Etéreo

Manchita.

Por insistencia de Esteban fueron al hospital para ver al bebé, la obstetra tuvo que repetir nuevamente lo de los cuidados y luego le tocó tranquilizar al futuro papá que ya estaba pensando que tal vez era mejor ingresarla al hospital esta noche, después de recalcarle un par de veces que no era necesario tanto pánico, por fin Marcia lo convenció de regresar a la casa, por supuesto ella fue enviada nuevamente a la cama el resto de aquel día. Esteban se encargo de entretener a los niños cuando estos se cansaron de estar recostados junto a su madre viendo alguna película.

Después de cenar todos juntos Marcia acostó a los niños leyéndoles un nuevo cuento, ambos compartían cuarto porque así lo habían preferido, en especial porque Rafa le temía a dormir solo sin mencionar la oscuridad. Después de que los dos quedarán profundamente dormidos regreso a su cuarto, por suerte para ella el papá que actuaba como primerizo se estaba dando una ducha, por lo que pudo ordenar un poco su peinador, vaciar su bolsa para luego guardarla y minutos antes de que él saliera del baño se dispuso a ponerse cómoda en su lado de la cama.

– Creí que te encontraría por ahí, no en la cama — sonríe

– Pues ya ves que no, te estaba esperando para dormir

– Todavía no estoy cansado — sube a la cama

– Eso es raro, jugaste con los niños gran parte de la tarde — acaricia su cabello cuando recuesta la cabeza sobre sus piernas — Creí que después de la ducha caerías profundo, igual que tus hijos — ríe

– Quiero estar otro rato aquí contigo y nuestro bebé, de hecho ¿Dónde guardaste la ecografía?

– ¿Otra vez vas a verla?

– ¿Qué tiene? Puse a ese bebé ahí dentro, quiero verlo o verla

– Ay Dios — ríe negando — Levántate un poquito, la guarde aquí en mi mesita de noche

Rápidamente Esteban se reincorporo para que ella pudiera estirarse hasta alcanzar el cajón, sonrió levemente al sentirlo impaciente, tomo la ecografía y se la entrego, nuevamente Esteban recostó la cabeza sobre sus piernas esperando recibir mimos en el cabello.