Etéreo

Conflicto.

Efectivamente llegó a la oficina con unos minutos de retraso pero es que cargar con unos expedientes, su bolso, la pañalera y un niño, no es nada fácil, tuvo que hacer malabares para llevar todo. Subió al elevador con un miedo terrible de que Hugo se pusiera inquieto y que al final terminará en el piso, por suerte para ella no paso pero ahora tenía un problema mas grande, para marcar tu ingreso necesitas pasar tu gafete por un lector y poner el pulgar, así se registra el día, la hora y la persona que llega a cubrir el turno, no tenía idea de como haría eso; cuando apareció en recepción tratando de sacar su gafete del saco, Celia la vio y se ofreció en ayudarla.

– Buenos días Licenciada, permitame ayudarla

– Buen día Celia ¿Podrías tomar mi gafete?

– Claro — lo desprende del saco

– Deja que te ayude con el bolso y la pañalera — se ofreció Ricardo al salir del elevador — Así puedes marcar

– Gracias a ambos

Le entrego las cosas a Ricardo y apoyo el pulgar en la zona donde se requería, una vez su entrada fue establecida suspiro aliviada, Celia le coloco el gafete una vez más por el saco y se despidió dejando que Ricardo la acompañará hasta la oficina.

– No sabía que tenías un hijo, es muy bonito

– No es mío sino de Esteban — lo carga mejor — Vivimos en el mismo edificio, se quedó sin Nana y como debía ir a la corte me lo dejó, en un rato vienen por él

– Es muy amable de tu parte ofrecerte para cuidar de un niño que no es tuyo, por eso y otras cosas más te quiero como socia Marcia — deja las cosas sobre una silla

– Ay Ricardo, anoche no tuve tiempo de pensar en tu propuesta, es que tengo la cabeza llena de pendientes... Prometo hacerlo hoy

– No hay prisa, yo más que nadie sé cuanto trabajo tienes aquí, es por eso que decidí venir a echarte una mano

– Gracias, eso me va ayudar a organizarme mejor, hay tanto por hacer

– Lo sé, ahora lo que quiero saber es si ya desayunaron

– No, salimos a las apuradas pero lo resuelvo en un minuto

– Marcia acabas de llegar a la oficina, deja que yo me encargue ¿Sabes si Hugo come sólidos?

– Si y según lo que me han contado no tiene problemas con la comida

– Perfecto, aquí cerca hay una cafetería, voy rápido y traigo el desayuno

– No quisiera molestarte Ricardo

– No es molestia, vine para echarte una mano ¿Recuerdas?

– Está bien pero luego me das el recibo para devolverte el dinero