Al día siguiente lo primero que hice al levantarme fue dirigirme al quiosco, tenía asuntos que resolver y problemas que contar. Al llegar pocas personas seguían allí.
Toque dos veces a la puerta de la cabaña de Jorge antes de que este me abriera la puerta, ya iba de salida.
-No puedo ahora mismo, Victoria. -me corta y trata de esquivarme pero no se lo permito.
-Es urgente, Jorge.
-Estoy seguro que puede esperar.
Me pasa por un lado y empieza a caminar, no me giro a verlo, me mantengo en mi posición.
-Marcos asesinara más personas. -declaro.
Escucho como frena en seco, se gira bruscamente y empieza a caminar hacia mí.
-¿Esta segura de lo que dice? -indaga dudoso.
-Sí, se lo contaré todo.
Escaneo el lugar y no visualizo a nadie pero aún así decidimos entrar a la cabaña, apenas lo hacemos Jorge cierra la puerta detrás de mí.
-Pero antes tengo que hablar con usted.-espeto.
El guarda silencio por lo cual yo decido hablar.
-Quiero saber cuál es su problema y porque me evita. -soy directa- Parece juzgarme todo el tiempo y eso no me gusta.
-No creo que sea el momento adecuado para... -trata de evitarme nuevamente.
-Ahora es el momento adecuado. -aseguró- ¿Que pasa, Jorge?
Él se muestra titubeante, me mira a los ojos antes de hablar.
-No quiero que se ofenda, Victoria. -empieza- pero se está exponiendo mucho con el amo Salvatore.
-No es así. -lo contradigo.
-Usted no lo conoce, no sabe de lo que es capaz. -manifiesta alarmado- Y si sigue estando con él nos llevará a todos con usted.
-Salvatore no me asusta, Jorge. -dejo en claro- le aseguró que nada malo les pasara.
Él se acerca a mí decidido.
-Me importa usted. -expuso.
-Puedo cuidarme sola. -le aseguró.
-No quiero que nada le pase... -dice tomando mi rostro con sus dos manos.
-Nada malo me pasará.
Él apoya su frente en la mía.
-Le juré a su padre que la cuidaría.
Acarició sus manos con mis palmas.
-Confie en mí.
Me separó de él y beso su frente, me dedica aquella sonrisa que me dan ganas de seguir viviendo.
Después de contarle lo que había escuchado le pedí su opinión.
-No me sorprende que esa bestia, haga algo así. -revela Jorge- pero según lo que usted dice me atrevo a asegurar que será en esta propiedad, en base a lo que usted escucho y a la entrega de las cartas, sucederá en dos semanas y él no tiene tiempo para ir y volver mientras el rey llega, tiene que tener todo listo.
-¿El rey vendrá? -indago sorprendida.
-Sí. Nadie sabe a qué viene.
Analizo sus palabras y quedo completamente extrañada ante su declaración.
-Puede ser en el potrero cerca al arroyo o en el bosque del norte. -vuelve a lo de Marcos.- averíguelo y trazaremos un plan, ya estoy maquinando un plan.
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LASCIVIA. (Pecados Infernales)
Romance¿Que pasa cuando tus ansías de libertad cuelgan de un hilo entre el amor y la justicia? Me criaron con ideales religiosos y sumisos, donde el rey era mi amo y el negro mi esclavo. Dos opuestos donde mi mente oscilaba para quedar limpia de mis actos...