Etéreo

Cuenta Regresiva.

Durante los siguientes días Marcia le fue enseñando a la muchacha que haría la limpieza donde estaba todo más o menos, había aprovechado uno de sus días libres para conocerla mejor y ayudarla, Esteban no estaría en casa porque trabajaba en la defensa que presentaría frente a la corte. Y como Marcia se había pasado unos días de su fecha probable, decidió que moverse y hacer cosas aceleraria el parto, así que se encargo del almuerzo, lavo los trastes, jugo con Hugo en el jardín un buen rato, luego tomo asiento en el piso de la sala para poder armar una de esas mecedoras para bebé.

Era como el porta bebé sólo que lo mecía también, algo bastante útil cuando lo quisieran dejar un ratito. Para cuando Esteban llego ella ya había terminado, incluso estaba de baño tomado al igual que Hugo, ambos estaban sentados en el sofá haciendo alguna actividad distinta, el peque veía sus caricaturas mientras Marcia aplicaba una de sus cremas sobre su vientre, aunque cuando lo vio ahí de pie le regalo una linda sonrisa invitándolo a acercarse.

– Hola mi cielo ¿Cómo te fue?

– Muy bien — se inclina para besarla — ¿Qué tal las cosas por aquí?

– Tranquilas, ambos estuvimos entretenidos todo el día

– ¿No te estuviste esforzando demasiado verdad?

– No, hice un par de cosas, arme eso de allá — señala — y Luego heme aquí

– Mi amor te dije que yo lo haría, pudiste lastimarte

– Cielo, este bebé puede llegar en cualquier momento y cuando eso pase no podrás armar nada, yo estaba aquí sin hacer nada así que me adelante

– ¿Ya hiciste el bolso para el hospital?

– No, te he estado esperando para eso, quiero saber que bodys te gustan para llevarlos

– Deja que me dé una ducha rápida y ya vamos a eso ¿Te parece?

– Ve tranquilo, nosotros dos vamos a seguir aquí

– ¿Quieres que ordenemos comida esta noche? — besa la cabeza de Hugo antes de ir a las escaleras

– Si, no me siento con ganas de cocinar

– Piensa en lo que más se te antoje y luego lo ordenamos

Después de que Esteban se diera una ducha, subieron al cuarto del bebé, también se llevaron a Hugo para que no hiciera ningún tipo de desastre. Marcia tuvo que sentarse en la mecedora a pedido de Esteban durante el tiempo que iban a estar ahí escogiendo la ropita así como otras cosas.

– Cielo hemos llegado al punto donde se supone que debemos hacer de todo para que el bebé salga, esperar sentada no es una de ellas

– ¿Por qué lo quieres apresurar?

– Porque estoy incómoda todo el tiempo, lidiar con una presión entre las piernas no es divertido, sin mencionar que estoy cargando con tres kilitos de puro bebé más la placenta y mis órganos