Romi con una azada en su mano, esta haciendo surcos nia le mira, esta detrás de el tiene en las manos una bolsa pequeña, dentro tienen un puñado de semillas
Romi: Nia, ve echando la simiente, termine los surcos
Nia: No, es posible que esto sea simiente, es demasiado pequeña, que puede salir de aqui para que quieres que la eche, en tierra
Romi: Tu ves echando la simiente, yo voy envolviendo en tierra, cada grano
Nia: No, sirve de nada, para que trabajar
Romi: Haz lo que te pido, por favor pon en tierra, las semillas
Nia, comenzo ha echar en tierra, las semillas
Romi, Camina detrás de la mujer, cubriendo cada una de las semillas, dentro del surco
Nia: No, puedes ser que algo tan pequeño, sea una semilla yo llamo al Chino,
Ángel Chino: Hola señores (Con el trae dos sacos, en sus manos)
Uno de los sacos vienen mediado de semilla, tan pequeña como la que echo la mujer en los surcos, el otro saco vacío
Chino: Señora tenga esta medida, llene el saco vacío
(La medida es como un cazo)
Nia comenzo ha cambiar la simiente, del saco asta llenar casi el saco, vacío
Ángel Chino: Por muy pequeña que sea la semilla, el saco vacío fue lleno, mujer
Nia: Si Chino, se lleno el saco vacío
Posdata. Ha si somos de pequeños nosotros dos, ante el mundo, con las cosas que hacemos pero en Dios, si existimo somos pequeñas semillas, que dará su fruto germinando, para Jesus, creador del firmamento