Etéreo

¿Crees Que Gasto Mucho?.

Aquella primera semana en el nuevo trabajo le hizo bien a los tres, volver a su rutina acomodó las cosas haciendo que la tensión se fuera, además traer a Hugo a la guardería fue divertido, estaban considerando que estuviera allí por las mañanas y se retirara después del horario de almuerzo, así compartían más tiempo con él y de paso convivía con sus nuevos amiguitos; mientras los tres adultos destacaban en sus áreas, que cada uno trajera su lista de clientes fue realmente beneficioso para la firma.

Aunque había un problema, Marcia no podía recibirlos si era muy temprano porque las náuseas habían vuelto tenía siete semanas casi terminaba el segundo mes de embarazo y ya habían cambios más grandes, su vientre dejó de ser plano del todo, aunque era una pequeña curva para ella y Esteban hacía toda la diferencia, comenzaba a sentirse más real, lo único que le molestaban eran las náuseas y sus senos que estaban realmente sensibles.

Mientras le explicaba a Ricardo como iba a proceder con un caso sencillo que había tomado, tuvo que hacer un par de pausas debido al malestar que no dejaba de molestarla, respiro hondo un par de veces y continuó aunque de todos modos Ricardo se dio cuenta y sugirió una pausa, le fue a preparar un té y volvió a sentarse, por lo menos no se veía pálida pero aún así no descartaba la idea de dejarle el día libre.

– No es necesario Ricardo, ya va a pasar, he lidiado con esto toda la semana

– Me hubieras avisado Marcia, mira no tengo ningún problema con que vayas a casa hoy, puedes trabajar desde ahí, ya te reuniste con el cliente ¿No?

– Si y le explique como íbamos a proceder pero de verdad, prefiero quedarme

– Está bien pero si el malestar no mejora, puedes irte — se levanta — Voy a dejarte para que te recuperes ¿Quieres que llame a Esteban?

– No hace falta, seguro viene para acá, viene cada hora

– De acuerdo, en ese caso me retiro, de verdad si necesitas cualquier cosa, me la haces saber

– Gracias Ricardo — sonrió hasta que salió de su oficina — Ya bebé, necesitamos calmarnos, no entiendo porque me regresas las náuseas si he echo todo lo que me recomendaron — se recarga en su silla — Comemos en nuestros horarios, todas las pastillas y vitaminas que tú y yo necesitamos también las tomamos ¿Cuál es el problema? ¿No te gusta la comida? Mira que si es eso, te aviso que no tenemos de otra

– Me parece tan lindo cuando le hablas — sonríe cerrando la puerta

– Y ahí llego tu papá ¿Por qué no te portas bien ahora que esta aquí? Para que vea que eres un buen niño, niña o niñe

– No digas niñe

– ¿Por qué no?

– Suena raro — mueve para atrás la silla de Marcia así podía arrodillarse y darle un beso a su vientre — Hola bebé