Etéreo

¡Ya Viene El Bebé!.

Durante la siguiente hora le habían puesto la vía intravenosa, así como el monitor fetal, ya Doña Auria se trajo el bolso y la pañalera al hospital, mientras Lucrecia le mandaba a Esteban cada tanto mensajes para ponerlo al tanto, ya que todavía no podía salir de la corte le pidió a su hermana que le avisara de algún cambio. Marcia estaba lidiando con contracciones ahora mucho más fuertes, sin embargo trataba de mantener la calma, tenía a su abuela sosteniendole la mano y dándole palabras de aliento, pronto Esteban podría pedir un receso para poder salir corriendo al hospital.

– Siete centímetros es bueno, dulce — le hace una trenza cola de pez — Ya no falta tanto

– Lo sé pero eso no quita que duela mucho — apoya ambas manos en su vientre bajo — Lo único que quiero es que Esteban llegue y que este bebé salga

– Paciencia, Esteban debe estar por llegar

– Más le vale que llegue a tiempo...

Hace una leve mueca apoyando esta vez las manos sobre sus rodillas, bajo la cabeza un poco antes de iniciar con su ejercicio de respiración, al estar sentada al estilo indiecito sentía menos presión y todavía tenía cierta libertad para balancearse un poco, no es como si esto fuera de mucha ayuda pero servía de distracción para soportar el dolor, cuando esa contracción pasó Lucrecia le informó que Esteban ya había salido de la corte y que venía para el hospital, eso en definitiva fue realmente alentador.

Pero como era de esperarse le tocó tráfico, de todos modos Marcia ya no estaba pensando en él, le habían permitido levantarse así como usar la pelota de yoga, para entonces sólo estaba acompañada de su abuela ya que Lucrecia quiso darle más privacidad, además tenía la tarea de avisarle a Inés que el bebé siempre si nacía hoy.

– Quiero que salga — murmura apoyada en la cama — Ya, necesito que salga...

– Falta poco dulce, verás que cuando menos te des cuenta, estará afuera

– El tiempo pasa muy lento abue — inhala una buena cantidad de aire

– Nada más te lo parece porque estas muy ansiosa y no es para menos ¡Ya viene el bebé!

Consigue sacarle una leve sonrisa, Auria tenía razón, casi no faltaba nada para conocer al bebé, pensar en ello le causó mucha emoción, después de tanta espera realmente estaba pasando.

– Abue seré mamá — exhala negando con una sonrisa — Seré mamá

– ¡Y yo bisabuela! — ríe sobando su espalda con delicadeza — Lo lindo que suena

– Ya sé... El bebé ya viene — ríe entre lágrimas — En verdad no consigo creerlo aún, pensé que se tardaría otra semana más

Paso otro rato de pie hasta que el cansancio por la noche mal dormida le paso factura, volvió a recostarse de lado haciendo uso de una de las almohadas sobrantes, la coloco entre sus rodillas para que fuera más llevadero descansar, afuera Lucrecia caminaba en círculos acompañada del abuelo de Marcia, cuando las puertas del elevador se abrieron Esteban salió de allí caminando con prisa pero bastante desorientado.