Etéreo

¿Sorpresa?.

– Pero es que no entiendo — dice desde el closet — Se supone que aprovechariamos nuestro día libre para no hacer nada y estar con Hugo, ahora me cambias los planes y tengo que andar volteando mi closet buscando que ponerme

– Mi amor ¿Hace cuanto que tú y yo no tenemos una cita? — termina de amarrarse la corbata

– Como una semana, tal vez menos

– No cuenta sentarnos en el sofá y ver películas

– ¿Cómo que no? Estábamos solos, ordenamos buena comida, nos reímos, charlamos, fue una cita

– Eso fue más un convivió que cita — va a buscarla — Ese vestido se te ve bien amor

– Parezco una sandía Esteban, ponerse verde no es una buena idea cuando te embarazas

– Eres una sandía sexy

– Aunque creas que eso me ayuda, déjame decirte que no

– Mi amor lo que sea que te pongas, sólo te hace lucir más bella

– ¿Por qué no podemos quedarnos en casa? Podríamos ordenar comida de un restaurante, sacó la vajilla fina y te tomas un vino

– Necesitamos salir, después no podremos porque estaremos cuidando de un recién nacido y otro niño, hay que aprovechar que todavía podemos hacerlo

– Pero estoy cansada — se cambia el vestido por otro de color negro — Quería quedarme en casa descalza y en pijama cielo

– Será sólo un rato — sonríe — Ya veras que te vas a divertir, voy a llevarte a tu restaurante favorito

– ¿El que tiene de postre budín de pan con bastante caramelo? — escoge unos tacones

– Ese mismo

– Hubieras empezado por ahí... ¿Con quién se queda Hugo?

– Inés ya debe de estar llegando, se lo llevara a casa de mis padres, así conviven con él y nosotros tenemos una noche para nosotros dos

– Entonces vamos bajando a la sala, que lo dejaste ahí solo

– Lo deje en su corralito

– Esteban ese niño crece por semana, el corralito pronto va a dejar de servirle 

Mientras esperaban a Inés, aprovecharon el tiempo para jugar un poquito con Hugo, está noche iba a ser en extremo especial ya que Esteban le propondría matrimonio, llevaba queriendo hacerlo desde hace un par de meses atrás pero estaban tan saturados con el trabajo, la vida como padres y una sorpresa más que estuvo preparando, que el momento para proponerselo jamás llegaba. Aunque deseaba hacerlo en grande conocía bien a Marcia, ella no disfrutaría de una proposición en público por lo que primero la llevaría a cenar y de ahí al sitio donde se lo iba a proponer.