Lía Rivas, una joven estudiante universitaria en busca de su pasión, se embarca en una emocionante travesía hacia la realización de sus sueños. En la búsqueda de su vocación, Lía se adentra en el apasionante mundo del periodismo, dispuesta a dejar s...
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—Ayer, al volver, ¿pasó algo entre Lía y tú? —No, ¿por? —No sé —responde pensativo Ferran. —Me pareció como que estabais nerviosos y que os mirabais diferente esta mañana. —¿Qué analizas ahora sobre los comportamientos de la gente? —bromeo. —Anda, Pedri. —Es que le pregunté la respuesta de la pregunta del juego—anuncio y se me queda mirando con los ojos muy abiertos. —No jodas —responde en un tono más fuerte llamando la atención de Gavi y Ansu que estaban en los asientos de delante. —¿Y te respondió? —¿Quién y a qué? —pregunta Gavi apoyándose en el reposacabezas de su asiento y Ansu imita su acción. —Lía a la respuesta del juego —anota Ferrán. —¿Le preguntaste sobre eso? —pregunta Gavi con una cara de asombro. —Sí —asiento —Joder, ¿Y qué te dijo, tío? —pregunta ahora Ansu impaciente. —Me dijo, tú. —Lo sabía —sonríe victorioso Ferran. —Sabía que esa era la respuesta. De hecho, se lo dije a ella. —Dios, eres tímido cuando te da la gana —comenta Gavi mirándome con una sonrisa. —Nunca hubiera imaginado que lo hubieses hecho —confiesa Ansu mirándome con una sonrisa graciosa. —¿Qué le dijiste? —pregunto intrigado centrando mi vista en Ferran. —Nada, que se libró de responder pero que yo sabía cuál era la respuesta, tú. —¿Y tú no hiciste nada? —pregunta de nuevo Gavi mirándome con el ceño fruncido. —Me cerró la puerta en la cara —confieso escuchando alguna risita de su parte. —Y ahora no sé si sacarle el tema o —Deberías hacer algo tú ahora. —Yo opino igual —apoya Ferran a Gavi. —Intenta tú ahora algo. —Da el siguiente paso —comenta Ansu asintiendo.
El autobús llega al hotel donde nos alojaremos. Aún no me acostumbraba a estos hoteles, me imponía mucho lo lujosos que eran. Yo comparto habitación con Ferran, la nuestra es la 420 y la de Gavi y Ansu la 421. Estoy muerto del viaje y solo quiero tumbarme y dormir. —Hola, vecinos —escucho el saludo de Lía y automáticamente me giro a verla. Al lado suyo está un chico nuevo que se había incorporado a hacer prácticas, pero de cámara. No había intercambiado muchas palabras con él pero parecía un tipo majo. Ellos dos iban a tener que compartir bastante tiempo juntos debido a sus trabajos, e intuía que los técnicos habían decidido ponerlos juntos por ello. —Hola, Lía —saludo pasando la tarjeta por el lector de la puerta para que se abra. Guardamos las maletas y automáticamente me tiro encima de la cama. —Voy a dormir hasta el día siguiente. —Ya lo creo —responde Ferran imitando mi gesto.
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