¿Mejor?.

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– Gracias por quedarse a ayudarme con los niños, creí que no se iban a dormir nunca — bajan las escaleras — Normalmente Esteban les lee un cuento estos días

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– Gracias por quedarse a ayudarme con los niños, creí que no se iban a dormir nunca — bajan las escaleras — Normalmente Esteban les lee un cuento estos días

– Es lo mínimo, después de todo lo que ha pasado la última hora... Estoy muy contenta por ustedes, serán papás de nuevo — sonríe — Y si ocupan algo no duden en llamar que yo cuido de mis sobrinos sin ningún problema

– Ay Inés, llegas tarde, ya me tienen a mi — le enseña la lengua

– Pues cuando tú no estés disponible porque andes por ahí de bar en bar, la tía Inés si lo estará

– Es bueno saber que ambas tías estarán disponibles — sonríe acariciando su vientre — Probablemente las necesitemos en unos meses cuando este bebé nazca

– Estaría encantada de cuidarlos hasta que podamos ir al hospital

– Si Inés, tú cuidalos yo iré al hospital para esperar a mi sobrina 





Antes de que comenzará una pelea, Carlos apareció diciendo que la camioneta estaba lista para llevar a las señoras a casa, se despidieron con un abrazo y Marcia pudo ir hasta la nevera en busca del budín de pan que todavía quedaba, de hecho se sirvió dos porciones, se puso cómoda en el sofá y espero a Esteban un rato, aunque intento aguantar el sueño le estaba resultando complicado así que simplemente subió al cuarto a quitarse el maquillaje, ponerse la pijama y hacer su rutina de limpieza por la noche, ni bien se puso cómoda en la cama tomo su teléfono para marcarle, no contesto a la primera ni a la segunda pero si a la tercera, lo que fue bueno porque estaba por mandar a que lo buscarán.





– Cielo ¿Ya vienes a casa? Estoy preocupada, es tarde y aunque estamos en una zona bastante segura... No puedo evitar preocuparme

– Acabo de entrar a casa mi amor — sonríe dejando las llaves donde siempre — Ya voy para allá contigo

– Ay que alivio, porque tengo sueño pero no iba a poder dormir tranquila sin saber que ya estas en casa

– ¿Los niños ya duermen? — sube las escaleras

– Ya, estaban cansados pero preguntaron por ti

– Mañana se los compenso, te veo en unos segundos




Espero paciente aunque los ojos se le cerraban lo vio entrar al cuarto e ir a ponerse la pijama, la próxima vez que abrió los ojos lo vio de pie frente a la cama y en bata, sonrió levemente antes de levantarse e ir a abrazarlo.




– Lamento haberte preocupado linda — besa su frente

– No importa, me alegra que ya estas en casa — soba su costado — ¿Estás mejor?

– Si, caminar ayudo a despejar mi mente, aún así estoy un poco molesto

– Bueno mi cielo, no es para menos — acaricia su mejilla con la otra mano — No fue una noche fácil

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