44: Festividad

3.2K 140 1
                                    

Ansu me abandona marchándose al sofá diciendo que está cansado

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ansu me abandona marchándose al sofá diciendo que está cansado. No me opongo, acaban de jugar un partido de noventa minutos, yo estaría por los subsuelos. Le aviso de que me uno ahora, pero antes me dirijo hasta la barra a coger otra bebida.

—Perdona —me dicen a la vez que una mano se posa sobre mi brazo impidiéndome llegar al sofá. —Soy Raúl. ¿Estás de vacaciones aquí?
—Que va —niego rápidamente. —Por trabajo.
—Yo estoy con unos amigos de vacaciones —dice señalando a unos chicos que están en la barra bebiendo, me saludan a la distancia y elevo mi mano devolviendo el saludo. —¿Y tú estás sola?
—Que va —replico de nuevo. —La mitad de las personas que están por aquí son parte de mi trabajo —señalo alrededor aunque no puedo enfocar mucho debido a que ya llevo unos cuantos vasos y siento como me están haciendo efecto.
—¿Quieres venir conmigo y mis amigos a charlar un rato?
—La verdad es que no. Me tengo que ir —digo escabulléndome rápido entre la gente, alejándome de él.


 Hacia un rato que no veía a Lía

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Hacia un rato que no veía a Lía. La había seguido con la mirada y sabía que había ido hacia la barra, pero no la había vuelto a ver. Sin pensármelo mucho, decido recorrer la pequeña discoteca del hotel para ver si la encuentro. Llevaba unas cuantas copas y cada vez que se pasaba de la tercera iba bastante perjudicada.

No la encuentro, y aunque no quiero ponerme de los nervios, me es inevitable. Vuelvo donde los demás para preguntar si alguno sabe de ella y nada. Así que, mi segunda opción es revisar los baños por si se sintió mal y acudió allí. En el camino, me cruzo con Adriá y decido preguntarle.

—¿Sabes dónde está Lía? —pregunto agarrándolo del brazo y parándolo.
—No —responde bastante seco. —Estaba hablando con un chaval, estará con él por ahí.

Responde dejándome con la palabra en la boca.
Ignoro completamente su reacción y entro en el baño de los chicos por si hay suerte, pero está vacío. Así que, siendo mi última esperanza, me encamino al baño de las chicas, pero hay cola para entrar.

—¿Me puedes hacer un favor? —pregunto a la primera chica que se encuentra en la fila que asiente confundida. —¿Puedes mirar si hay dentro una chica baja, rubia, con los ojos marrones, un top negro y pantalones blancos? Se llama Lía. Necesito encontrarla y no sé si está aquí.
—Esta bien —no opone resistencia y la gente de atrás tampoco se queja al escuchar la petición que le acabo de hacer.

Sueños compartidos I y II | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora