Nia y Romi, caminan con un cesto de mimbre mediano, ambos lo llevan agarrando con una mano cada uno, lleno de manzanas.
Nia: Ojines, que mal huele.
Se agacho para oler, dentro del cesto y dijo, están podridas.
Romi: Que hacemos
Nia: Ojines, esta podridas las manzanas, hay que sanearlas, como vamos ha regalar ha la gente manzanas podridas, supongo que serán para repartir, hay que limpiarlas.
Romi: bien vamos ha hacerlo, antes de repartirlas.
Ambos nos sentamos, sobre una roca.
Nia: Déjame tu navaja, y tu con que cortas.
Romi: Tengo otra navaja mas, recuerdas. Cierto compre una Navaja, mas de Cien Usos para Campin.
Nia: De todas formas, yo llamo al Chino, para que nos diga.
Ángel Chino: Hola señores.
Nia: Chino, nos das las manzanas podridas para repartirlas, como nos trataran ha nosotros si regalamos, manzanas podridas.
Chino: Hagan lo que dijo, sanéenlas quiten lo podrido, eso es lo que tienen que hacer las personas, sanearse.
Nia: Nosotros nos saneamos, como nos quitamos un trozo de tripa oh de pierna, que no Chino, que no.
Chino: El señor romi, sabe lo que tiene que hacer
Nia: Si lo sabes. Ojines.
Romi: Si nia, luego te digo.
Nia: Que, me lo digas.
Romi: Luego te digo, nia mas tarde
Ambos caminamos, con el cesto después de saneadas las manzanas, pasado el tiempo.
Nia: Ojos ve tu, ha repartir las manzanas.
Romi: Como voy ha repartirlas, si son medias manzanas.
Nia: Repártelas lo dijo el ángel, no pasa nada están saneadas.
Romi: Porque, no vienes tu.
Nia: Yo voy hacer una cosa, ve y las repartes, tardo diez minutos.
Romi: que vengas, con migo.
Nia: Tardo diez minutos, tengo que recoger una cosa, sabes donde tienes que ponerte.
Romi: La verdad, es que no se donde.
Nia: Donde pase mucha gente, hay tienes que ponerte ha repartir, ten cuidado con lo que haces.
Romi: Ya estamos en cuanto me dejas un minuto, piensas que lo hago mal
Pasados sobre diez minutos, volvió nia, ve ha romi de espalda,
Nia: Ha repartido todo, no me lo puedo creer Chino.
La, acompaña el ángel.
Chino: Ya ve, la gente necesitada que hay, mujer.
Nia: Claro que si, yo no digo lo contrario, hay gente muy necesitada.
Chino: De una palabra, están necesitados todo el mundo, en un momento del día ha día
Nia: Claro que si, incluso yo, ha veces.
Chino: Usted también, no lo dude.
Nia: Quien es esa mujer, que va detrás de romi. Rio, el ángel.
Nia: Mira Chino, tira de un hilo de la chaqueta de romi, la esta deshaciendo, hace un ovillo, no se abra dado cuenta Ojines.
Chino: Seguro, que no se dio cuenta, le deshace su chaqueta.
Nia: Vamos, apresúrate Chino, oh vete si quieres.
Nia, llego donde la mujer, que camina detrás de romi.
Nia: Que estas haciendo, mujer.
Mujer: Camino, detrás de el.
Nia: Por que caminas, detrás de romi.
Mujer: La chaqueta que lleva, no le conviene.
Nia: Como sabes tu, que no le conviene.
Mujer: Yo le voy ha dar. una nueva.
Nia: Tiene su chaqueta, para que darle una nueva.
Nia dio un manotazo, ha la mujer en el pecho y la quito el ovillo, de sus manos.
Mujer: Mira, tengo una chaqueta nueva, para el.
Nia: Esa chaqueta, no se la darás ya tiene una la mía, por que haces esto.
Mujer: Porque le quiero dar, esta chaqueta.
Nia: Ojines, no te das cuenta, te deshilan la chaqueta.
Romi: Que dices, no me entero.
Nia: Mira ya tenias el dobladillo deshilado, mira por donde llegaba.
Mujer: La chaqueta que tienes, no te conviene.
Romi: La chaqueta que tengo, ha ti no te importa, lárgate mujer.
Romi: Donde fuiste. para dejarme solo.
Nia: No, se era una cosa que tenia que recoger, sino me la quitaban, el ángel me dijo aligérate ve donde tu compañero te necesita, le pregunte asustada, que le ha pasado.
Chino: Es una cosa muy mala, aligérate.
Nia: Porque, no le avisaste ha el.
Chino: Valla, usted mujer.
Nia: Es cuando quite ha esa mujer, quería cambiar su vida.
Nia: No cuentes nada, de tu trabajo ha nadie absolutamente ha nadie Ojines, te obligarían ha sacarte de tu forma de vivir, no hables con nadie se fijaran en ti muchas personas, estas con Jesucristo, no te dejes.
Posdata. Ha si se desarrollan nuestras vidas, desde hace muchos años, servimos ha Jesus, en. Los Sueños de Nia y Romi, y en los hechos del dia a dia, mientras caminamos con Jesus.