Etéreo

Susto.

– ¿Osea que ya sabías de esto? — cruzo los brazos Lucrecia — Dime una cosa papá ¿Tú participaste de esa reunión?

– Si, estuve presente

– ¿¡Y no hiciste nada!?

– Claro que si, intente dejar fuera de la mesa la estupidez de que ella se acercó a ambos para asegurarse de entrar a la mesa directiva a como de lugar pero tienes que admitir que se ve mal

– Para empezar, nosotros nos acercamos a Marcia ¡Iniciamos un estúpido juego de puntos! Que yo gane por cierto pero el punto es ¡Fuimos nosotros, no ella!

– Bueno los socios no lo ven así gracias a tu madre, ni siquiera sé de donde saco esa revista

– Hubo un incidente, el punto es que ese tema está muy muerto, ya ni viene al caso papá, no pueden quitarle la oportunidad de ser socia a Marcia, ella se lo ganó y te consta, además todos ellos le deben una disculpa, fue una situación humillante y lo peor es que todos en la oficina están al tanto

– ¿Fuiste a verla? ¿Sabes cómo está?

– No aún no he ido a verla, he estado hablando con los imbéciles de los socios tratando de arreglar este desastre pero — sonríe negando — También fui humillada, mamá cubrió bien sus puntos ciegos

– ¿Cómo que fuiste humillada? — frunce el ceño

– Harán una reunión para sacarme de la mesa directiva papá ¿Sabes por qué? La razón inicial que me dieron es porque Marcia podría comprar mi voto, que bien sabes es bastante grande pero presione un poco más y dijeron que mi orientación sexual es un problema — ríe irónica — No quieren a tu hija gay porque ¿Qué podrían pensar los clientes su supieran que su abogada besa mujeres?

– ¿Es en serio esto?

– Si, así como lo oyes, Ivanna no sólo se metió con Marcia, también conmigo porque sabía que la iba a defender, obviamente nadie le va hacer nada a Esteban porque es tu único hijo varón, aunque tal vez dejen todas tus acciones y tu puesto en la mesa directiva con Hugo, no lo sé

– Yo necesito saber ¿¡Qué carajos paso en esa maldita reunión!? — invadió la oficina Esteban — ¡Ah! Menos mal que están ustedes dos aquí, así las cosas se vuelven más sencillas — encara a Javier — Tú se lo prometiste y encima le aseguraste un lugar como socia, ella por lealtad rechazo el ofrecimiento de Ricardo papá ¿Y la humillan? Vino a mi oficina furiosa y con mucha razón, quiere renunciar, dime que lo vas arreglar porque Marcia no puede renunciar

– Debes convencerla de no renunciar Esteban, voy a ver si consigo arreglar esta situación pero lo de la revista... — suspira — Me temo que eso imposibilita que sea socia en un futuro, sólo porque ya sabes lo destructiva que es la prensa, en cuanto digamos que ella es la nueva socia de nuestra firma, alguno de ellos buscara bien y sacara eso