Septuagésima Octava Luna

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ෆ ¿Vida o Muerte? ෆ

Narrador Omnisciente:

Todo para Auron era oscuridad, a pesar de haber abierto los ojos y estar despierto, no podía ver luz alguna en aquella habitación en la que estaba ¿La luz estaba apagada? Intento afinar su olfato tratando de captar algún olor o algo que le pudiera indicar en donde estaba o con quien, pero no captó nada.

–¿Dónde estoy? –Se preguntó mientras trataba de caminar en aquella oscuridad, pero poco pudo avanzar pues una voz lo llamo.

–Auron, mi cachorro.

Al voltear, el moreno se encontró con un par de orbes azules, el Omega casi llora al reconocer esos cabellos oscuros, las ropas blancas y accesorios dorados, con una voz quebrada la llamo.

–Mamá.

Tan pronto lo dijo, el moreno corrió hasta los brazos de aquella Omega, pronto un abrazo cariñoso surgió, donde Auron pudo volver a llenarse con las feromonas de su madre, "lavanda" un aroma que lo hacía sentir en calma, como si aún fuera un cachorro.

Mónica comenzó a acariciar la cabeza de su hijo y con una voz dulce volvió a hablar –Mi pequeño cachorro, nuevamente puedo volver a verte, estoy aquí para llevarte conmigo.

Auron abrió los ojos de par en par, se apartó un poco ¿Irse con su madre? Él sabía muy bien a qué se refería, había escuchado que su madre murió poco después de que él partió de la manada, si su madre decía que estaba allí para llevárselo, significaba que él ¿Había muerto?

–Yo... ¿Qué es este lugar?

–Algo así como el limbo.

Auron bajo la cabeza –Eso significa ¿Que ya no puedo regresar?

Mónica sacudió la cabeza –Esa es tu decisión, si lo deseas puedo llevarte de regreso, con Luzu y tu manada, volverías a ser el Omega de la manada y aún tendrías que resolver y cargar con todos los problemas del territorio.

La pelinegra tomo un respiro y continuo con la otra opción –Pero si lo quieres, puedes irte conmigo, tener el tan deseado descanso que pedías, ya no vivirás con miedo a que vuelvan a abusar de ti, todo sería paz y tranquilidad.

El Omega tragó en seco, si que era cierto que vivía con miedo a que alguna manada extraña lo tomara y abusará de él, que otro Alfa le recordara que era un Omega sin valor, pero eso fue hace mucho tiempo, desde que empezó a vivir en aquel territorio junto a su manada, aquel miedo fue desapareciendo de a poco, esos complejos de inferioridad también habían desaparecido.

Auron había aprendido a amarse, a tener mas confianza en los demás y sobre todo, apoyarse en sus demás compañeros, Auron había encontrado una familia irremplazable.

–No puedo.... No puedo dejarlos.

Mónica sonrió –¿Deseas volver con ellos? ¿A pesar de que ser el Omega de la manada signifique estar en peligro?

Auron sacudió la cabeza –Claro que voy a volver con ellos, después de todo, ahora entiendo que el Omega de la manada no significa ser un sacrificio.

–Haz crecido mucho mi niño.

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–Mi niño....

Auron abrió los ojos al escuchar eso, cuando se acostumbro a la luz, noto a cierto Alfa castaño, quién estaba a su lado sosteniendo su mano.

Luzu no se había apartado del moreno ni un minuto desde que esté se había desmayado, pues no quería que Auron despertará solo y confundido.

Cuando el Omega se removió, el Alfa alzó la cabeza de inmediato notando como Auron abría los ojos, tan pronto el moreno lo llamo, Luzu subió a la cama y lo metió entre sus brazos, llenándose de nuevo de su olor, aquel olor a naranjas y miel que tanto amaba.

–Auron... De verdad tienes que darme un respiro.

El moreno sonrió y abrazo al castaño como pudo, respirando sus feromonas, aquel olor a vino y uvas que lo volvía loco.

–Luzu, cuanto me alegra volver a verte.

Dicho eso, el moreno inicio un pequeño beso, le alegraba tanto estar con vida, el volver a sentir el calor y olor de su Alfa, estaba tan emocionado que simplemente no pudo controlarse.

Luzu correspondió el beso con amor, tratando de profundizarlo un poco más y aún que lo intento, Auron se separó un poco.

–Luzu, espera.. aún es muy temprano.

El castaño se alejó un poco y lo miro con uno ojos un poco más oscuros –Dices eso, pero fuiste tú quien comenzó, quien aún no me suelta.

Dijo señalando que era el propio Omega quien seguía abrazando al castaño, evitando que se alejara mucho, Auron se sonrojo un poco más y desvío la mirada.

–Es solo que... Aún hay cosas que debo hacer antes de siquiera responderte.

Luzu solo se limitó a volver a dejar un pequeño beso en los labios del Omega y con delicadeza se deshizo del abrazo.

–Estaré esperando entonces, seré paciente.

Dicho eso, los dos amantes se dieron una sonrisa, para después poner al día a Auron con lo que había sucedido con Juan después del accidente en la biblioteca y es que todo podía resumirse en una sola palabra "Caos".

Después de quitarlo de encima de Auron y asegurarse de que este estaba bien, Luzu ordenó que llevarán a Auron a la habitación y que lo revisaran tan rápido como pudieran, tenían tenían que asegurarse de que realmente estuviera fuera de peligro.

–Ari, también llama a Fargan y Deqiuv, que vayan a mi oficina, tenemos que hablar con Juan.

Tan pronto Luzu dijo eso, Juan salió del trance en el que estaba, para pasar a una gran desesperación, pronto comenzó a decir que no era culpa suya, que ese tipo no era él y que todo era un mal entendido, para después comenzar a pedir perdón, que no quería irse, parecía un completo desquiciado.

Cosa que desconcertó al Alfa ¿Echarlo de la manada? Él nunca dijo ni pensó algo parecido, solo quería hablarlo con los demás y finalmente preguntarle qué era lo que le pasaba ¿De dónde saco tal paranoia? Luzu termino apretando los puños, pues sentía impotencia, él no sabía magia, no podía intervenir o ayudar a su beta y por eso no podo hacer absolutamente nada para evitar este accidente.

La plática que se tuvo con Juan no hizo la gran diferencia, este seguía alterado, no respondía otra cosa que no fuera perdón o yo no fui, incluso seguía así a pesar de haber llevado a Spreen ¿Qué tan grave estaba el beta? Nadie lo sabía por lo que tuvieron que encerrarlo en su habitación por precaución, en ese estado ya no sabían lo que Juan era capaz de hacer, podría dañar a alguien más o incluso dañarse a si mismo, por lo que lo visitaban cada cierto tiempo, verificando que estuviera bien o si había un cambio significativo pero no había pasado nada de eso, Juan solo empeoraba.

Cuando Luzu le termino de contar todo a Auron, hubo un silencio en la habitación, el moreno trataba de dar con algo que lo pudiera ayudar, tal vez si ahora leía los registros si que podría encontrar algo, pero cuando quiso hacelo, la puerta de la habitación se abrió.

Tras la puerta, se veía la silueta de cierra bera rubia, quien tenía una mirada llena de miedo y preocupación.

–¡Alfa! Juan está muriendo.

Unión Forzada || OMEGAVERSE LUZUPLAY ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora