Septuagésima Segunda Luna

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ෆ Pesadillas ෆ

Narrador Omnisciente:

Auron se encontraba en un lugar oscuro y frío, un ligar tenebroso y que hacía que su lobo y él temblaran un poco de miedo, su primera reacción fue el buscar a Luzu.

Cuando en moreno camino un poco, pudo ver una silueta que ya conocía, se trataba de el beta de lentes que hasta hace un par de días había estado inconciente.

–Juan –Lo llamo con una sonrisa esperando que el beta lo escuchará.

Y aunque el Beta lo escucho, la reacción que tuvo no fue la que Auron esperaba, tan pronto lo miro, el Beta comenzó a mirarlo con terror, el cual se convirtió rápidamente en enojó.

Tan pronto Auron se acercó un poco, el de lentes comenzo a gruñir y gritarle, diciendo que se fuera, que no lo quería ver, que todo se había arruinado desde que Auron llego a la manada, comenzó a exigirle que abandonará la manada y los dejará ser felices de nuevo.

Auron quiso hablar y tratar de razonar con el Beta, pero no funcionó, más bien empeoró la situación, pues nada más estuvo a metros de él, Juan con una mirada completamente enojada y unos ojos rojos comenzó a ahorcarlo, mientras decía que si él no se iba entonces, él mismo lo haría desaparecer.

El moreno quiso liberarse, pero sus fuerzas temblaban, ni él ni su lobo querían hacerle daño al Beta, aún tenía deseos de razonar con su amigo, pero eso nunca se pudo hacer, Auron cerro los ojos dando su último respiro.

Tan pronto eso pasó, Auron dio un salto en la cama, abriendo los ojos, su corazón estaba latiendo a mil, estaba sudando frío y su Omega estaba igual de alterado, tras unos segundos de respiro, Auron se dio cuenta de donde estaba, se encontraba en su habitación, era de madrugada, las luces estaban apagadas y a su lado un Luzu durmiendo.

El Omega paso una mano por su cabello, calmandose un poco, solo había sido un sueño, sueño que había estado siendo recurrente desde que Juan despertó y comenzó a tratarlo tan hostil.

Habían pasado dos días desde que Juan recobro la conciencia, pero al contrario de lo que toda la manada pensó, Juan no se había recuperado, el beta seguía siendo distante, incluso había empeorado pues ahora los evitaba, solo hablaba con la manada si era muy necesario, pero con Auron era peor, pues a él ni siquiera le daba una sola mirada, era como si le tuviera resentimiento por algo.

Para esté punto, era más que claro que Juan no había despertado por culpa de la conexión que tenía con Spreen o por la magia de Auron, no, había sido un tercero que no conocían y eso es lo que más les daba miedo ¿Sería culpa de la bruja que hechizo a Spreen? O ¿De alguien más?

Incluso esta situación estaba facturando la relación que Juan tenía con Ari, pues a partir de aquel día que el beta salió corriendo, comenzó a pasar un poco más de tiempo con su Alfa destinado, mientras Ari pensaba y sentía que estaba siendo remplazada por culpa del destino, cuando la realidad era que Spreen para Juan solo era un placebo, que hacía que esas voces y murmullos se quedarán callados un buen rato, teniendo el silencio y la tranquilidad que tanto deseaba.

Solo habían pasado un par de días y ya había pasado de todo, los lazos que unían a Auron con su manada estaban vueltos locos, cada uno tenían sus propios sentimientos y opiniones, aunque todos concordaban en algo, estaban preparados por Juan.

Auron comenzó a sentirse presionado, tal parecía que Spreen era una medicina temporal para Juan, pero solo era eso, algo temporal, el Omega estaba seguro de que si tuviera un poco de tiempo podría encontrar una cura y la razón del por qué Juan estaba así, pero como Luzu le dijo, tiempo es lo único que no tenían ¿Como podía acelerar todo el proceso? ¿Como ayudar a Juan?

–¿Auron? –Bostezo el Alfa castaño mientras se tallaba los ojos.

El mencionado volteo, dándose cuenta que había estado un rato sentado en la cama pensando –¿Te desperté?

Luzu lo miro con ternura y abrió los ojos para que el Omega se metiera de nuevo en la cama, Auron le dio una pequeña sonrisa y procedió a acostarse junto al Alfa.

–Aun es temprano como para empezar el día ¿Pasó algo? –Dijo algo somnoliento.

Auron abrazo a Luzu llenándose de sus feromonas –Tuve una pesadilla bastante real.

Luzu comenzó a acariciar el cabello de Auron esperando que el moreno se relajara y volviera a tener sueño –Fue solo un sueño, ya despertaste, estoy aquí.

–Lo se, pero tengo miedo de que pueda hacerse realidad.

–Sea lo que sea que hayas soñado, no pasará, yo estoy aquí para protegerte, no importa donde estés, yo siempre iré corriendo a ayudarte si estás en peligro, desapareceré a cualquiera que te represente algún peligro.

Auron sonrió, si ya lo sabía y claro que le creía a Luzu, pues él Alfa le había demostrado múltiples de veces que sus palabras eran ciertas, pero no creía que Luzu pudiera deshacerse de Juan si este llegaba a hacerle lo mismo que hizo en su pesadilla y tampoco quería que lo hiciera, Juan también era parte de la manada y familia, no querría perder a Juan incluso si este llegaba a hacerle daño.

Era por esta misma razón que Auron no se había ofendido o enojado por las actitudes recientes de Juan hacia él, pues sabía que ese no era Juan, algo lo estaba manipulando y lo iba a descubrir, solo tenía que acelerar todo su estudio de los registros.

–Luzu, lo único que deseo es poder dormir así, todas las noches contigo.

Luzu sonrió y lo abrazó con un poco más de fuerza, soltando un poco más de feromonas, pronto el olor del vino se combinó con el de las naranjas.

–Entonces estaré complacido de dártelo.

Dicho esto, ambos volvieron a dormir, está vez Auron estaba seguro de que no volvería a tener aquella pesadilla, se sentía seguro entre los brazos de aquel Alfa.

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La mañana siguiente tampoco empezó muy bien, pues cierto Gamma de blanco y negro se estaba preparando para salir por un par de días.

Cuando Luzu dijo que se iría del territorio de Pol junto a sus lobos y Spreen, el Alfa más viejo estuvo de acuerdo, siempre y cuando cada cierto tiempo uno de sus lobos regresará a su territorio para dar un informe de cómo iba la situación de Spreen y para reabastecerse de la medicina contra la infección.

Y el lobo que tenía aquella tarea de ir y regresar sería el Gamma, cuando Axozer se enteró de esto estuvo feliz pues significaba que seguiría viendo a Karchez más seguido, pero en esta situación con Juan en un mal estado, le sabía mal, no quería abandonar a su amigo y compañero de travesuras en este momento tan delicado.

–Tranquilo Axo, te prometo que cuando regreses algo ya habré resuelto –Dijo el moreno dándole ánimos al gamma.

Axo le dio una sonrisa forzada –No te sobre esfuerces tanto, estoy de acuerdo con Ari, todo a su tiempo.

Auron se cruzo de brazos –¿No confías en mí? Terrible, no volveré a esconder galletas para ti.

–¿Qué? Pero nunca dije eso, Auron mis galletas no –Hizo una mueca algo infantil.

El moreno comenzó a reír y revolvió el cabello del Gamma –Tranquilo, solo bromeaba, pero en verdad quiero que vayas tranquilo al territorio de Pol, aquí cuidaremos de Juan.

–Hazle cazo a Auron, nosotros también queremos a Juan, vamos a cuidarlo bien –Agrego el Alfa quien recién llegaba a la puerta para despedirse de Axo.

Axozer soltó un suspiro de alivio, su gamma se relajo en cuanto Luzu dijo aquello, de alguna manera se sentía seguro.

–Si pasa algo llámenme, estaré de regreso de inmediato.

Luzu rodó los ojos con gracia para después asentir con la cabeza –Ten cuidado en el camino, se que es más rápido llegar con tu piel de lobo, pero aún así puedes encontrarte con lobos sombra, huye si los ves.

Axozer asintió con la cabeza –No se preocupen, correré si veo uno, no planeo infectarme.

Tras decir aquello, el Gamma volvió a despedirse, para después cambiar a su lobo, les dio una mirada más a los que consideraba sus padres y partió de regreso al territorio de Pol.

Unión Forzada || OMEGAVERSE LUZUPLAY ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora