Vigésima Novena Luna

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ෆ Enfermo ෆ

Narrador Omnisciente:

Auron estaba detrás de la puerta de la oficina de Luzu escuchando atentamente la conversación que los lobos estaban teniendo, todo con la cabeza baja y los labios apretados, comprendía lo delicado de la situación, pero aún así ¿Cómo se atrevían a decidir por él? Sabía que en su condición no era la mejor para viajar, incluso sabía que sus amigos solo estaban preocupados por él, nadie sabía cuándo podía volver a tener un desmayo como el acababa de pasar, solo querían protegerlo, pero aún así, le enojaba que estuvieran hablado de cosas así de importantes a sus espaldas.

Auron chasqueo la lengua, para después alejarse de aquella puerta y dar media vuelta de regreso a la habitación de Luzu, en verdad quería interrumpir en dicha sala y decirles a todos que iría aún que le dijeran que no como en otras ocasiones ya había hecho, pero está vez era diferente, habían muchas cosas que lo molestaban, ya no solo era el tema del desmayo, si no que también tenía el asunto con sus lazos, incluso los sueños extraños que estaba teniendo ahora con esa Omega que no lograba reconocer ¿Era mala? ¿Le estaba dando consejos? ¿Lo estaba cuidando? No entendía por qué precisamente ahora los estaba teniendo ¿Se estaría volviendo loco? O ¿Tal vez los estaba teniendo por qué de allí sacaría algún beneficio?

Al llegar nuevamente a la habitación se tiró sobre la cama, puso una almohada sobre su rostro y cerro los ojos tras dar una respiración profunda, logrando captar nuevamente ese olor a vino que tanto le encantaba, ahora estaba un poco más tranquilo y relajado, fue en ese estado que empezó a pensar que tal vez sus compañeros tenían la razón y no debía ir, tal vez debía quedarse en el territorio a tratar de hablar con los árboles tal y como se lo dijo esa Omega que vio en sus sueños, también podía aprovechar está oportunidad para fortalecer sus relaciones con los demás integrantes de la manada, por ejemplo con Nia y Ocho, lobos con los cuales no había podido interactuar como le gustaría ya sea por que estaban patrullando el territorio o por qué Nia estaba fuera haciendo tratos con otras manadas.

Ahora que lo pensaba, le agradaba la idea de quedarse, se evitaría el ver a la manada de Cristina, también podría descansar tranquilo en casa sin preocupaciones – Todo un paraíso tranquilo ¿Por qué dejaría esta tranquilidad por un viaje estresante? Podré descansar incluso del trabajo de mamá osa, también podré volver a dormir solo sin tener a Luzu...  – Dicho eso bajo un poco la almohada que lo cubría, lo suficiente para que sus ojos pudieran ver.

Auron soltó un suspiro, solo se estaba auto convenciendo de que esto era lo correcto y lo mejor, para que cuando le dieran la noticia de que se irían sin él no doliera tanto – Pero a mí me gusta mucho hacer el papel de mamá osa con Axo – Dijo con algo de tristeza.

Fue entonces que una risa se escuchó del otro lado de la habitación – Me alegra mucho que te guste cuidar de Axo –

Ante está voz conocida Auron se levantó de una de la cama – ¿L-Luzu? – Dijo con total sorpresa.

El Alfa soltó una risa por lo bajo y camino hasta la cama para sentarse al lado del Omega – ¿Qué haces aquí? – Pregunto Auron nada más tuvo al castaño a su lado, tratando de recuperarse de la sorpresa que le causó la presencia de Luzu ¿Habría escuchado sus últimos comentarios?

Luzu acaricio el cabello del moreno y con una sonrisa contesto – Solo vine para escuchar tu opinión sobre lo que escuchaste en nuestra junta –

Auron trago en seco, bueno se dieron cuenta de que él estaba fuera – ¿Quién más se dio cuenta de que estuve espiando? –

– Solo Deqiuv y yo, no te preocupes nadie dirá nada a los demás – Dijo aún con una risa por lo bajo.

El Omega solo bajo la cabeza pidiendo perdón ¿Qué hacia el Omega de la manada espiando? – No lo volveré a hacer Luzu – Dijo esperando a que el Alfa lo perdonará.

Unión Forzada || OMEGAVERSE LUZUPLAY ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora