Etéreo

Intercambio de Llaves.

– Estoy pensando seriamente en darte la llave de mi departamento — abre la puerta — Porque prácticamente te la pasas aquí y me cansa tener que abrirte siempre

– Si tú me das la llave, te doy del mío — ríe

– Hola Hugo — sonríe — Vente conmigo, deja al aburrido de tu papá

– Oye, no que me ibas a compensar por lo de hoy

– Al rato, tampoco vi a esta cosita en todo el día — lo carga — Estaba dormido cuando me fui

– Bueno ya que no piensas darme atención a mi por ahora ¿Qué vamos a pedir?

– Unos tacos de res — se mece con él — ¿Te gusta los de pescado?

– Si y los de camarón

– ¿Le pedimos un taco de res para Hugo?

– Si y dos quesadillas, hablando de ellas, tienen unas de pollo con queso que son espectaculares

– Un taco de res y de pescado para mi entonces — ríe al ver que Hugo jugaba con su collar

– Te pediré la quesadilla de pollo también, nada más para que la pruebes

– Esteban es mucho

– Claro que no, de hecho te vas a quedar con hambre

– Recuerda que no tengo mucho tiempo para hacer ejercicio porque me la paso encerrada en la oficina

– ¿Y el cardio que yo te doy que?

– Bien pide la quesadilla de pollo — niega sonriendo — Este tu papá se las arregla para convencerme de todo eh, se está volviendo peligroso ¿No crees?

– Mamp — murmura

– Concuerda conmigo, dice que eres una potencial amenaza

– Mi hijo no dijo eso — busca en su celular el contacto de la Taqueria

– Claro que si, lo oí perfecto ¿Verda Hugo? Tu papá es una potencial amenaza — camina al sofá

– Me gusta esa pijama tuya — sonríe viéndola — Debí venir con la mía, no es justo que sólo tú estés cómoda

– Es que no piensas en lo que debes, seguro andabas con la cabeza en otro lado

– Si, pensaba en ti, en mi y en la cama

– ¡Hey! Hay que moderar el lenguaje que en esta edad son como esponjitas, todo lo absorben en sus cabecitas — se sienta

– No entiende a lo que me refiero

– ¿Tú que sabes?

– Hugo ¿Tú entiendes lo que le quiero hacer a Marcia?

– ¡Papá! — lo señala