Nia y Romi andan por un campo, la mujer va refunfuñando.
Nia: Porque siempre estamos andando por el campo, no hay otra forma no hay mas estoy cansada.
De momento por ese campo, nos encontramos vallas muy altas, son paredes de piedra, hechas por el hombre, sin cemento sobre puestas una sobre otra sin buscar formas que casen unas con otras, bruscas y mal colocadas sin principio ni final.
Nia: Esto me encanta, es para guardar ovejas
Romi río, mucho.
Nia: Que te pasa ojos, te digo que esto yo lo he visto, para guardar ovejas.
Romi: Son tan altas, que no sirven para guardar, el ganado.
Nia: Por donde vamos, hay como cinco vallas, una después de otra, mira en una de las piedras hay un posi, color rosa fuerte, destaca mucho.
Romi: Si, se ve bastante.
Nia: Recoge el posi, y léelo ya veras, que nos ponen ha trabajar.
Romi: Si mujer, nos ponen ha trabajar escucha.
Posi. Tenéis que colocar, cada una de las piedras, tal y como tienen que estar, bien colocadas.
Nia: Válgame Dios, son como cinco vallas muy largas, tu sabes lo que estas diciendo, y en cima que dejemos una abertura, será una puerta.
Romi: Si nos mandan, que hacemos.
Nia: No tenemos, ni una botella de agua Ojines, cuantos meses vamos ha estar aqui, para colocar las piedras.
Romi: Lo intentamos, asta que podamos.
Ambos, miramos atrás por el camino, que vinimos nosotros, llegan cuatro hombres.
Nia: Mira cuatro hombres enormes, y los dos solos en este camino, que no se enfaden con nosotros, no rechistes, no hables ojos.
Llegados a nuestra altura, uno de los hombre
Hombre: Hola señor señora, buenos días, venimos ayudarles.
Nia pensó, un hombre considerado.
Nia: Quien les manda
Hombre: Eso no importa, permítanos, ayudarles.
Nia: Saben, lo que tienen que hacer.
Hombre: Claro mujer, sabemos que hacer.
Los cuatro hombres, traen en sus manos, maza y cincel.
Hombre: Nosotros comenzamos, ustedes nos ayudan, vallan al principio, nosotros estaremos al final.
Miramos dos hombre, en el medio dos al final, nosotros al principio.
Nia: Saben, que hay que dejar una puerta.
Hombre: Si lo sabemos.
Nia: Ustedes no sois de por aqui, hay que hacerlo bien, no saben como esta la tierra.
Hombre: Si mujer, sabemos como esta la tierra.
Pasado, no sabemos cuanto tiempo, nia dijo que llego el anochecer.
Ambos nos miramos las manos. Desolladas y Sangrantes, sin herramienta, hicimos cuanto pudimos
Nia: Bien Ojines, mira lo que haces con migo, mira mis manos rotas.
Ambos nos miramos, estamos muy cansados, y con mucha sangre.
Nia: Señores, han hecho bancos de piedra para que, estamos en el campo, quien va ha venir aqui para sentarse.
Hombre: Vendrá mucha gente, por aqui pasara Jesus.
Nia: Que dices, estamos en las ultimas, como nos va ha darnos ese privilegio, no te creo.
Hombre: Por aqui pasara Jesus, quedara su. Olor y Perfume, por eso la puerta tienen que estar abierta.
Nia: Cada vez entiendo menos, por la puerta va ha pasar la fragancia de Jesucristo, cautivara al mundo su aroma, lo notara cada persona, porque somos sus hijos.
Después de la esplicacion, los cuatro hombres marcharon caminando, dejaron el campo con una sola valla, y con asientos, recogieron sus mazas y cincel.
Nia: Traen sus hierros, nosotros no traemos nada, si nos mandaron ayuda.
Nos asombramos pensando, que es todo esto, nia seguía relatando.
Nia: Hay veces., que cacto el olor de mi madre, lo tengo gravado en mis neuronas, después de los años que hace, que no esta en esta tierra.
Romi: Si algo que oliste antes da lo mismo el tiempo transcurrido, lo recuerdas al momento, lo tienes dentro.
Nia: Al pasar Jesucristo, las personas recordaran el olor y perfume del creador, bastara para atraer ha las personas de esta tierra.
Romi: Todos los escritos relatados asta hoy, que nadie entiende ni comprende, se entenderán porque sean colocado de nuevo, con cincel y maza, sobre piedra dentro de los Corazones.
Romi: En el. Siglo XXI. Ya a llegado el aroma de Jesus, a esta tierra comenzando por una etnia.