Mentalidad Creativa.

702 59 166
                                    

– Marcia ¿Si sabes que es demasiado temprano? — contesta adormilada — Trabaje gran parte de la madrugada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

– Marcia ¿Si sabes que es demasiado temprano? — contesta adormilada — Trabaje gran parte de la madrugada

– Lo sé pero es que necesito contárselo a alguien



Abre la puerta de su departamento verificando que Esteban aún no saliera para la oficina, al encontrar el pasillo vacío se apresura en salir cerrando con llave y presiona el botón del elevador varías veces.



– ¿Y ahora que hiciste? — suspira — ¿Compraste mal el tono de rojo? Dime por favor que no arruinaste mi perfecta creación

– No se trata de eso, además guardamos la caja en la que venía ¿Recuerdas? — entra una vez las puertas del elevador se abren — Hice una estupidez más grande que esa

– Ahora si me asustaste — toma asiento — Habla

– Luego de que terminamos de hablar tú y yo, Esteban... ¿Te acuerdas de Esteban?

– Tu ahora colega de trabajo, vecino de casa y oficina ¿Qué con él?

– Bueno lo invite a cenar en mi casa, me sentía sola y... El punto es que bebimos, nos acabamos una botella de vino blanco

– Ay no, ya sé por donde va esto — niega masajeando el puente de su nariz — ¿Se acostaron?

– No pero casi

– Define casi Marcia, usa palabras

– Cuando nos despediamos quise besar su mejilla y el se movió entonces le di un beso pero luego él me dio otro... — camina por el estacionamiento — Y luego otro

– ¿Te manoseo?

– De arriba abajo — confirma con la cabeza como si pudiera verla

– ¡Ay! ¿Y te gustó?

– Que pregunta tan estúpida ¡Por supuesto que si! — abre la puerta de su camioneta — Llevo un año y algo sin contacto físico de esa clase

– Entonces llegaste a segunda base — chilla — ¿Se quitaron la ropa?

– Si yo estaba prácticamente desnuda Mariana — acuesta la cabeza en el volante

– ¡Ay no me digas eso! — se emociona — Pero... Dijiste que casi se acuestan ¿Qué fue lo que pasó? Porque una vez te desnudas no paras y eso lo sabemos las dos

– Sonó su celular, lo ignoramos un par de veces pero creo que recordó que tiene un hijo y contesto... Tuvo que ir a casa de sus padres a buscar al pequeño porque no se quería dormir y no lo hicimos

– Que maldita suerte la tuya de veras — suspira — Marcia ¡Estabas a nada!

– Pero es mejor que no pasará nada, sabes que no me gusta involucrarme con alguien del trabajo... Pero ahora tengo cruda moral, no sé como voy a verlo a la cara — se endereza — Mariana, tengo una cena en casa de mi jefe, osea su papá ¿¡Cómo carajos voy hacerle!?

Etéreo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora