Sexagésima Sexta Luna

370 63 50
                                    

ෆ Registros Secretos ෆ

Narrador Omnisciente:

Desde que las primera manadas comenzaron a surgir, los líderes de aquellos grupos concordaban en algo, si querían sobrevivir en sus territorios y alejarse de amenazas, tenían que tener algún registro en donde escribir sus vivencias, sin tener el miedo de que estás se modificarán con el boca a boca, fue así que estos primeros Alfas y Omegas comenzaron a escribir registros sobre todo lo que vivían y le pasaba a la manada, con el objetivo de que las siguientes generaciones no pasarán por lo mismo.

Dichos registros eran tan valiosos que los únicos que podían escribirlos y verlos eran los mismos líderes de la manada, es decir el Alfa o el Omega, por lo que si, si tenías aquel título tenías el derecho de leer aquellos documentos llenos de información y sabiduría y eso es lo que Auron estaba haciendo justo ahora, pedir su derecho de leer los registros, con la esperanza de que en alguno de ellos se hablará sobre el territorio.

Sin embargo, esto no era tan fácil, por lo menos en la manada de Luzu, dichos registros más que secretos eran sagrados, por lo que eran bien custodiados, de tal manera en la que nadie que no fueran los líderes pudieran entrar, aunque aún con toda esta seguridad algunos registros terminaron perdiendose tras el cambio de Alfa.

–¿Qué? Eres la que sabe dónde están guardados los registros ¿Pero no tienes la llave? –Pregunto Auron con los ojos abiertos de par en par.

Aquellos documentos eran tan importantes en esta manada que incluso habían puesto dos lobos para resguardar la seguridad de estas memorias, mientras uno sabía la ubicación otro tendría la llave del lugar, así se aseguraban de que los únicos en entrar a dicho lugar fuera el Alfa o el Omega.

Biyin asintió con la cabeza –Las generaciones pasadas fueron quienes lo estipularon así, dos lobos de la total confianza del Alfa deben ocupar estos lugares, yo fui elegida para saber solo la ubicación.

–¿Y quién tiene la llave?

Pronto un tercero se unió a la conversación con una sonrisa y una llave en la mano –Ese soy yo.

Se trataba del porrero del grupo, Deqiuv, Luzu lo había elegido a él como el dueño de la llave del lugar, no solo por su gran intuición sino que también por sus grandes conocimientos y también por qué tenía la esperanza de que drogado guardara bien la llave.

–Dime que eres el propietario original y que no se la ganaste a alguno de aquí en un juego de azar o fumando –Dijo el Omega con los brazos cruzados.

Mientras Biyin comenzaba a reír, Deqiuv se quejó –¡Claro que soy el propietario original! Seré un drogo pero se cuidar bien las cosas.

Auron rodó los ojos con gracia para después sonreírle y decirle que entonces contaba con él para poder entrar a dicho lugar, tras recibir una respuesta positiva por parte del beta, los tres lobos partieron al lugar donde se guardaban los registros, aunque había un pequeño detalle, los únicos dos que podían ver el camino eran Biyin y Auron, Deqiuv tenía que ir con los ojos vendados y la nariz tapada, de esta manera el lobo no podría olfatear el lugar ni ver el camino, guardando el secreto de cual era la ubicación.

Para sorpresa de Auron dicho lugar estaba dentro de casa, pasaron por enfrente de la biblioteca, bajando las escaleras para llegar aún lugar que al moreno no le gustaba del todo, el sótano, donde estaban unas pocas celdas con barrotes de plata, las cuales antes usaban para encerrar a los lobos rebeldes de la manada.

Tras llegar aquel lugar, Biyin se acercó a una pared, sin dudar saco uno de los ladrillos de su lugar, activando un mecanismo que hizo que toda la pared se hiciera aún lado, mostrando un pasillo subterráneo, Auron tragó en seco al ver esto, Biyin comenzó a caminar y tanto Deqiuv como él la siguieron, tan pronto entraron la puerta se cerró tras de ellos.

Unión Forzada || OMEGAVERSE LUZUPLAY ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora