Etéreo

¿Niño o Niña?.

– Dime ¿Por qué vino y que te dijo? — sale detrás suyo

– Mi cielo ¿De qué sirve ahora? — busca la camioneta con la mirada — Ya discutiste con ella ¿No?

– Pues si, estoy seguro que vino a decirte estupideces — saca las llaves de su saco

– ¿Y si ya lo sabes para qué me preguntas?

– Porque quiero saber exactamente que dijo para ponerle un alto

– Ya lo hiciste, no es necesario repetir nada de lo que dijo

– ¿Tiene que ver con nuestro bebé?

– No, si así fuera te lo diría, sólo vino a sacar su rabia diciendo que le arruine la vida prácticamente — le resta importancia

– ¿Segura que no dijo algo que deba saber?

– Mi cielo, no necesito decirlo porque tú sabes perfectamente para que vino, ahora vamos a concentrarnos en lo que importa, que es llegar al consultorio

– De acuerdo — suspira destrabando las puertas — ¿Tú estas bien?

– Perfecta — sonríe dándole un beso — Relájate, nada de lo que pueda decir tu madre me afecta, te tengo a mi lado, todo sale bien, si llego a llorar será por un comercial de perritos o cualquier otra cosa boba

– Promete que si ella vuelve y te dice cosas hirientes o te falta el respeto, vas a decirme

– Te lo prometo

– Gracias, ahora deja que te abra la puerta — rodea la camioneta

– No es necesario mi cielo, yo puedo

– Sé que si pero me gusta hacerlo por ti — la abre — Anda sube, voy a ayudarte con el cinturón

– Eso es algo que tendrás que hacer más adelante, cuando mi vientre esté tan grande que no pueda ver mis pies — obedece

– Te vas a ver preciosa — sonríe estirando el cinturón lo suficiente para no apretarla a la hora de abrochar — Hola bebé — besa su vientre — Deja que la obstetra descubra si eres niña o niño, estamos ansiosos por preparar todo para ti

– Más bien, su papi está ansioso, quiere saber si tendrá que comprar uno de esos bodys con faldita de bailarina — ríe

– Es verdad, estoy muy ansioso — se endereza — No viví nada de esto con Hugo y poderlo vivir contigo, es emocionante

– Ay mi amor — lo toma de las mejillas iniciando un beso tierno — ¿Estás bien? ¿Quieres que nos tomemos unos minutitos para charlar?

– Estoy bien, sólo no quiero que les pase nada ¿Entiendes?

– Lo entiendo pero debes confiar cuando te digo que estamos bien, ahora cambia esa cara que iremos a descubrir que es nuestro bebé — sonríe — ¿Si? Y después podemos ir por algo bien rico porque me muero de hambre