38: En Turín

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3 de marzo de 2022  | 15:20h

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3 de marzo de 2022  | 15:20h

Vierto el agua en un brick para llevar, cojo la mochila que había preparado la noche anterior y con las llaves en la mano salgo de casa. Me monto en el coche, poso todo en el asiento del copiloto y pongo rumbo a la ciudad deportiva esperando no encontrarme con demasiado tráfico.

Aparco donde siempre, y al no ver aún movimiento de coches, espero dentro hasta que empiezan a llegar personas del cuerpo técnico y algún jugador. Hoy volamos hasta Turín para jugar un partido contra la Juventus, y volveríamos en el mismo día, así que no llevaba más que una mochila.

—Buenos días, Lía —saluda Xavi bajándose del coche.
—Buenos días, Xavi.
—Puedes ir subiendo al autobús si quieres.

Le doy las gracias por avisarme y me encamino hasta el autobús del cuerpo técnico sin esperar a ver a ningún jugador. No tengo un día muy simpático, me desperté con mal pie y sumándole que tengo la regla, pueden ustedes adivinar mi humor. Así que, colocándome mis auriculares, apoyo la cabeza contra el cristal y me dejo llevar a otro mundo.

La llegada al avión se me hace más rápida de lo normal. Me bajo sola del autobús y espero junto al demás personal del equipo técnico a que abran las puertas del avión. Un brazo rodea mis hombros y me giro para saber de quién se trata. 

—Te quedan muy bien las gafas —dice Gavi con una sonrisa y frunzo el ceño. —Pareces más intelectual —
Le miro mal ocasionando que se ría.
—Tengo la vista muy cansada e intentaré dormir en todo el viaje.
—Yo lo intentaré también. Espero que los demás también tengan esos planes y no se pongan a hacer alboroto —dice mirando hacia el avión que aún tiene las puertas cerradas. —¿Vas a ir a la zona del cuerpo técnico o con nosotros?
—Cuerpo técnico.
—Entonces siempre puedo ir a dormir contigo —me da un leve codazo de lado. 
—Como ronques ni lo sueñes —advierto causando otra risa en él. —Por cierto, ¿por qué eres el único jugador que está aquí?
—Si quieres preguntarme por Pedri lo puedes hacer directamente —responde molestándome y le echo una mala mirada. —Vale, vale —eleva las palmas de las manos hacia mí en señal de paz. —Es que no me gusta que me graben y entonces salí de los primeros. Estarán al llegar de todos modos —dice encogiéndose de hombros y como si los hubiera invocado empiezan a aparecer.
—¿Por qué tardará tanto? —preguntó mirando que la puerta aún no se abre.
—¿Tienes frío? —pregunta y asiento.
—Es que tengo la regla y creo que me esta subiendo la fiebre —confieso con una mueca tocándome la frente.
Se quita la chaqueta y me la extiende. —No empieces a decir que no la quieres. Yo no tengo frío ninguno, te la puedes quedar y ya me la das luego, que tú estás mala.

Intento volver a negarme pero insiste, así que dudosa termino aceptándola. Dejo la mochila sobre el suelo para meterla por mis brazos y vuelvo a ponérmela.
—Parezco un muñeco Michelin —bromeo subiéndome la cremallera de la chaqueta que me queda enorme.
—Un poco —se ríe el sevillano. —¿Estás contenta? —pregunta y le miro con una mueca confundida. —Alguien me dijo que tienes un jugador favorito en la Juventus —añade y asiento.
—Me encanta Paulo Dybala.
—Pedri me lo dijo —admite. Y hablando del canario, mis ojos lo encuentran mirándome fijamente desde lejos al lado de Ferran y Eric que mantienen una conversación entre ellos. Gavi vuelve a hablar y llama toda mi atención: —Seguro que lo puedes ver.
—Eso seguro, con poco que mire al campo —vacilo ganándome una mirada curiosa de Gavi. Supongo que no se lo esperaba.
—Está graciosita la niña —dice rodando los ojos. —¿Hoy tienes que estar en el campo antes del partido?
—Sí.
—Bueno pues baja cuando sepas que estamos saliendo y lo ves de cerca.
—El problema van a ser mis nervios.

Sueños compartidos I y II | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora