Sexagésima Octava Luna

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ෆ Lazo ෆ

Narrador Omnisciente:

Luzu no siempre quiso proteger la manada desde fuera, no, el siempre tuvo la idea de vivir tranquilamente junto a los otros lobos que eran parte de la manada de Vegetta, ni siquiera aspiraba a un cargo importante dentro de la misma.

Por lo mismo Luzu siempre trataba de mantener a raya su Alfa, reprimiendo los deseos de tomar el cargo y liderar y aunque a duras penas lo logró, Luzu jamás pudo hacer nada con la fuerza que ganaba cada que crecía, llamando la atención de los más altos.

Al principio lo buscaron para que tomara un cargo al lado de Vegetta, ser líder de los patrullajes o incluso cazador, Luzu siempre se negó a hacerlo, él quería una vida tranquila, fue gracias a las palabras de la Omega de la manada que el castaño cambio de opinión, si amaba tanto a su manada ¿Por qué no protegerla? Si no quería un rango alto dentro, entonces podría tener uno fuera, es decir que fuera parte de los grupos secretos, fue así que Luzu termino aceptando convirtiéndose en el líder de su grupo.

Sin embargo, ni teniendo este cargo pudo prever lo que pasaría en su querida manada, jamás pensó que la verdadera amenaza se encontraba dentro de la misma manada y no fuera.

–Luzu.... ¡Luzu!

Fueron las palabras del beta de lentes las que hicieron que Luzu recobrará la conciencia ¿Dónde estaba? ¿Qué había pasado? Lo último que recordaba era llegar a la manada después de una misión complicada, perdió a todos sus compañeros en aquella misión, pensó que al regresar a casa todo se solucionaría y lo único que encontró fue todo en llamas y un Alfa traidor.

–Todo... Todo está perdido.

Juan frunció el entrecejo para después negarlo –Claro que no, aún hay cosas que ...

–¡La manada está perdida! Todo fue mi culpa si yo hubiera llegado antes, si no hubiera aceptado la misión entonces...

Nuevamente Juan lo interrumpió, puso sus manos en los hombros del castaño y lo movió un poco –¡Luzu, el hubiera no existe! No puedes lamentarte por algo que no es tu culpa.

Luzu se separó y sacudió la cabeza –¡Aunque no haya sido mi culpa eso no quita que todo está perdido!

Juan chasqueo la lengua y lo miro como unos ojos llenos de impotencia –¿Qué quieres que te diga? ¡Si! El Alfa nos traicionó, murieron muchos de nuestros compañeros y sí el pueblo está en llamas, pero eso no quiere decir que todo se fue a la mierda aún quedamos todos nosotros.

–¿Todos nosotros? –Pregunto el castaño con los ojos bien abiertos.

–No finjas que no los escuchas, aún hay sobrevivientes bajo los escombros y las llamas y todos ellos nos están esperando, yo responderé pero ... ¿Y tú?

Luzu bajo la mirada algo confuso ¿Realmente tenía una oportunidad para volver a proteger la manada a la que le falló? ¿En verdad podría volver a tomar esa responsabilidad? Claro que no.

–No...

–No puedo hacerlo sin ti Luzu ¿Podrías ser el Alfa que estos lobos necesitan?

–Juan... Yo no puedo tomar el lugar de Vegetta.

El de lentes le dio una mirada un poco más triste y suavizó su tono de voz –Nadie puede hacerlo, tu siempre quisiste cuidar a la manada, esta es tu verdadera oportunidad para hacerlo, todos tenemos nuestro turno ¿No es así?

Luzu estuvo callado un momento, para después levantarse bajo la atenta mirada del de lentes, tras estar un rato callado asintió con la cabeza –Tienes razón, esta es mi oportunidad –Tal vez Luzu se equivocó, la verdadera amenaza jamás estuvo fuera como dijo la Omega, sino que dentro y si los dioses le estaban dando una nueva oportunidad la tomaría, sería el Alfa pero no para liderar, sino que para protegerlos.

Unión Forzada || OMEGAVERSE LUZUPLAY ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora