Etéreo

¡Gol!.

Y si esa misma semana Esteban logró reunirse con los padres del tal Marcos, la verdad es que ese encuentro no salió para nada bien, sin embargo Marcia no se metió porque sino habría sido peor. En fin como todavía estaba trabajando apenas medio tiempo, ha estado aprovechando para preparar la casa; junto con Esteban ya escogieron el cuarto que sería para la pequeña y Marcia se encargo de que la vaciaran, por ahora no tenían idea de que color iban a ser las paredes, si mandarían pintar los muebles de Rafa cuando bebé o lo conservarian así blanquitos, al menos el cuarto ya estaba ahí físicamente.

– ¿Pero no tienen nada? ¿Nada de nada?

– Abue, tengo mucho tiempo todavía y si tenemos los muebles, además del cuarto

– Pero mi dulce tienes los muebles porque eran los de Rafa

– Abue ¿Tienes idea de lo caros que son? Si hace cuatro años atrás me salieron bien cariñosos ¿Ya viste el precio que tienen ahora?

– La calidad cuesta mi niña

– Lo sé pero ni que fueran muebles de madera cosechada por los mismísimos Dioses — ríe

– Bueno en eso tienes razón — también ríe — Como que les están poniendo precios muy ridículos pero necesitas ir comprando Dulce, mi bisnieta llega en cuatro meses y eso si es que no se te adelanta a la fecha prevista

– No se va adelantar, es buena hija con su mami, ella va a esperar pacientemente — dobla la ropa de los chicos — ¿Cuándo planean venir? Para mandar preparar el cuarto de huéspedes

– Ahora estamos algo apretados por la entrega de algodón de esta cosecha pero ni bien resolvamos eso, nos vamos para allá, ya quiero estar con mis consentidos y mimar a mi bisnieta — sonríe — Sígueme mandando fotos por favor, que me encantan

– Claro que si abue y videitos también, pregunto porque los chicos ya me andan preguntando, Esteban también, dice que extraña la comida que le preparas siempre que vienes

– ¡Ay ese muchacho! Cuando llegue allá, iremos a comprar las cosas para que pueda cocinarle lo que él quiera

– Lo consientes demasiado abue, se mal acostumbra

– ¡Ohs! Es como mi yerno ¡Déjame cocinar para él!

– Está bien, está bien — sonríe — Cuando vengas podemos ir a comprar cosas para la chiquita

– ¿Todavía no le ponen nombre? ¿Se van a tardar tanto como con Rafa?

– Abue es que va a ser su nombre toda la vida, hay que escoger sabiamente, el bullying está muy fuerte hoy en día

– Pobre bebé, no tiene cuarto, no tiene nombre, tampoco ropa

– ¡Mentira! Tiene cuarto, cuna y un cambiador, además de tres bodys muy bonitos