Intento de Normalidad.

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Los primeros dos meses habían sido un golpe bastante fuerte para Marcia debido a que la falta de sueño y el estar constantemente sin hacer algo que le llenará el alma como trabajar, empezó hacer que pasara el post parto más sensible de lo que creí...

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Los primeros dos meses habían sido un golpe bastante fuerte para Marcia debido a que la falta de sueño y el estar constantemente sin hacer algo que le llenará el alma como trabajar, empezó hacer que pasara el post parto más sensible de lo que creía, entendía que este era un proceso agotador así como largo, físicamente le dolía cada fibra de su ser pero específicamente los senos, aunque había tratado de hacer que el peque se adecuará al biberón no lo consiguió, ser mamá de un bebé recién nacido y un niño de dos años no era para nada sencillo.

Sumándole a eso ella y Esteban no habían tenido un momento para estar solos como pareja realmente, los cuarenta días sin sexo fueron más pesados para él que para Marcia, ella no se sentía con muchas ganas menos después de leer por ahí que al estar amamantando, las chances de quedar embarazada aumentaban. Así que ambos estaban a régimen de besos nada más y aunque varías veces la calentura intento hacer de las suyas, fueron interrumpidos por los niños, a veces era Hugo pidiendo dormir en medio de ambos, si el peque comenzó a dormir con ellos luego de que el bebé llegó a la casa.

Las otras veces fue porque Rafa comenzaba a llorar escandalosamente y debían atenderlo antes de que despertara a su hermano; como Esteban ya casi no tenía tiempo para ir a la casa a almorzar debido al trabajo, Marcia decidió que era momento de salir de casa, aunque sea con el bebé y almorzar en un sitio con gente porque ya estaba harta de charlar de chismes con Esperanza o con Delia que era la señora del aseo, aunque ambas tenían buenos chismes, ansiaba estar en un sitio con más personas, en definitiva extrañaba mucho ir a la oficina.




– ¿Mi amor? — frunce el ceño al comprobar que era ella — ¿Qué haces aquí? Te hacía en la casa

– Estoy por volverme loca Esteban — mece la carriola — Necesitaba salir un poco, tal vez a Rafa le haga bien un cambio de aires

– Linda me hubieras dicho que venías a este restaurante — tomo asiento frente a ella — Hola mi amor — sonríe al ver al pequeño — ¿De paseo con mami?

– Si me decías que no ibas a poder, tendría que quedarme en casa, preferí venir sola... ¿Cómo supiste que estaba aquí?

– Tu secretaria estaba aquí y te vio llegar, nos cruzamos en la oficina y me lo contó... No le creí al principio pero de todos modos vine ¿Y los lentes de sol para que? Aquí no llega casi la luz

– No pude maquillarme porque Rafa no dejaba de llorar, así que para no asustar al mesero, me puse los lentes

– Mi amor ¿No preferirías que ordenemos para llevar? Te dejo en casa

– O podrías ir tú a casa con el bebé

– Mi amor te ves cansada

– Necesito ver gente Esteban, necesito estar fuera de casa porque estoy enloqueciendo, detesto estar encerrada, ya ni me arreglo porque termino llena de fluidos de bebé, tú estas muy tranquilo en tu oficina

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