La Protegida [Proxys y tú]

Vol II □▪︎■▪︎□Capítulo 20■▪︎□▪︎■

Ese día había mucho sol, le molestaba tener que salir y caminar por las calles, y menos con un niño recién nacido que no dejaba de llorar.

— Cállate estúpido niño.

Al pequeño le valió madres y siguió llorando a gritos, la gente le veía como si estuviera haciendo un delito. Cuando por fin el niño se calmó se fue a un supermercado para robar algo para el niño. Su plan era genial, pero habían cosas que le impedían dar todo lo que necesitaba, entre eso estaba que los doctores se habían negado a ayudarle, y tuvo que usar más poder del que usa la mayoría de veces, así que estaba cansada, le dolía el cuerpo. Luego de haber tenido que manipular a los doctores tuvo que dejar a su contraparte dormida más tiempo del que debería para escribir y firmar múltiples cartas, cartas que cualquier persona con sentimientos se pondría a llorar. Cuando todo eso ya estuvo listo, solo quedaba llevarse al niño y dejarlo con Insane, quien la estaba ayudando en todo.

Cuando el niño ya estaba en otro lugar se fue por toda la cuidad buscando a un bebé recién nacido, y al no encontrarlo volvió al hospital, en dónde los doctores que fueron manipulados estaban armando un certificado médico para el niño. Ella los dejo hacer su trabajo y se fue por los pasillos hasta llegar a dónde estaban las cunas de bebés, busco y busco hasta que vio a un niño rubio. Cambio sus genes con ayuda de sus poderes hasta que tuvo las características del verdadero, para luego matarlo de un paro cardíaco y dárselo a los doctores.

— Señora (_______) le damos nuestro pésame.

Tú: ¿Que sucede? ¡Puedo ver a mi hijo!

Decías con mucha emoción. Casi te mueres por ese niño, y querías tener un recuerdo de los Proxies, aunque fuera un hijo.

— A eso vamos... Su hijo.. a muerto.

Uhh... Creo que una puñalada hubiera dolido menos. Nudo en la garganta, ganas de llorar hasta que dejaras de respirar por tanto llanto, un sentimiento horrible para una mujer que sería madre. Los doctores te dejaron ver el niño para luego irse y dejarte a solas unos momentos. Las lágrimas no tardaron en salir a mares, y en eso tú odiosa compañera llegó.

— Todo estará bien... No te pongas triste, continua tu vida, ellos no van a volver. Fui a verlos, y me dijeron que no querían saber nada de ti o de mi. Es mejor dejar esto atrás.

Palabras conmovedoras, palabras que te dieron ánimos para continuar. Lo malo es que sus palabras escondían duras mentiras, sus acciones daban engaños, y su deber era manipular tu mente para que los odiaras, que los odiaras hasta que cuando los veas no quieras verlos jamás. Pero vaya que funcionó, incluso volviste a sentir el calor de uno. En fin, la hipotenusa, okno.

Luego de eso, unos meses después, los Proxies volvieron de ese universo, así que la odiosa compañera se fue con el niño y una carta "enviada por ti" para que les doliera ver al niño y lo tratarán mal, está última parte no salió bien, pero lo intento. Llegó a la mansión, tocó la puerta y Slenderman le abrió.

Slenderman: ¿Y eso? — Dijo viendo al niño—

— Hola Slendy, mira, el es el hijo de los Proxies.

Slenderman: ¿Que dijiste?

— Que observes al hijo de tus fieles sirvientes. No tiene nombre porque su madre me lo dió y me dijo "deshazte de él, no lo quiero ver nunca" y no pude dejarlo a su suerte, mejor se lo traje a ellos para que lo cuidarán, con mi ayuda siempre.

Slenderman: Pasa, porque debes explicar mejor eso.

— Está bien Slendy.