Capítulo 14: Una historia de los saiyans

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«Sucedió hace más de setenta años, mucho antes de la migración de los saiyans al planeta Plant, ahora conocido como Vegeta, y de las Guerras Tsufurianas de las que has escuchado hablar con tanto orgullo en la academia. En esos tiempos yo solo era un muchacho, casi tan joven como tú ahora, y los saiyans no eran más que una sombra de lo que hoy conoces.»

«Tras una larga y cruenta guerra civil, nuestro pueblo se encontraba al borde de la extinción y apenas quedaban un millar de saiyans con vida. Además, los estragos de las sucesivas batallas habían destruido completamente el ecosistema de Sadala, nuestro planeta de origen, haciendo que las condiciones para la vida fuesen terriblemente crueles. No puedes ni imaginar como era. Los bebés nacían muertos, las cosechas se marchitaban antes de florecer y las pocas zonas habitables eran eriales de poco provecho en medio de la inmensidad del desierto. Pero lo peor era el calor, el calor y la sed... En esos tiempos no existían los discursos de orgullo y valor saiyan, solo un grupo de famélicos simios que moraban en la roca desnuda esperando su inevitable final.»

«Sin embargo, cuando todo parecía perdido, una esperanza llegó desde los confines del espacio. Era una nave tsufuriana, una de las cientos que se dedicaban a la exploración y cartografiado de los diferentes planetas de la galaxia. El líder de esa expedición era Kalael...»

«¿Kalael, el de la tumba de las afueras? - interrumpió Auber.»

«Si, ese Kalael – confirmó el anciano -. Él era el encargado de dirigir las expediciones de exploración espacial de la sociedad tsufur y, al contrario que otros miembros de su raza, no tenía reparos en ayudar a aquellos que lo necesitaban. Era un alma noble y desinteresada que intentaba mejorar la situación de cada planeta que visitaba.»

«Al principio, los saiyans recibieron a los nuevos visitantes de forma violenta pero, tras varias semanas de contactos en los que la medicina y recursos tsufur mejoraron notablemente nuestra salud, la actitud de los clanes comenzó a cambiar. Kalael consiguió ganarse el respeto y gratitud de nuestro pueblo y, aunque ninguno lo admitiría más tarde, muchos saiyans lloraron cuando la expedición abandonó el planeta un mes después.»

«Tras esta primera visita, Kalael no pudo evitar compadecerse de nuestro pueblo y de su fatal destino. Conocía nuestro planeta y su situación y sabía que no quedaba mucho para que el irremediable colapso se produjese. Así se lo planteó al Alto Consejo Tsufur y, tras múltiples deliberaciones, consiguió que la sociedad tsufur accediese a acogernos en el planeta Plant mientras se buscaba un hogar adecuado para nosotros.»

«Kalael regresó, planteó la propuesta a nuestro pueblo y la gran mayoría de los clanes aceptaron sin dudar. No era una decisión difícil pues, aunque Sadala era nuestro hogar, todos eramos conscientes de que allí solo nos aguardaba la muerte. Aún así, algunos se negaron a marcharse... Finalmente, dos años después de su primera visita a Sadala, Kalael encabezó la gran migración del pueblo saiyan.»

«Esa es la historia de como nuestro pueblo llegó al planeta Plant. Una vez allí, el Alto Consejo Tsufur dio tierras a los doce clanes para que pudieran vivir según sus costumbres. Una tarea sencilla, pues nuestro número era bastante reducido. El pueblo saiyan prosperó durante los siguientes años. Comparado con Salada, Plant era un paraíso en la tierra y la sociedad tsufur nos acogió con calidez, si bien existieron algunos roces derivados de nuestra naturaleza inquieta y combativa. En esos tiempos algunos de los jóvenes saiyans, yo incluido, se interesaron por la cultura tsufur y fueron acogidos como aprendices por varias instituciones. Así fue como acabé formando parte del Cuerpo de Exploradores bajo la tutela de Kalael.»

«Aprendí mucho con Kalael. No solo era un guerrero de habilidad excepcional sino que, como explorador, había visitado cientos de planetas; Marillia, Etxia, Ercalia, el sistema Veredí... Más de los que puedo recordar, y acumulado conocimientos de múltiples ecosistemas y culturas. Fue él el que me enseñó a usar la técnica de la zona de ki y me instruyó en la doctrina del Cuerpo de Exploradores: la búsqueda de los Tres Grandes Misterios del Universo.»

Dragon Ball: una historia de los saiyansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora