Ganas de acabar con todo, ya ni ganas de querer seguir, una semana buscando y ni un rastro de Liam. Buscando en los lugares más improbables del país, del mundo, sin exagerar. Pero.. nada, no había nada, el niño fue tragado por la tierra y no aparecía por ningún lado.
Te encontrabas sentada sobre el sofá de la mansión, y unos segundos después, Toby se sentó a la par tuya y te dió una taza con café/té/chocolate caliente.
Toby: No te desanimes, lo vamos a encontrar.
Tú: De cierta manera, aunque me calmo, mi conciencia me impide hacerlo por completo, me grita que soy una irresponsable, que si no me hubiera confiado de esa hija de su... Si no me hubiera confiado de ella, mi niño estaría aquí conmigo... Con nosotros, además de que me siento muy mal, Hoodie me volvió a ignorar desde hoy en la mañana, y Masky se la ha pasado en el baño y no quiere decir que tiene.
Toby: ... Todo está bien, esos dos son unos orgullos de mierda, tu no te pongas mal por eso, todo está bien, esto se va a solucionar.
Toby tomo la taza, la deja sobre la mesita y te abrazo.
Toby: Puede que no me tengas tan en cuenta como a esos dos, pero siempre que pueda estaré a tu lado.
Tú: Tú eres igual de importante para mí, tanto como lo son Masky, Hoodie e incluso el niño.
Toby: Ven aquí.
Te tomo de las mejillas, bajo su bozal para ponerlo a un lado y besarte. No podía negar que él estaba esperando ese momento desde hace rato, y ese beso le dió todo lo que necesitaba.
Tú te encontrabas sonrojada debido al beso. Pero le seguiste el beso, después de todo ¿Quien se negaría?
Toby te abrazo con fuerza para que estuvieras más cerca de él, y así poder meter su lengua en tu boca lo más posible. Sus lenguas se iban tocando a cada que él hacía un movimiento brusco dentro de tu boca, aparte, la saliva de ambos se iba acumulando en sus bocas, Toby con la lengua saco la saliva que tenías acumulada en la boca y la saco afuera de esta, haciendo que se fuera por todo el cuello. A los pocos momentos ya te ibas quedando casi sin aire, por lo tanto él se alejo un poco, dejando consigo varios hilos de saliva entre ambos, los cuales se fueron de vuelta a su boca cuando te volvió a besar. Claramente esto sería una entrada para un momento horny, pero, están en la sala de una mansión, un lugar en dónde viven muchas personas. Así que no podrán hacer sus cosas.
Ambos se separaron, y tú te encontrabas demasiado sonrojada, con la respiración agitada debido a no tener aire durante un tiempo, él te beso por última vez y se volvió a colocar el bozal.
Toby: Vamos, seguiremos buscando anjestro hijo.
Tú: S-Si.
El se levantó del sofá, y te ofreció la mano para levantarte, le tomaste la mano y estuviste de pie. Ambos caminaron a la puerta, y con cada quien sus armas, se fueron en busca del pequeño.
_Con Liam_
Cada día era más aburrido que el anterior, y todos los días eran iguales, el niño empezaba a alucinar con figuras que no existían, podía escuchar voces que venían de las paredes, susurros que le gritaban que se fuera de ese lugar, e incluso llegó a ver una figura de un chico que le decía que debía escapar del lugar en donde estaba.
Esta mañana, el pequeño sintió un dolor en el pecho, tenía 6 años, no pensó que fuera algo grave. Se levantó y camino a donde debería estar su nueva madre, pero no estaba, solo estaba la chica nueva que llegó bañada en sangre.
Liam: ¿Y mi mamá?
— No está.
Le respondió mientras comía unas frituras en el sillón y tenía los pies sobre la mesa de la sala.
Liam se fue de ahí y camino a la cocina, no había nada de comer, y le rugía el estómago. Volteó a ver a la chica, pero lo que más captó su atención, fue ver toda la comida que tenía sobre la mesa.
Él camino hacia la sala y vio a los ojos a la chica.
Liam: Oye... Tú niña que no sé quién eres, ¿Me das un poco de comida?
— Número uno, me llamo Mía, número dos, no te daré una mierda, esto es mío.
Liam: Pero yo tengo hambreeee
Mía: Vete a la verga, esto es mío, ve a la calle y roba algo, no sé, mira que haces.
Liam se fue a su cuarto para seguir durmiendo, pero escucho a su estómago seguir rugiendo, presionó este y siguió caminando hacia su cuarto.
- Vamos... Quítale la comida, eres un pequeño niño en crecimiento... Debes alimentarte bien...
El niño dio un salto y se metió bajo la sábana, de nuevo oía esa voz, y le daba malos consejos, pero, tenía algo de razón, y era que es un niño pequeño, necesita alimento.
Se llenó de valor y camino a la sala, vio a la intrusa y le quitó el pan sandwich y la mermelada. La chica al verlo, le tiró uno de sus manguales, le cayó justo en la cabeza, haciendo que de un golpe, quedando desconcertado, tirando lo que tenía en las manos, y cayendo él al piso, y el bote de mermelada al ser de vidrio se rompió, además, para rematar los pequeños trozos de vidrio al estar en el suelo, y el niño cayendo en el, se clavó algunos de estos en la cara y los ojos. Todo el suelo se llenó de sangre, pero por más sangre que hubiera, Liam no daba ninguna expresión, no podía hablar, un vidrio le perforó el cuello, y le dolía hablar, así que solo guardo silencio.
Justamente, un segundo después, la antagonista de la historia abrió la puerta con una bolsa de alimentos para Liam, las cuales tiró al suelo cuando vio a su pequeño lleno sangre y en el suelo. Volteó a ver a su recipiente nuevo, y este solo la vio en son de burla.
La antagonista cerró los puños con fuerza y apunto a la chica, poco a poco su cara de burla se cambió por una que demostraba dolor y miedo, no podía respirar, y se sentía presionada con tanta fuerza que tenía miedo de oír sus huesos quebrar. Al estar ya inconsciente, Ella levantó a Liam y se lo llevó a la cama para curarlo.
Pobre niño, cuánta mala suerte debes tener para que te pase todo eso... Pero nuestra antagonista no dejará eso así, posiblemente Liam se quede sin poder ver, y eso no lo iba a perdonar.
Vamos Liam... Sal de ahí, antes de que sea tarde...
ESTÁS LEYENDO
La Protegida [Proxys y tú]
Fanfiction¿Pensaste que tener una relación con asesinos sería fácil? No, para nada. No es nada fácil cuando algo anda detrás de ti, no es fácil cuando algo quiere acabar contigo. Podrías llegar a morir en sus manos, pero aún así sigues con ellos. Lograste h...