste que era importante -bufo-. ¿Qué es eso tan importante, me lo vas a decir de una vez?

-Darrell está rarísimo -comenta James con el ceño fruncido.

-Él ya no es mi problema -murmuro-. Me presentó como una amiga delante de su madre. ¡Cómo una amiga, James! ¡Hemos estado saliendo dos años!

Él se para de golpe y me mira sorprendido.

-¿Ha venido su madre? -me pregunta.

-Sí, y no lo entiendo -digo-. ¿Cómo acabó en el orfanato si su madre sigue viva?

-Pues eso me pregunto yo -gruñe-. Me dijo que se escapó de su casa, pero no me dijo por qué. ¿Qué pintas tenía su madre?

-¡¿Yo qué sé?! -exclamo. Estoy hasta las narices de que no me dejen tranquila-. Parecía una madre corriente.

Él resopla y llama con fuerza cuando estamos frente a la puerta de la habitación de Darrell. Ted nos abre la puerta con no muy buena cara y nos indica que pasemos. Cuando entro en la habitación lo inspecciono todo en busca de alguna alteración provocada por Darrell. Pero lo extraño está tal y cómo lo dejé. Todo. Ya que él tampoco está.

-¿Y Darrell? -pregunto girándome hacia los chicos.

Ambos se miran entre ellos y señalan hacia abajo.

Bajo la mirada hasta él suelo y la desvío hasta los pies de las camas que siguen unidas. Me arrollo y levanto las mantas que caen por los bordes. Me tapo la boca con una mano cuando veo a Darrell tumbado con los ojos cerrados, tapándose los oídos con las manos. ¿Qué hace aquí abajo? ¿Y qué está susurrando? Levanto la cabeza para mirar a James y a Ted.

-¿Qué le ha pasado? -pregunto-. ¿Os habéis vuelto a drogar?

-¡No! -Se apresura a contestar Ted-. Cuando hemos salido de clase lo hemos esperado pero al ver que no venía fuimos a buscarlo y... así lo encontramos.

Vuelvo a mirar bajo la cama y estiro el brazo hasta que mis dedos rozan la piel del suyo. Abre los ojos de golpe, ahogando una exclamación, y pegando su espalda a la pared. Retiro la mano lentamente a la espera de que me reconozca y salga de su ataque de pánico. Jamás lo había visto así. Está pálido, blanco como el papel, y está congelado, temblando. Sólo espero que no se haya drogado.

-Darrell -lo llamo-. Soy yo, Cassie.

Entre abre los labios, pero tan sólo para seguir respirando jadeante, cada vez más rápido.

-¿Estás bien? -Silencio-. ¿Por qué estás ahí abajo?

No dice nada.

Me tumbo por completo en el suelo y ruedo por el suelo hasta acabar bajo la cama, a su lado. Poso una mano en su pecho y él la cubre con las suyas con fuerza. Está temblando mucho. Estar aquí abajo es realmente claustrofóbico. Me pego más a él hasta que puede rodearme con sus brazos y pegarme a su pecho. Apenas puedo respirar en tan poco espacio, pero no creo que pueda sacarlo de aquí sin antes tranquilizarlo un poco. Me acerca a él hasta lo imposible y pega sus gélidos y temblorosos labios a mi oreja, haciéndome estremecer.

-Tranquilo -le susurro-. Estoy aquí, tranquilo.

-Cassie -susurra con un hilo de voz.

-Sí, soy yo.

-No me dejes, por favor -dice-.No me dejes. O lo volveré a hacer.

Me separo un poco de él para poder mirarle a los ojos y le acaricio la mejilla.

-¿El qué volverás a hacer? -pregunto para desviar la atención del tema de nuestra ruptura. No puede pedirme que no lo haga.

No contesta, simplemente se queda mirándome como si estuviera intentando estudiar mi expresión. Pero dudo que pueda hacerlo con la poca luz que llega aquí abajo.

-Darrell, tienes que salir de aquí.

Asiente.

-Pero no me sueltes -me pide entrelazando nuestros dedos.

-No lo haré.

Me arrastro por el suelo, como puedo, hasta que consigo salir de debajo de la cama. Sin soltar mi mano, Darrell hace lo mismo. Cuando su ostro sale a la luz y se levanta veo el horrible grado de degradación que presenta su rostro. Está horrible y hace apenas cuatro horas que lo he visto.

-Creo que deberíais iros -le digo a los chicos, que miran horrorizados el rostro cansado y abatido de Darrell.

Ambos asienten varias veces antes de poder apartar su mirada de Darrell y salen rápidamente por la puerta de la habitación mientras ayudo a Darrell a sentarse en el borde de la cama. Le tiemblan las piernas y apenas puede mantenerse de pie el solo.

-Por favor, confía en mí por una vez y cuéntame lo que te pasa.

-No... puedo -dice tapándose la cara con las manos.

Aparto las manos de su rostro y le levanto la cabeza para poder mirarlo a los ojos. Las ojeras que tenía esta mañana parecen aún más grandes. Es como si hubiese pasado todo el fin de semana en vela. Me pregunto si habrá dormido algo. Parece estar consumiéndose y espero no ser la razón de ello.

≪No lo has pensado, ¿verdad? No has pensado que tal vez no seas el centro de mi vida, no has pensado que tal vez haya cosas más importantes que tú.≫ Su voz resuena en mi cabeza una y otra vez. Puede que sea una tonta y una egocéntrica al pensar que está así por mi culpa. No puedo echarle en cara que no sea el centro de su vida, n puedo echarle en cara que no sea tan estúpido como yo, que no podría vivir sin él y que intentarlo me está matando.

-Vale, no tienes por qué contármelo -le susurro en tono dulce para que se tranquilice. Tiene que dormir aunque sea un par de horas, está horrible-. Pero tienes que descansar, ¿vale?

Asiente y se tumba en la cama. Se tumba en su lado mientras sigue cogiéndome de la mano. Oh, no me lo puede pedir. ≪Si me lo pide no podré negarme, porque también lo echo demasiado de menos. Aunque haya dicho que Darrell Moore era historia. Porque era mentira.≫

-Duerme conmigo -me pide.

Hace mucho que no me ordena cosas y el hecho de que ahora me esté rogando cada acto por mi parte, me dice que estoy ante otro hombre. Este no es mi Darrell.

-Darrell, no puedes...

Cierro la boca en cuanto me doy cuenta de que sus temblores aumentan.

-Vale.

Me tumbo a su lado, utilizando su brazo como almohada, y poso una mano en su pecho. Cuando la cubre con la mía tengo que hacer un esfuerzo para no apartarla. Esta no es forma de superar lo nuestro.

-Te quiero -susurra.

≪No, por Dios. Esto no puede seguir así.≫

-Darrell... -suspiro incorporándome.

-Vale, vale. No lo diré más -dice tumbándome otra vez-. Sólo quería que lo supieras.

Asiento.

-Duerme, necesitas descansar -murmuro.

-Sólo te necesito a ti -susurra.

Cierro los ojos, sintiendo cómo sus brazos me rodean con más fuerza, y apoyo la cabeza en su pecho. Ambos tardamos escasos minutos en quedarnos dormidos.



Hola a todos/as!! Bueno, sinceramente no sé que poner en esta nota así que mejor me despido y sigo escribiendo. Tal vez escriba en ¿SPPT? (YA ESTOY INSPIRADA CON SAWYER Y MEGAN). ¿No es genial?

Besos y ciao

Alicia Lowell

DARRELL © [D #1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora