36: Amama

1.8K 94 14
                                    

—¿No estás nervioso? —La voz de Fer desde la entrada de mi habitación resuena mientras rebusco algo en el armario para ponerme

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿No estás nervioso? —La voz de Fer desde la entrada de mi habitación resuena mientras rebusco algo en el armario para ponerme. Saco unos pantalones de color negro que parecen desgastados, los analizo y luego los vuelvo a tirar dentro del armario, descolocados. —Vas a flipar cuando venga mamá, chiquillo —añade, haciendo referencia al revoltijo de ropa que tengo dentro del armario. —¿Por qué no te pones esos?

—Lía me dijo que su abuela odia los vaqueros desgastados o rotos —explico, revolviendo aún más la ropa. —Es que no encuentro unos putos vaqueros normales —resoplo, agobiado, sacando unos vaqueros sin cortes ni apariencia desgastada. —Por fin, joder.

—Genial, solo te falta elegir la parte de arriba —guasea, divertido con la situación, sentándose sobre mi cama.

—Fer, ¿no tienes nada mejor que hacer? —pregunto, harto de su presencia.

—La verdad es que no —reconoce, adoptando una postura más cómoda sobre la cama y dedicándose a observar con detenimietno mi vaivén buscando una camiseta, aunque es tarea más sencilla que la de los pantalones.

—Pues deberías de vestirte, te recuerdo que tú también vienes.

—Ya —dice, con un tono de voz vacilón. —Pero yo no voy a conocer a la familia de mi novia —añade, con una sonrisa divertida, echando más leña al fuego.

Uno de los cojines más cercanos a mí termina colisionando contra su cara. Aunque eso no le impide retorcerse riéndose de mí hasta que nuestra madre le reclama, a voces, liberándome de su presencia.




—Kaixo, maitea —saluda con dos besos en la mejilla mi abuela

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Kaixo, maitea —saluda con dos besos en la mejilla mi abuela.

Kaixo, amama—Devuelvo el saludo, agachándome un poco para recibir y devolverle los dos besos. — Zelan izan da bidaiak?

Ondo. Luzea izan da, baina ondo. Hemen egoteak pozten nau —responde, observando la casa con detenimiento.

Hau erakutsiko dizut —ofrezco rápidamente, extendiéndole mi brazo para lo agarre, y gustosa, acepta la oferta para que le haga un recorrido.

Sueños compartidos I y II | PedriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora