27: Privado, pero no secreto

2.7K 113 6
                                    

Jueves 22 de diciembre de 2022

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jueves 22 de diciembre de 2022

La celebración de ser campeones del mundo fue intensa y duradera. Hacía tan solo unos cinco días que el Barcelona retomó sus entrenamientos, con el encrustamiento del mundial en mitad de la temporada de invierno, los partidos de la Liga quedaron completamente descontrolados, implorandoles a los jugadores a tener mucha más paciencia, responsabilidad y aspiración para dar lo mejor de sí mismos en las competiciones pendientes.

Mi cuenta bancaria también festejó el Mundial: cobré una importante suma de dinero que me permitió aumentar lo ganado en el restaurante y ayudar a mi hermano con los gastos de la casa. La cifra que mi hermano cobra en la compañía es de envidiar, podría pagar la casa él solo sin ningún problema, pero ayudar en el pago tenía un gran impacto significativo en mi satisfacción personal y bienestar emocional.

Mi relación con el futbolista también mejoró, a pesar de todo el miedo que tenía de hacerla pública, las cosas van mucho mejor ahora. Supongo que, el hecho de no tener que escondernos es muy liberador. Durante estos días, a pesar de estar separados por culpa de sus entrenamientos y trabajo con diferentes patrocinios, siempre saca un hueco para nosotros. Y es que, tal y como me advirtieron, mi cabeza concibió un panorama siniestro, y la realidad ni se le asemeja en una cuarta parte.

Hay comentarios malos, sí, pero intento hacerles el menor caso posible. Muchas veces al canalizar mejor lo que dicen, me doy cuenta que son cosas sin sentido. Y agradezco que la mayoría de las opiniones sean positivas, situación que me alegra y alivia a partes iguales.

Dentro de tres días, se cumplen tres meses desde aquella escapada que hicimos a aquella cumbre barcelonesa los dos solos. Y aprovechando el día libre que Xavi les dió y que no nos volveremos a ver hasta terminadas las vacaciones de Navidad, vamos a salir a cenar.

—¿Y esto? —dudo, juntando como puedo dos prendas de ropa para que quepan en la pantalla. —Sus palabras fueron informal, yo creo que esto estará bien.

—¡A mí me gusta!

—Tiene mi apoyo.

—Yo también, eso. Decidido —finaliza Djeny.

Con la llamada finalizada y ya duchada, cierro el botón en el ojal de unos vaqueros de pata de campana, tapo mi tren superior con un top midi de manga larga azul oscuro, que deja al descubierto mi ombligo y, envuelvo todo mi cuerpo en una americana holgada de color blanco, sin abrochar.

Perfectamente maquillada y mi cuerpo emanando el olor de mi colonia favorita, evocando una sensación tropical y exótica, bajo los escalones que separan mi habitación de la planta principal donde Pedri aguarda hablando con mi hermano desde hace cinco minutos.

—¿Estoy bien o tengo que ir más formal? —dudo, dando una vuelta sobre mi misma, expectante por la opinión de dos de los hombres más importantes de mi vida, faltando mi padre para completar la unión.

Sueños compartidos I y II | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora