Lía Rivas, una joven estudiante universitaria en busca de su pasión, se embarca en una emocionante travesía hacia la realización de sus sueños. En la búsqueda de su vocación, Lía se adentra en el apasionante mundo del periodismo, dispuesta a dejar s...
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Me cuesta mantener los ojos abiertos mientras Enrique, profesor de la asignatura 'Redacción periodística en deportes', habla. Escondo el teléfono bajo la mesa y leo los mensajes que están en mi pantalla de bloqueo.
Visualizo la hora, quince minutos para que la clase llegue a su final. Suspiro, pesadamente, recolocándome en la silla y esperando que los minutos que quedan corran como si fueran el coche de Max Verstappen en Fórmula 1.
Me despido velozmente de mis compañeros y me encamino hacia mi coche. Estaba deseando abandonar esas cuatro paredes, no puedo más. Los dolores de ovarios comienzan a ser más intensos y, esperando a que remitan, me quedo unos minutos dentro del coche antes de empezar a recorrer las calles de la ciudad condal de vuelta a casa.
—¿Hay alguien en casa? —digo, haciendo la típica pregunta a la que estoy acostumbrada a hacer nada más pisar mi casa. No obtengo respuesta, así que interpreto que me encuentro sola.
Me deshago de los zapatos y mi primer destino es llegar a la cocina con la intención de encontrar algo que detenga o disminuya mis dolores. Las reglas siempre me afectan mucho, bien con dolores horribles o con estados de ánimo en constante cambio. Hoy parece que estoy siendo bendecida con ambas posibilidades.
—Estaba en el baño —La voz de Asier me sobresalta, parte del agua del vaso termina en mi camiseta en vez de en mi boca, pero aún así consigo tragar la pastilla sin problemas. —¿Qué vas a hacer por la tarde?
—Terminar un trabajo y entregarlo. Y quizá luego me acerco un rato a casa de Pedri antes de irme a casa de Sira, quiere que la acompañe a un evento, aunque no estoy muy segura de querer hacerlo, ya sabes... —Dejo caer las últimas palabras, esperando una reacción de su parte.
