¿Y Aquí?.

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Durante aquel día se mantuvo ocupada por la mañana pero como Lucía estaba bien inquieta le resultaba difícil concentrarse, en cierto momento decidió darse una pausa yendo a ponerse cómoda en su sillón nuevo, subió las piernas sobre un mueble y se ...

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Durante aquel día se mantuvo ocupada por la mañana pero como Lucía estaba bien inquieta le resultaba difícil concentrarse, en cierto momento decidió darse una pausa yendo a ponerse cómoda en su sillón nuevo, subió las piernas sobre un mueble y se recargo lo suficiente para descansar la espalda, probó hablándole nada más ya que sabía que si la tocaba se pondría aun más inquieta, sin embargo no basto con hablarle o hasta cantarle, apoyo las manos a los lados de su vientre dando pequeños mimos para llamar su atención pero la peque estaba decidida en hacer desmadre.





– Mi amor ¿Qué pasa? Mami tiene que trabajar para que podamos ir a casa a comer y hasta quedarnos un rato





Se movía tanto que comenzó a asustarse con la idea de que se estuviera enredando con el cordón umbilical o que le estuviera pasando algo, era bastante inusual que estuviera tan inquieta que decidió sacar el ecografo pero primero cerró la puerta, bajo las persianas y ya ahí pudo levantar su vestido con la tranquilidad de que no la verían.





– Veamos que tanto haces mi amor — desliza el aparato por su vientre a la par que veía la pantalla de su teléfono con una sonrisa — Ahí estas pero que bonita amaneciste corazón... Bueno el cordón no te esta molestando y tu ritmo cardíaco es normal ¿Estás contenta mi amor?





Ríe bajo al verla moverse, apesar de que nada más faltaban dos semanas, la chiquita todavía no se daba vuelta para el parto, aunque tenía bastante tiempo para hacerlo le llamaba la atención como todo iba a su tiempo con Lucía, en verdad no parecía ni un poquito interesada en salir todavía y eso le causaba algo de risa; bajo su vestido para luego guardar el ecografo.





– Parece que mi bebé se despertó con muchas ganas hoy o es el azúcar del budín de pan de la madrugada ¿Ambas cosas mi amor? — pasa las manos con delicadeza sobre su vientre cerrando los ojos — Quiero tu energía, chiquita... Mami esta algo cansada porque nos quedamos platicando con la abuela un buen rato hasta que tu papá nos fue a buscar, hablando de él, vamos a llamarle





Se estiró lo suficiente para poder alcanzar su teléfono de vuelta y busco en el marcado rápido el número de Esteban, sabía que estaba en su oficina llenando papeleo pues los dos no es como que estuvieran con muchos pendientes por ahora.





– ¿Qué pasa mi amor? ¿Te sientes mal? ¿Es Luci? ¿Va a nacer? — se pone de pie

– Cielo ¿Así va a ser cada que te marque? — ríe

– ¿Está todo bien?

– Si, está todo perfecto, Lucía todavía no va a nacer, relájate

– ¡Ay que susto! Creí que tendríamos que salir corriendo — iba a sentarse de nuevo

– ¿Estás muy ocupado cielo?

– No mi amor ¿Por qué? ¿Necesitas que te consiga algo?

– ¿Puedes venir a mi oficina? Lu se esta moviendo mucho y creo que la voz de su papi hará que se tranquilice un poco, además te extraño

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